Lujo es ver, escuchar, sentir el agua cayendo en abundancia por las cascadas de Extremadura en parajes naturales de extraordinaria belleza y para eso solo hay que poner rumbo a las comarcas del norte de la región. El norte de Extremadura atesora espectaculares cascadas que bien merecen seguir este tour.
Valle del Jerte, el valle del agua en este tour por las cascadas de Extremadura
La más fotografiada es la cascada del Caozo, en el Valle del Jerte, porque es la más accesible de todas. No hay más que ver las redes sociales, fotos de gente y más gente casi rozando con la mano el torrente de agua que se alcanza a apenas cien metros de la carretera entre Valdastillas y Piornal. En sendos pueblos lo suyo es asomarse literalmente a las cascadas de Marta, desde la pasarela que permite observar lo vertiginoso de su caída, y del Calderón, que en invierno corre a raudales.
Muy cerca, camino de Los Pilones, la estampa más conocida de la Reserva Natural Garganta de los Infiernos por sus grandes pozas excavadas por la erosión del agua, merece la pena detenerse en el mirador del Chorrero de la Virgen.
Haciendo honor al sobrenombre del valle del agua, la comarca más conocida por los cerezos ofrece aún más cascadas imprescindibles. Las Nogaledas de Navaconcejo, que son una sucesión de saltos de agua en un sendero idílico donde parece sonar el oboe de La Misión y La Puria, entre El Torno y Rebollar, que es uno de los parajes más desconocidos, pero con un discreto encanto digno de descubrir.
La Vera
En Arroyomolinos de la Vera, pese a su nombre, ir a La Desesperá es sinónimo de calma atravesando frondosos bosques. Está situada en un punto estratégico entre La Vera y el Valle del Jerte en la carretera entre Pasarón y Piornal.
En Villanueva camino de Madrigal quedan La Ventera y el Salto del Diablo, de las más altas de La Vera, y a un paso del Monasterio de Yuste, en Cuacos, se pueden ver cómodamente bajando unas pocas escaleras las marmitas gigante del paraje de las Ollas.
Las Hurdes
Con sus 100 metros, la Meancera corona un paseo de lo más agradable desde El Gasco, una vez pasados los serpenteantes meandros del Valle de Malvellido, que no serán tan conocidos como el espectacular Meandro Melero de Riomalo de Abajo, pero también recomendables.
En Las Hurdes además imprescindible es el Chorritero de Ovejuela, popularmente Chorrituelo, donde sentarse en un puente de madera a contemplar la cascada frente a frente es un planazo tras una sencilla ruta por el paisaje típico de pizarra.
También de Ovejuela es el verticalísimo Chorro de los Ángeles, aunque se puede llegar desde Robledillo de Gata cómodamente en coche por pistas forestales y así se puede hacer un alto en el camino para visitar la Piedra Montá, que parece estar suspendida en el aire.
Sierra de Gata
La reina indiscutible en Sierra de Gata es la cascada de La Cervigona de Acebo tras una ruta que en su tramo final está hecha para los senderistas más avezados.
Valle del Ambroz
A La Chorrera de Hervás se llega por un sendero en zigzag al que llaman las 33 vueltas, que es un sitio de peregrinación para senderistas y una agradable sorpresa para iniciados. En el ascenso, a la izquierda, sale una vereda a las idílicas Charcas Verdes.
Monfragüe también atesora una de las cascadas de Extremadura imprescindibles
La Garganta del Fraile, Mejor Sendero de España 2022 con salida de Serradilla, es un salto de no más de diez metros, pero lo que la hace singular es que el arroyo discurre encajado entre las sierras de Peñafalcón y Santa Catalina y que se alcanza tras recorrer una ruta en plena Reserva de la Biosfera de Monfragüe al otro lado del emblemático Salto del Gitano y en el que se divisa a lo lejos el Castillo de Monfragüe.
Publicado en la revista Planes Plasencia y norte de Extremadura de invierno 2023-24
