Acericos vuelve a casa, a Daza, todo un emblema de Plasencia, que volverá a ser la tienda como en la que se vistieron a medida generaciones enteras, ahora de la mano de Fernando Santiago, que aprendió el oficio en la Daza de la calle Talavera donde empezó como peque con trece años.
Fernando Santiago vuelve a casa con Acericos, hasta ahora en la calle Cartas y tras nueve años de experiencia en solitario en la que ha seguido la estela de su padre, Antonio Santiago, todo un maestro en la sastrería y en la vida. “Me habría gustado que me hubiera visto establecerme en el mismo sitio por el que tanto trabajó y donde aprendí el oficio con él y con Paco Hernández, toda una institución en Plasencia” confiesa Fernando Santiago, quien nunca pierde la sonrisa, el trato amable ni la elegancia, marcas de la casa.
Casualidades de la vida, el local donde Daza se convirtió en todo un clásico de Plasencia, quedó vacío recientemente y Fernando Santiago vio la oportunidad de devolver los maniquíes a los emblemáticos escaparates de la esquina de la calle Talavera con la calle de los vinos. Dicho y hecho.
Será como un dejá vu porque allí estuvieron durante décadas y allí se trasladarán ahora los que decoran la tienda de Acericos, especializada en ropa de ceremonia para hombres con larga experiencia en sastrería, sport o complementos. “Yo hace doce años que no entraba y la verdad es que el primer día, de la emoción, me quedé clavado en la puerta porque es que yo crecí allí, allí aprendí el oficio y allí me formé como persona. Pero ahora — añade orgulloso– es como si nunca me hubiera ido”. El público reconocerá la estructura de la tienda original aunque adaptada a los nuevos tiempos por este digno heredero del emblema que fue Daza en Plasencia.
Fotos cedidas por Acericos
Publicado en abril de 2018