Nunca nos habíamos sentado a esta mesa, la de Promoción del Turismo en Extremadura, y oye, que se agradece la invitación de la Dirección General de Turismo para compartir mesa con hasta noventa y tantos agentes de un sector estratégico en la economía regional. Pero lo que quiero compartir con vosotros, queridos lectores de planVE, no es una retahíla de cifras que lo avalen ni tampoco sacar a relucir que estábamos ahí. Lo que quiero es transmitiros la sensación con la que nos vinimos tras toda una mañana juntos, ayer, en Mérida. La de que somos más de los que parece los que estamos apostando por mejorar el turismo con trabajo, profesionalidad, innovación y hasta santa paciencia.

Hay que decirlo porque haberlos, haylos y ejemplo de ello fueron los intervinientes: dos alcaldes y tres empresarios. Entre los dos primeros, Cayetano Ramos para narrar por qué la playa de Orellana llegó a ser la primera de España entre las de costa dulce en recibir la bandera azul y el segundo, Carlos Ferreiro Fernández, para explicar por qué la piscina natural de Alardos, en Madrigal de la Vera, ha estrenado este verano zona azul. Ambos han hecho una apuesta audaz por la calidad del turismo como una actividad generadora de riqueza que hay que cuidar. Este último para proteger el mayor activo de su pueblo y que lejos de ahuyentar el turismo, lo ha regulado por el bien de tan singular paraje natural y con superávit. Luego entonces contribuyendo también a la sostenibilidad del recurso turístico.

Como Orellana, una playa de bandera, y sobre cuyo empeño por conseguir el título me apuesto el cuello que se renegó más de uno con el sambenito de que eso era demasiado ambicioso para Extremadura. Porque eso es exactamente lo que pensaba yo mientras escuchaba el relato de cómo llegó a lograrse sin dejar de pensar, además, en las voces que también he oído dar este verano a más de uno quejándose de la promoción de las zonas de baño naturales con el argumento baladí de que se nos llenaban de turistas y dónde nos íbamos a bañar luego los de casa. Increíble, y más si quien lo dice vive del turismo, pero cierto. Tal cual.

Por suerte, entre las empresas las hay también como Alqueva Entretenida, la Cantina Silvestre de la piscina natural de Villasbuenas de Gata y el restaurante La Isla de Plasencia, ejemplos de buenas prácticas por lo que fueron los invitados a compartir en público su aventura. La de Alqueva, ya consolidada en el turismo acuático, y aún así anunciando propuestas de ocio gratis para los niños; la del bar-restaurante La Isla en Plasencia, todo un extra al ocio veraniego junto a la playa fluvial de La Isla, siempre hasta la bandera y la del chiringuito más innovador de Sierra de Gata demostrando que la clave está en ofrecer algo diferente y ofrecerlo con calidad y buen trato sin que sea necesario una gran inversión y si no, que se lo digan a los que disfrutaron del mero detalle de sestear en una hamaca junto al río. Como menda lerenda en la foto superior, que me hizo mi churumbel con el móvil.

Parece de perogrullo, pero todos ellos demostraron ser conscientes de que al turista hay que mimarlo y de que para ese viaje, como resumió el director general de Turismo, Francisco Martín, “tenemos que poner todos de nuestra parte”. Y he ahí el valor, para mí, de la Mesa de Promoción del Turismo, que hace aflorar las mejores experiencias y te afianzan en el convencimiento de que la Administración que corresponda en cada caso tiene que apoyar, pero que los diferentes actores de este teatro tenemos también una responsabilidad. La de formarnos, reciclarnos, innovar, colaborar … en fin, una serie de valores más que necesarios para ser realmente competitivos.

En román paladín, que resumir cuatro horas y media de jornada maratoniana no es tarea fácil, se viene una de esa mesa con la increíble sensación de venirse arriba, como si te hubieras tomado un Aquarius aunque no hiciéramos ni un kit kat para comer algo. Con la sensación, digo, de que somos muchos los que estamos en el mismo empeño porque he mencionado a los que intervinieron públicamente, pero éramos casi un centenar más los técnicos de la Dirección General de Turismo plenamente integrados. Desde el más veterano a la más reciente incorporación, como la nueva Asociación del Turismo Cinegético de Extremadura, turismo por cierto que mueve al año 400 millones de euros.

El sitio ideal, por tanto, para visualizar lo que hacemos unos y otros en la mesa donde la Junta daba por concluida la campaña de Extremadura es Agua y la bienvenida a la de Colores y Sabores del Otoño y para reforzar nuestro compromiso con la promoción del turismo en Extremadura. También el de planVE. Tarea en la que nos acompañan cada día los que nos eligen para informarse de qué hacer en su tiempo libre y de ocio, los que confían en nosotras para que se lo hagamos llegar y los que nos apoyan vía publicidad.

Y curiosidades de la vida, entre las empresas elegidas para contarnos ayer su experiencia, nos encontramos con la del chiringuito más innovador del verano en las piscinas naturales de Sierra de Gata, que promocionamos desde nuestra página en un reportaje patrocinado, sí, pero no por sus propietarios ni por la Junta de Extremadura como cabía esperar, sino por la Asociación Extremeña de Empresas Forestales y de Medio Ambiente. Fijaos si somos más los que tenemos ese compromiso por la promoción de Extremadura. Por suerte y que haya muchos más, eso es lo que es menester que diría mi madre, porque la cosa del #turismolaboral que hemos dado en llamar, tiene sus costes. Y su valor.

Publicado el 30 de septiembre de 2016