Casar de Cáceres es unas de las localidades extremeñas que mejor sabor de boca deja a sus visitantes, ya que presume de ser el pueblo originario del queso más famoso de la región y de fama nacional: la Torta del Casar. De textura cremosa, la torta se elabora siguiendo el método tradicional a base de leche cruda de oveja, cuajo vegetal y sal.

#RazonesParaSonreír con la Torta del Casar

Visitar el municipio significa conocer de cerca la tradición gastronómica y degustar un queso peculiar, de gusto intenso, que se funde en el paladar.

Para descubrir el origen de la Torta, desde  Instituto Dental IOS recomiendan visitar el Museo del Queso que guarda en su interior la sabiduría de la fabricación de un producto distintivo.

El entorno natural donde pastan las ovejas de Casar de Cáceres es un paisaje de dehesa con encinas y quercus. Los caminos que rodean el municipio son una apuesta de éxito para practicar el senderismo y las rutas en bicicleta.

El patrimonio historio del Casar presume de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción declarada Bien de Interés Cultural. Un edificio de estilo gótico renacentista del siglo XVI que contó con la intervención de Pedro de Ybarra. Su majestuosa bóveda y su retablo mayor cautivarán al viajero. La torre de la parroquia, con imponentes gárgolas, es el hogar de decenas de cigüeñas.

Los edificios religiosos en el Casar son numerosos y es recomendable perdernos por su casco urbano para visitar sus siete ermitas. Cuatro de ellas se ubican en cada uno de los puntos cardinales y responden a modelos de arquitectura popular: la ermita de los Santos Mártires, de San Bartolomé, de la Soledad, de Santiago Apóstol, de la Encarnación, de San Benito y San Blas y de la Virgen del Prado a 8 kilómetros del pueblo.

El pasado romano dejó huella en la localidad con los nueve miliarios ubicados al lado de la calzada de la Vía de la Plata y que servían de postes de señalización para marcar las distancias.

Fotografía de Casar de Cáceres de Carlos Criado

Publicado en abril de 2019