El Parador de Jarandilla cumple 50 años en 2016 y lo celebra sumando a su carta un postre de naranja muy habitual en 1966, el año en el que abrió sus puertas como establecimiento de la Red Nacional de Paradores en el Palacio de los Condes de Oropesa.
Fue el 17 de abril cuando se inauguró este magnífico edificio que mandó construir la familia Álvarez de Toledo, un lugar en el que el emperador Carlos V pasó unos días en 1555, mientras se acondicionaba el Monasterio de Yuste, que eligió para pasar la última etapa de su vida en La Vera de Extremadura.
Precisamente en recuerdo del monarca se optó por una decoración austera, con muebles de estilo castellano, que remató la rehabilitación del edificio, coordinada por el arquitecto Manuel Sáez de Vicuña.
Todo un acontecimiento, la inauguración del Parador de Jarandilla en 1966, del que se hizo incluso eco la prensa nacional, como se puede leer en el recorte del diario ABC con el que se acompaña este texto.
Uno de los paradores con más encanto
En estos 50 años se han realizado amplificaciones, reformas y redecoraciones que han convertido el Parador de Jarandilla en uno de los que tienen más encanto de los 94 que forman parte de la red nacional, un lugar de parada obligada en La Vera, al que no se resistió De Gaulle cuando eligió la comarca como destino en 1970.
El Parador de Jarandilla abrió sus puertas cuando en Extremadura ya estaban en marcha los de Guadalupe y Mérida y se iniciaban las obras del de Zafra. A ellos se han ido sumando en la región los de Trujillo, Cáceres y Plasencia, un total de siete destinos excepcionales ubicados en entornos de indudable interés turístico.
Además del Parador de Jarandilla este año celebran bodas de plata los de Aiguablava (Girona), Alarcón (Cuenca), Arcos de la Frontera (Cádiz), Ávila, Ayamonte (Huelva), Baiona (Pontevedra), Cambados (Pontevedra), El Saler (Valencia), Fuente Dé (Cantabria), Mojácar (Almería), Olite (Navarra), Soria, Vielha (Lleida).
¡Felicidades a todos ellos!
Publicado en mayo de 2016