Saboreando el éxito. Pero con los pies en la tierra y en tierras de Zarza de Granadilla. Así pueden celebrar en la Compañía de Cervezas de Extremadura su primer cumpleaños este mes de junio de 2014.
Más conocida por Cerveza Cerex, en solo un año puede presumir de un palmarés envidiable. El último, obtenido este mismo mes en Bruselas, ha aupado a su variedad estrella, la Cerveza Cerex Ibérica de Bellota, a la categoría de una de las mejores cervezas del mundo por decisión de los más importantes chefs y sumilleres del panorama internacional. Premio mundial 2 estrellas de oro “Superior Taste Award” se llama el galardón al “Sabor Superior” que entrega el pretigioso Taste & Quality Institute, un organismo internacional que reúne a lo más granado de las cosas del paladar.
Y saboreando la Cerex es como el público ha otorgado también su confianza a la cerveza que fabrican Marcos Rubio y Alfonso Vallejo en unas instalaciones situadas en el corazón de la comarca cacereña de Tierras de Granadilla. Si no, cómo explicar que en solo un año han pasado de producir 300 litros a 4.000 litros a la semana.
En la actualidad tienen ya más de 250 clientes repartidos por toda la geografía mundial y el reconocimiento internacional. La aventura de estos dos jóvenes extremeños es, ya, imparable. Pero tanto Alfonso Vallejo como Marcos Rubio mantienen los pies en el suelo porque no ocultan que la inversión económica está aún por amortizar. “Creemos que el año que viene empezaremos ya a recuperar, pero estamos muy contentos con los reconocimientos, de los premios pero también del público. Estamos –enfatizan– como en una nube y ahora a seguir trabajando y vendiendo, claro“. Por eso durante la conversación con planVE no paran de pronunciar palabras de agradecimiento.
A nadie se le escapa que una apuesta empresarial como ésta esconde muchas horas de trabajo y esfuerzo, pero el resultado, y más en este caso, es exquisito. Cuatro son las variedades de Cerveza Cerex que hay en el mercado. A la Ibérica de Bellota hay que sumarle la Cerex Cereza, la Premium Pilsen y la sin Gluten. Las dos primeras, además, claramente de origen extremeño y la estrella, hoy por hoy, la de bellota. “La verdad –explica Marcos– es que la que más está gustando es la de bellota, lo cual nos ha sorprendido porque al hablar de cervezas, el público español suele pensar más en la rubia, pero es que nuestra ibérica de bellota es tostada pero con un sabor dulce”.
La de cereza, de color rojizo intenso, es obviamente afrutada y suave y tiene la virtud de combinar el dulce sabor de la cereza con el amargor de la cerveza. Pero no podía faltar la popular rubia y la Premium Pilsen apuesta por el equilibrio entre los aromas a malta y lúpulo con suaves toques afrutados que la convierten en una cerveza bien refrescante. Mientras que de la sin gluten puede decirse que es la primera de estas características de elaboración artesanal en España y tercera marca nacional. Está elaborada a base de sorgo, tiene un aroma a limón y notas muy ligeras a pan recién horneado. De color claro, da una sensación espumosa en boca con sabor a sidra-champagne natural.
Para Alfonso y Marcos, Marcos y Alfonso, son como cuatro hijas a las que mimar que, a su vez, le están dando muchas alegrías de padres. Porque conviene resaltar que el flamante premio recibido en Bruselas es, de momento, el último, pero ya en noviembre de 2013, la Ibérica de Bellota obtuvo el “Premio Nacional Producto Alimentario del Año M4F 2013” en el mayor congreso de Alimentación, Bebidas y Gran Consumo celebrado en Valencia. Así como resaltable fue la acogida de la Cerveza Cerex Jerte durante su presentación en Fitur, la Feria Internacional de Turismo de Madrid, de este año o su presencia en la ronda final del World Beer Cup 2014.
Como dato curioso, en tiempos en los que no pocos jóvenes españoles buscan suerte en Alemania, en el caso de Marcos Rubio la suerte vino de vuelta. Porque fue allí, en Freising, donde se fabrica la cerveza más antigua del mundo, donde un jovencísimo estudiante aprovechó la beca Erasmus para aprender el oficio. Convertido en Ingeniero Agrónomo y de vuelta en casa, fue cuando decidió, junto a su colega de profesión Alfonso Vallejo, probar suerte. “Empezamos con equipos también hechos a mano –recuerda– pero a nuestros amigos y familiares les gustaba nuestra cerveza y dijimos que por qué no montábamos un negocio”. Y lo montaron. ¡ Y la que han montado en un año!