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Cada Jueves Santo, la localidad cacereña de Torrecilla de los Ángeles se convierte en escenario de la Pasión viviente de Cristo interpretada por más de 150 vecinos. Se trata de la única representación religiosa de este tipo que se celebra en la provincia de Cáceres, concretamente, en un pequeño pueblo de la Sierra de Gata de no más de 700 habitantes.
La Pasión viviente de Torrecilla de los Ángeles se ha convertido desde el año 1987 en un atractivo turístico más de la provincia de Cáceres durante la Semana Santa gracias a la participación de los vecinos, que reviven en las calles del pueblo las últimas horas de Jesús de Nazaret y consiguen reunir a miles de personas en torno a este pasaje litúrgico.
La Pasión de Torrecilla, es más que una representación teatral. Tiene el mérito de contar con más de 150 vecinos que se convierten en actores, todos ellos amateur, dirigidos desde el primer día por un gran aficionado al teatro: José Luis Bravo. Los actores interpretan pasajes bíblicos de Cristo en la última cena, en el Huerto de Los Olivos, el proceso frente a Poncio Pilatos o la crucifixión en la cruz.
Los habitantes de Torrecilla se convierten en los protagonistas del Auto Sacramental y lo que empezó como una demostración de Fe se ha convertido en los últimos años en una gran puesta en escena. El sentimiento con el que los actores desempeñan su papel, consigue atrapar al público, que, emocionado, rompe en un fuerte aplauso.
En los últimos años, la incorporación de nuevos escenarios, decorados, trajes y sistemas de sonido e iluminación han dado un matiz de profesionalidad donde se implican muchas empresas del municipio y de la comarca.
Cada Jueves Santo, a las diez de la noche, la escenificación de la Pasión de Cristo muestra la unidad de todo un pueblo, el de Torrecilla de los Ángeles, para representar un Auto Sacramental y demostrar durante dos horas de actuación porqué se han convertido en un referente de la Semana Santa extremeña.
Publicado: abril 2015
Imágenes del fotógrafo José Manuel Robledo cedidas por la organización