
Lope de Vega cantó a la belleza de Abadía desde el jardín renacentista del Palacio de Sotofermoso, era el siglo XVI y el lugar resplandecía. Por algo había sido desde tiempos remotos zona de paso de los animales en buscas de mejores pastos y por algo, la casa de Alba se había quedado con el palacio y había instalado allí un centro cultural y artístico de gran importancia.

Los 340 habitantes que hoy viven en Abadía recorren sus calles, mientras las hojas caen de las ramas de los árboles. En esta época, el Valle del Ambroz, nombre del río que cruza el pueblo, se convierte en un lugar de visita obligada porque el otoño tiene el nombre de “mágico” y lo es. No solo por los colores de la naturaleza, sino por el sinfín de actividades que se organizan en estas semanas, un Otoño Mágico que en 2024 recibió el título de Fiesta de Interés Turístico Internacional.
En esta época, el Valle del Ambroz, nombre del río que cruza el pueblo, se convierte en un lugar de visita obligada porque el otoño tiene el nombre de “mágico” y lo es

La piscina de Abadía, todo el año
Abadía cuenta con una de las piscinas naturales más populares, por su zona de césped, la amplitud de su piscina y el encanto del entorno. Como el puente romano, que sirve de telón de fondo, o el merendero en la chopera, junto al cauce del río. Durante el resto del año, la piscina sigue viva, aunque el agua pase veloz y no se detenga, su chiringuito se mantiene abierto de jueves a domingo y el paseo a la orilla del río sigue siendo habitual para los vecinos.
Muy cerca de allí, se levanta la Iglesia de Santo Domingo, es del siglo XVI y tiene una espadaña en piedra con dos campanas y la entrada está en un pórtico con columnas. Los árboles lo rodean todo y la CC-168 que une Aldeanueva del Camino, a los pies de la montaña, con la deshabitada Granadilla pasa por Abadía y la divide en dos.
Cada primer sábado de mayo, los vecinos de Abadía celebran una romería en el campo, en la zona llamada de Las Navas, a los pies de una antigua cruz. Pasado el verano, con motivo del Otoño Mágico, en el entorno de la piscina natural se celebra una gran “calbotá”, que reúne gente de aquí y de allí para disfrutar de uno de los majares de la época.

El Convento de la Bien Parada
Entre Abadía y La Granja se levanta el Convento de la Bien Parada, que fue de franciscanos bajo la protección de la Casa de Alba. De su grandeza habla la fachada de la iglesia erguida entre ruinas. Actualmente pertenece al Ayuntamiento y es común el deseo de propios y extraños porque reviva aquel sitio como destino turístico y se detenga su deterioro. Una ruta senderista por el campo une Abadía con el convento. Además, no es extraño ver visitantes a sus pies, personas que pasan por esa tranquila carretera y se asombran al ver entre los cultivos el antiguo convento.

El Palacio de Sotofermoso, el nombre de Abadía y Lope de Vega
El Palacio de Sotofermoso vigila en una breve loma al pueblo. Se piensa que fue fortaleza templaria y luego una abadía de monjes cistercienses y de aquí el nombre del pueblo. En el siglo XV, cuando la localidad pasó a manos de la Casa de Alba, aquello se convirtió en una academia literaria de artistas italianos y flamencos. Allí acudieron Lope de Vega y Garcilaso de la Vega, entre otros. Tiene aún su patio mudéjar, aunque el fabuloso jardín renacentista que le dio fama se ha perdido. De todas maneras, es una fortaleza admirable y su pasado glorioso se palpa entre las piedras. Puede visitarse gratuitamente los lunes entre las 10 y las 11,15 horas.
El Palacio de Sotofermoso vigila en una breve loma al pueblo. Se piensa que fue fortaleza templaria y luego una abadía de monjes cistercienses y de aquí el nombre del pueblo
Abadía es un pueblo pequeño y tranquilo, pero vivo, los niños juegan en el parque y los vecinos pasean por sus calles y acuden a los bares para compartir, mientras la montaña, al fondo, comienza a teñirse de ocres y el río suena furioso entre las piedras. El encanto se hace presente, el mismo que debió cautivar a Lope de Vega cuando escribió estos versos: (…) Cantaré del jardín de la Abadía / famoso donde nace y muere el día / yace donde comienza Extremadura / al pie del monte que divide España / un hermoso jardín que en hermosura / los pensiles hibleos acompañan. / De las nevadas sierras de Segura / el río Serracinos baja y baña / los cimientos del muro y las almenas/ miran por sus cristales sus arenas. (…)


Abadia, entre a magia do outono e a passagem da história
Publicado en octubre de 2024
© Planveando Comunicaciones SL
1 comentarios
Llevo veraneando 40 años en ese pueblo. Soy feliz allí cuando salgo de la Capital de España. El chiringuito o piscina de Abadía ha dado un vuelco de mejora el último año. Felicidades a los gestores!! . Que Abadía no pierda ese encanto y que el Palacio se convierta en un buen Parador Nacional.