
Extremadura es la región española que dispone del mayor número de kilómetros de agua dulce y de costa interior. Un total de 1.500 kilómetros repartidos entre ríos, gargantas y embalses ofrecen a los bañistas singulares y refrescantes paisajes.
Es durante la época estival uno de los momentos del año de mayor actividad de nuestros pantanos por dos motivos bien diferenciados: el abastecimiento de agua para el riego de campos y cultivos y el ocio y disfrute de paisanos y forasteros.
El Valle del Alagón, dentro de sus delimitaciones como comarca, cuenta con dos pantanos: el de Valdeobispo y del Portaje. Aunque en sus proximidades se extienden también las aguas del Gabriel y Galán, el Borbollón y el embalse de Alcántara.
Las aguas del río Alagón, embalsadas en Valdeobispo, se reparten por 17 kilómetros con una superficie total de agua embalsada de 357 hectáreas en su máxima cota. No obstante, su perímetro a través de la longitud de sus orillas, suma unos 46 kilómetros.
Este importante proyecto de ingeniería concluyó en el año 1965 y desde entonces se dio un giro radical a la economía local. De las actividades relacionadas con la dehesa de secano se pasó al sistema de regadíos y a los cultivos intensivos con la diversificación de la producción agrícola y ganadera.
La funcionalidad de la presa tiene como principal objetivo el riego de unas 40.000 hectáreas de terreno además de permitir el aporte de agua de boca a distintas localidades. En lo que se refiere a la generación hidroeléctrica, es una prioridad secundaria del embalse por lo que solo entran en funcionamiento las turbinas cuando hay excedentes de agua.
Los valdeobispeños y muchos vecinos de la comarca disfrutan todo el año de los parajes próximos al embalse.
Dehesa y regadío comparten un mismo territorio e invitan a su disfrute: largos paseos para recoger el famoso espárrago triguero de la localidad o jornadas interminables dedicadas al deporte de la pesca en busca y captura del black bass, el barbo, el lucio o la carpa.
Pero la principal actividad veraniega, sin lugar a dudas, es el baño. Los rincones más próximos a la carretera y al casco urbano suelen ser los más solicitados. Con agradables zonas de sol y sombra, césped silvestre y fondo arenoso, las cristalinas aguas del río Alagón son una delicia para sofocar los rigores del verano. Y aunque las altas temperaturas azotan el norte de Cáceres durante el verano, en el embalse de Valdeobispo tenemos garantizado un oasis de aguas limpias, claras y frescas.
*Estas son las coordenadas gps del embalse de Valdeobispo: 40.101193, -6.249908
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