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Trasuntos romeriegos por Hurdes y Tierras de Granadilla

Ya podíamos ayer esperar sentados y mirar debajo de las piedras por ver forma de capiscar a la musa, que parece que no quiere ser musa, aunque se nos pose en el bulbo raquídeo y se adentre hasta estructuras retroperitoneales.  ‘Santos a la fuerza son malos de llevar’, dice un viejo adagio.  Y ayer, día 4 de mayo, sábado sabadete, se festejaba a Santa Antonina y a San Curcódomo. 

Gonzalo Martín Encinas, danzarín, de la alquería jurdana de La Aceitunilla; Serafín Rodríguez Iglesias, tamborilero de la alquería jurdana de La Segur; Pablo Sánchez Sánchez, tamborilero de la alquería jurdana de Las Erías y Eliseo Martín Iglesias, danzarín de la alquería jurdana de La Aceitunilla. (Foto: F. Barroso). Primera romería de Nuestra Señora de Las Hurdes (5 de mayo de 2002)

Puede que nuestra musa se perdiera por las veredas de estos tesos que buscan convertirse en montañas dentro de los laberintos pizarrosos de la comarca jurdana.  Y es que aquí, concretamente en el sitio de ‘El Cruci d,Avellanal’, paraje paradísiaco que se da de bruces con la naturaleza plena, cruzado por el río Esperabán, se celebra una singular romería el primer domingo de mayo, de ese ‘mayu, pingallu y magallu, que jacin tres mayus: tan prestu agina el sol cumu el fríu s.escuendi embaju’.. A gala tiene esta fiesta el contar con una virgen romera, único caso en Extremadura, que lleva el nombre de la propia comarca: ‘Nuestra Señora de Las Hurdes’.  Como para que algunos digan que estos terruños no tienen una fundamentada identidad.  La romería es sonada. La consabida misa en el templo, el grupo ‘El Pescador’ cantando la ‘Misa Jurdana’ o el coro de la asociación ‘Los Pinos’.  Barbacoas; penachos de humo ‘zajumandu’ el campo con el olor de los guisados; notas de la gaita y el tamboril trepando a las cumbres más altas de las sierras; juegos y entretenimientos tradicionales; chorros de botas de vino enjuagando el tragadero; fraternidad romera; bailes de ‘La Charrá’, ‘La Jota de dos Pasus’, ‘La Jaba’ y ‘La Vitoriana’; los ‘rejinchus’ traspasan las montañas; la casa por la ventana …  La ‘furriona’ y los ‘rejuijus’ quedan garantizados.

Cuadrilla romeriega, en la Romería Popular de Santibáñez el Bajo, en la que aparecen varios miembros de la “Corrobra Estampas Jurdanas”: 4 de mayo de 2024. (Foto: F. Barroso)

Seguro que la musa que, como no quiere ser musa, la dejaremos en ‘emoción profunda de inspiradora llama y con hermosísimas pupilas ‘blue vanda’, se hermanó con los muchos jurdanos que acuden a esta romería, que echó a rodar una vez terminado el precioso templo de mampuestos pìzarrosos, en perfecta conjunción con su entorno.  Era alcalde en aquel año 2002 el buen amigo José González de Cáceres.  Aparte de José, hubo otros que también arrimaron el hombro para que la ilusión cristalizara:  Miguel de Cáceres, Juan Barbero, José Luis Durán …  Pero nosotros, que acabamos ayer a las tantas y hasta el gorro de música enlatada que chirrió a lo largo de toda la tarde, no tenemos hoy el cuerpo para muchas zarabandas.  ¡Qué triste que ciertas romerías se transformen en discotecas al aire libre!  Para ese viaje no se necesitaban alforjas.  Las romerías son fiestas que se remontan a viejas épocas.  Ya se constatan en el siglo III.  Las romerías se llenaban de romeros que ponían la nota religiosa, el cumplimiento de promesas hechas, integrándose lo oficial y ritual con lo espontáneo.  La comunidad es la protagonista.  Los asistentes se identifican con la fiesta a través de símbolos y mensajes transcendentes que cimientan determinados patrones, cosmovisiones ideológicas y la cohesión comunitaria.  La interacción social se pone en marcha, creando todo un contexto de hermandad y comensalismo.  Abundan las indumentarias tradicionales y la música que se oye es la de los tamborileros y de los componentes de la charanga.  Los sones enlatados le sientan a una romería lo mismo que a un santo dos pistolas.

José González de Cáceres, alcalde de Pinofranqueado y, bajo cuyo mandato, se levantó el templo que aparece en la foto y se inició la romería de Nuestra Señora de Las Hurdes (5 mayo de 2002).

Romería, que había degenerado en evento caciquil, por suerte se vino abajo cuando se creó, en 1984, una romería popular, del pueblo y para el pueblo, cogiendo el testigo de la arcaica romería en honor de San Albin, de la que hablaban nuestros abuelos y bisabuelos.  Lo que no es de recibo es el dislate de una procesión, entre las encinas alcornoques y robles de la dehesa boyal y comunal, llevando en las andas a una anodina, moderna, desarraigada y lusitana Virgen de Fátima.  ¿Cómo es posible que se margine y se dé de lado a la talla románica que representa a San Albín, un santo de los raros entre los raros, que es el eslabón cohesionador de la fiesta, y no solo desde una dimensión religiosa, tal y como se manifiesta en el expediente que un servidor presentó en su día y fue aprobado por la corporación municipal?  Bochornoso que, después de la asamblea celebrada, surjan eclesiásticos y su tropa de beatas y, saltándose lo acordado, hicieran de su capa un sayo.  Cójanse, señores, el expediente y lean hasta la letra pequeña.   La romería se va desinflando año tras año y, a este paso, acabará agonizando.  Pudo haberse erigido en ‘Fiesta de Interés Turistico’ o colgarse la medalla de ‘Bien Cultural’ si se hubiera respetado el espíritu y la letra originales.

Caballistas en la Romería Popular de Santibáñez el Bajo: 4 de mayo de 2024.  (Foto: F. Barroso)

Mancomunidad

Bailando un pasodoble bajo los acordes de la charanga, en la Romería Popular de Santibáñez el Bajo.  (Foto: F. Barroso)

Hablamos de esa mancomunidad de Trasierra y Tierras de Granadilla, que la romería jurdana quedó a buen recaudo.  Vamos a ver, amigos: ¿Quién puede entender que dicha mancomunidad señale como fecha de celebración del día de esa institución, en lo que toca a este año, el día 4 de mayo, sábado, cuando dos de sus pueblos llevan a cabo sus manifestaciones romeriegas?  La fiesta de la mancomunidad en Granja de Granadilla, y El Cerezo y Santibáñez el Bajo metidos de llenos en sus respectivas romerías.  Un poco más de coherencia, caballeros. Para hacer comarca se necesita tener el organigrama bien delineado en el cerebelo.  No tenemos el don de la ubicuidad y no podemos estar en dos sitios a la vez. Nos parece muy sensato que la musa, que no quiere ser musa, pero que desprende cada día mayor fulgor, siguiendo huellas del gran poeta José Ángel Valente (“todo […] / arde / contigo, cuerpo, en la incendiada boca de la noche” (XXXVI), se dejara llevar por la congruencia, cantando a coro la música del pueblo y danzando las piezas heredadas de sus mayores.  Todo ello se está olvidando a marchas forzadas por la decapitación y desarraigo que fragua insolentemente la modernidad globalista, que no es sino el caballo de Atila del siglo XXI.  O aquellas otras pisadas del caro camarada y excelente vate, José Luis Puerto Hernández: “No sigas el camino de los muchos, // acude aquí. // a este desamparo tan antiguo // que hay en mi corazón.  // Es señal esta herida de un exilio // que no encuentra su reino, // territorio olvidado // que la memoria nunca recupera”.

Romería de la Virgen del Teso, en el pueblo de El Cerezo, comarca de Tierras de Granadilla.  Este año, la Mancomunidad de Trasierra-Tierras de Granadilla ha metido la pata hasta el corvejón, al programar la fiesta de la Mancomunidad el mismo día que se celebraban las romerías de El Cerezo y Santibáñez el Bajo: 4 de mayo de 2024.  (Foto: “El Retratista”)

La España Vaciada, Saqueada, Apaleada, Crucificada, Tronchada …  La lista de calificativos insufribles y onerosos se alarga hasta el infinito.  Si nos borran nuestras señas de identidad, estaremos expuestos al horror del vacío de la Nada.  Yo estuve cuando se estrenaba la romería de Nuestra Señora de Las Hurdes y fui mecido por las notas de la gaita y el tamboril de Pablo Sánchez Sánchez y de Serafín Rodríguez Iglesias, gloriosos tamborileros de los pueblos de Las Erías y La Segur, respectivamente, y por el repicar de las castañuelas de Eliseo Martín Iglesias y Gonzalo Martín Encinas: dos ‘gaiicianus’ de La Aceitunilla.  Esta romería tenía el olor y el sabor de la autenticidad.  Nació cuando tenía que nacer.  Ya adquirirá solera con el paso de los años, siempre y cuando no caiga en las garras de los que confunden la velocidad con el tocino y el culo con las témporas.  O de los que, actuando de buena fe (de todo hay en la viña del Señor), piensan que no deberían pensar así, pero son incapaces de enmendarse a sí mismos la plana.  Y lo que es peor, no permiten que otros la enmienden, pues su cerrazón es ya endémica.  Hagamos votos para que un diestro y musculado herrero moldee en el yunque, como mi llorado Luis Álvarez Lencero, también pintor y poeta, materia prima para conformar el forjado del edificio que sostiene el legado de los que incluso están más atrás de los que vienen detrás de nosotros.  Ahora ya es la hora de dejaros con Lupe Lope de la Ópera.  Él les da voz a los azuleados pliegues vocales de aquella a la que le venía como anillo al dedo la puntualización que anotó Gustavo Adolfo Bécquer: ‘El alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada’.  Bien lo sé.  Lupe Lope de la Ópera nos trae un fragmento del poema ‘Hemoptisis’, perteneciente al poemario ‘Rucones’, donde es ella quien lleva la voz cantante.

‘También se me murió mi Humphrey Bogart

con solo, tan solo, ¡ay, la pena cómo me descuartizó en carne viva!,

cincuenta y siete años.  Le mató el tabaco,

yendo de la mano del alcohol.  Terrible cáncer de esófago.

Esofagectomía radical.  Estómago desplazado

y una costilla arrancada de cuajo.

¡Pero siguió fumando, el muy canalla!  Eso sí:

pasó a militar en las filas del cigarrillo con filtro.

¡Inconsecuente!  No me hizo caso, pese a las broncas

que le lanzaba desde mis mundos prenatales.

Solo pesaba 36 kilos cuando cayó fulminado

por el rayo que no cesa.

¡Ay del triste antihéroe que hizo de la infidelidad su marca preferida!

¡Pero qué se le va a hacer!  Cada cual con su gusto engorda.

Yo era, y soy, más linda que Lauren Bacall.

Humphrey tenía 45 años y yo, cuando me reencarnaba

en el espejo de ella, en mis tiempos precoitales,

nada más que 20.  Me sobrepasaba

sobradamente en la carrera por la vida.

Solamente individuos cargados de prejuicios

se encasquillas en los peros que marcan anticuados relojes de arena.

¿Por qué pretenden algunos constreñir el AMOR,

que es saber conjugar el verbo AMAR en todos y cada uno

de sus tiempos, entre barreras levantadas por los años …?

Uno de los muchos “ranchus” que se colocan bajo las encinas, robles y alcornoques en la Romería Popular de Santibáñez el Bajo, en una edición anterior.  (Foto: F.. Barroso).

Procesionando por la dehesa boya y comunal de Santibáñez el Bajo la Virgen de Fátima, una imposición ilegítima, ya que la Romería Popular iniciada en el año 1984 acordó, en asamblea, retomar la antiquísima romería en honor a San Albín, que es quien tenía que ser procesionado.  (Foto:  Félix Barroso)

Texto de Félix Barroso para su columna A Cuerpo Gentil, las opiniones e imágenes publicadas en esta columna son responsabilidad de su autor

Publicado el 6 de mayo de 2024

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