
El poeta Tente Garrido acaba de publicar Santuarios, en la editorial granadina AVERSO, tras Glory Hole (Vitruvio, 2021) y Temperamentos (ERE, 2022). Con este nuevo libro comienza a reconocerse, dentro de la literatura que se escribe en Extremadura, una voz, un estilo y una poética propia, descarnada y visceral por una parte, sensible y llena de esperanza por otra. Los poemas de Tente Garrido no están escritos para dejar intacto al lector, el ritmo de staccato con que se construyen, en cascadas sonoras, se avienen bien con la crudeza de las imágenes y los símbolos, situados en el territorio del realismo sucio y la heterodoxia punk. Además, la preferencia por los versos cortos crea un efecto de impacto y desgarro, una distorsión para que fluyan la incertidumbre, la rabia y las contradicciones sociales y personales, y como en ciertos movimientos contraculturales, pienso en el grunge, se vuelven rechazo de lo convencional y de los valores poéticos predominantes.
El título Santuarios podría remitir al ámbito de lo sagrado, a un espacio para la protección y la pureza, pero nada es así, no es el lugar en el que encontrar consuelo y ocultar los pensamientos ocultos. T. Garrido lo convierte en un escenario complejo, en el que sangran las heridas, se exponen los conflictos íntimos y se cuestionan las formas del autocontrol y la autocensura. También las contradicciones e hipocresías de una sociedad que se pone los anteojos del conformismo y las banderas de la modernidad, como en el poema Ecofriendly green washing:
Los papás disfrutamos
de nuestra barbacoa vegana,
bebemos vino ecológico
y cerveza artesana.
Hablamos de homeopatía
y cooperación.
Untamos hummus
en rebanadas de pan
hecho con masa madre.
(…)
Generamos basura a conciencia
en nuestro adosado unifamiliar,
pero la responsabilidad
de saber separar nuestra mierda
nos otorga cierto estatus,
nos da derecho a opinar.
Abundan las imágenes inquietantes, las confidencias turbadoras y las expresiones violentas que van conformando la cara B de la condición humana. Como ejemplo, unos versos del poema Gentrificación:
Cuando disparan
sienten que pueden crear.
El asesinato es un placer
del que pocos pueden disfrutar,
un arte
del que pocos pueden presumir.
Un poema que resuena a Baudelaire y a André Breton, al realismo social, y a poesía marginal y urbana. La creación se vuelve virulenta, cínica y perturbadora para que el lector la sienta como víctima (y partícipe) de unas estructuras sociales fariseas. La poesía de Tente Garrido no está escrita para oídos sensibles que busquen un bálsamo reparador. No ofrece falsas esperanzas, sino que muestra las grietas humanas sin edulcorantes y confronta al lector con sus propias incoherencias y las mecánicas alienantes de la vida ordinaria.
Regular (…)
-Para ser mediocre, mediano, corriente, intermedio,
aceptable, pasable, normal, común,
ordinario, usual, metódico, uniforme, moderado…-
Regular los días, las horas de trabajo,
los escasos descansos.
Regular las relaciones,
los sentimientos,
los latidos del corazón.
Los poemas de Santuarios forman una poética de la resistencia, arañan, nombran el caos, impugnan la derivas sociales, el fingimiento, la confusión de la vida, pero no proponen una hoja de ruta ni el yo poético se vuelve un ente moralizador:
Apostasía
No dirijo el porvenir
de mis días,
no tengo opinión formada
sobre nada hasta que
escupo palabras
y retumban en mí desde fuera.
(…)
No exijo recompensa
por mis días,
días vividos (…)
Un santuario no solo es un lugar para creer, sino también para dudar, resistir y encontrar, quizá, en el acto creativo una forma de salvación y de libertad. Entre las imágenes que actúan como espejos incómodos se filtran destellos de belleza y de amor, unos sentimientos que se plasman sin épica y sin otros atributos que la fugacidad de lo cotidiano como contrapartida, no obstante, al torbellino de las cosas.
En mi opinión, la poesía de Tente Garrido es una poesía del cuerpo, física, frente a otras propuestas más intelectuales – el último poema del libro Anatema puede servirles de ejemplo -, que se instala en una tradición literaria que opera en la seducción de lo ácido y las emociones crudas. También rechaza de plano el sentimentalismo fácil, pero se expone, es generosa, sangra, y deja un rastro humano, demasiado humano.
Para este humor es necesario un santuario y una copa.
Publicado en abril de 2025