Navalvillar de Pela y las Vegas Altas del Guadiana son en otoño e invierno todo un paraíso grullero en Extremadura. Con la llegada del otoño, la grulla venida desde el sur de Europa, llega a Navalvillar de Pela a pasar el duro invierno en sus vastos terrenos de dehesa. Buscando, sobre todo, el sabroso alimento de las bellotas de sus muchas encinas y el grano de los arrozales, maizales y frutales de los agricultores que pueblan toda la ribera de las Vegas Altas del Guadiana. Además, de las excelentes temperaturas de la zona en esta época.
Así, pueblan la Dehesa de Moheda Alta dentro del Parque Periurbano de Conservación y Ocio los 80.000 individuos que habitan aquí hasta el mes de febrero, cuando el frío abandona la región. Donde, por cierto, se celebra anualmente el Festival de las Grullas de Navalvillar de Pela.
También en los humedales que bordean la zona. Desde Puerto Peña en La Siberia extremeña o el embalse del río Ruecas en la Sierra de las Villuercas pasando por Gargáligas, Orellana, el Cubilar y Sierra Brava.
Viajes que las grullas realizan diariamente desde sus dormideros en busca de alimento. Desplazamientos que siempre hacen en grupo formando en el aire una “V”, que supone a quien lo observa un placer para los sentidos y facilita su identificación así como el sonido de su clásico trompeteo.
Noviembre 2021
1 comentarios
Excelente descripción del paso de las grullas por tierras extremeñas.