
Por San Sebastián, del 19 al 21 de enero, Acehúche se llena de personajes con las cabezas cubiertas por caretas monstruosas con o sin pieles y de la mano arrastran una rama seca de acebuche. Son las Carantoñas, una de las primeras fiestas del año en Extremadura catalogadas de Interés Turístico Regional, que llegan a reunir a más de 3.000 personas en este pequeño pueblo de la Rivera de Fresnedosa.
Se dice que representa el martirio de San Sebastián, que fue respetado por las fieras, y lo cierto es que las carantoñas salen a reverenciar al santo cuando, entre cantos y danzas, lo sacan en procesión mientras los tiradores disparan al aire. Antes las mozas habrán engalanado las calles ataviadas a la usanza tradicional.
Tan curiosa tradición arranca el lunes, 19, con la recogida de romero por parte del mayordomo y su familia, que esparcirán por las calles por donde pasa la procesión.
El martes 20, festividad de San Sebastián, bien temprano el tamborilero recorrerá las calles del pueblo despertando a las carantoñas, que harán lo propio con los vecinos para tomar después unas típicas migas. Será entonces cuando las carantoñas empiecen a vestirse como fieras, con vestimentas que pueden llegar a pesar catorce kilos, y tras la misa irán reverenciando al santo en la llamada Loa. Las carantoñas son finalmente dispersadas por la presencia de La Vaca Tora con cuernos y un gran cencerro.