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Es decir la Chorrera en Extremadura y pensar en Hervás, pero hay otra en Tejeda de Tiétar que nadie se imagina oculta en una colorida dehesa de robles cuando se pasa por el primer pueblo de La Vera. En una comarca repleta de gargantas y donde la sombra de Carlos V es alargada, la Chorrera de Matagarcía es toda una sorpresa en una ruta de senderismo que brilla en primavera. Es la Ruta de los Pontones, que empieza en la parada del autobús a pie de la carretera EX 203, donde se puede consultar el panel informativo.
![Ruta de los Pontones de Tejeda de Tiétar](https://planvex.es/web/wp-content/uploads/2021/03/chorrera-de-tejeda-de-tietar-ruta-de-los-pontones-1-1024x617.jpeg)
La dehesa de robles de Tejeda de Tiétar es ideal en primavera
Es una ruta circular bien indicada si se presta atención a las señales blancas y amarillas en los senderos, de dificultad baja y casi 13 kilómetros que van ganando interés a medida que avanza el itinerario. La primavera es la mejor época para hacerla porque se atraviesa por una dehesa de robles florecidos, que es una estampa más desconocida que la tradicional de encinas.
Cuando se toma el camino vecinal de Valdeíñigos y se va entre callejas, cuesta imaginar la explosión de colores que está por venir. A los robles y las encinas en flor se suman mil escobas amarillas y blancas que huelen a Semana Santa y contrastan con el verde encendido de los fresnos, alisos, sauces y hojaranzos de ribera, hasta de un pinar o alcornoques y la reina de las flores en primavera, la jara. Si se echa la vista atrás, el colorido atrapa. Además acompaña en todo momento el canto de los pinzones y los cucos y, por momentos, el rumor del agua en los arroyos.
Ruta con vistas en La Vera de Carlos V
Atrás queda el Mirador de los Pueblos, desde donde además de Tejeda se ven Arroyomolinos y Pasarón así como las sierras de Gredos y Tormantos. Son frecuentes los majanos, grandes montones de piedra por el camino en el que se coincide con ganado vacuno manso.
Como a la mitad del camino hay un arroyo poblado por cantarinas ranas, que es ideal para retomar fuerzas. Nada más atravesarlo hay que subir un pequeño repecho a la derecha donde hay un inmenso fresno que regala una estampa de lo más bucólica.
A lo largo de la ruta se pasa por el Mirador del Campo Arañuelo con vistas de Majadas, Casatejada, Almaraz y Navalmoral de la Mata y por el Mirador del Tiétar.
A la Chorrera de Tejeda de Tiétar hay también una ruta senderista lineal
Cuando empieza el rumor del agua, hay que desviarse unos cien metros para descender por una fuerte pendiente a la Chorrera Matagarcía, que está perfectamente indicada, y el camino sigue aguas arriba contemplando los saltos. Hasta aquí se puede llegar más directamente por una ruta lineal de nueve kilómetros y aquí se inicia la vuelta de la ruta circular, casi todo el tramo caminando junto a una pared de piedra que separa la dehesa boyal de fincas particulares.
Es un delicioso paseo de una duración estimada de tres o cuatro horas aunque su estado primaveral invita a detenerse y recrearse en medio de la naturaleza en estado puro aunque por momentos se atraviesa alguna carretera y porteras que hay que volver a dejar cerradas para no entorpecer la labor ganadera.
No te vayas de Tejeda de Tiétar sin buscar la Muerte Pelona
La Ruta de los Pontones y la Chorrera de Matagarcía son un plan perfecto para hacer senderismo, incluso con niños, en el pueblo que da la bienvenida a la comarca de La Vera y de donde no se debe ir nadie sin buscar a la Muerte Pelona de Tejeda de Tiétar.
Es una de esos pequeños tesoros del mundo rural que atraen a los viajeros curiosos. Muchos en la comarca de La Vera en busca del rastro de Carlos V, que harán bien en hacer parada en Tejada de Tiétar y antes o después de recorrer su bonita dehesa, buscar el ara votiva que hay en el exterior de la iglesia de San Miguel, del siglo XVI y Monumento Histórico-Artístico. Razón por la que se puede ver a turistas recorriendo lentamente la iglesia buscando la lápida granítica de no más de 0,87 metros de largo por 0,38 de ancho, que está en horizontal y representa una figura antropomorfa que parece ser un danzante. Toda una curiosidad.
Publicado en abril de 2021
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