El Capazo es uno de esos ritos mágicos de Extremadura que se celebra el primer sábado después de Semana Santa desde tiempos inmemoriales y que este año lucirá en los balcones de Torre de Don Miguel. El coronavirus no ha podido con una tradición fuertemente arraigada en este pequeño y mágico pueblo de Torre de Don Miguel, cuyos pasadizos y bodegas han sido decorados por los vecinos en señal de unidad y sentimiento de un pueblo. #MuchoMasQueUnaFiesta ha sido el eslogan elegido para animar a vivir El Capazo desde casa.
El mágico rito del Capazo en el corazón de Sierra de Gata
A buen seguro que desde los balcones se unen cantando las mujeres y los niños que, vestidos de saya y al ritmo del tamboril, inician según la tradición el rito del Capazo en busca del Camuñas. Es el maestro de ceremonia que, a su vez, recorre el pueblo para sumar uno por uno a los doce hombres y doce niños a los que va entregando una de las capacetas que transporta en su burro y que acaban todas ardiendo en la hoguera a medianoche en la plaza del pueblo. Todos ellos forman una comitiva de hombres tiznados de negro y vestidos a la usanza de los molineros, que transportan las capacetas donde históricamente se deshacían las aceitunas en una tierra de gran tradición aceitera.
El Capazo en los balcones durante el confinamiento por el coronavirus
En su camino a la plaza, van parando de bodega y bodega dando buena cuenta del vino del año y productos de la tierra con la que los vecinos agasajan a propios y extraños. Por eso en planVE, Premio a la Promoción del Capazo 2019 del que nos sentimos especialmente orgullosas, destacamos siempre la hospitalidad de Torre de Don Miguel, que este año lucirá El Capazo en sus balcones. Aunque allí por balcones se refieren a los pasadizos típicos de la arquitectura local por donde es una delicia pasear y siempre estarán ahí con lo que cuando todo esto pase, será una escapada ideal.
Foto de cabecera cedida por el Centro de Interpretación Comarcal de Sierra de Gata