Alburquerque es uno de esos sitios en los que pasear se convierte en un viaje en el tiempo. Una deliciosa vuelta atrás en este municipio pacense que es Conjunto Histórico Artístico. Está en las estribaciones de la Sierra de San Pedro y pertenece a la comarca de los Baldíos.
Festival Medieval de Interés Turístico
El Festival Medieval de Alburquerque, Fiesta de Interés Turístico de Extremadura, recupera ese pasado histórico cada puente de agosto. Los vecinos se afanan en engalanar calles y fachadas para dar lustre a una celebración en la que se recrea la convivencia entre árabes, judíos y cristianos. Representaciones teatrales, visitas turísticas, música, mercado… definen un programa de lo más atractivo para disfrutar en familia.
Castillo de Luna, Monumento Nacional y foto fija en Alburquerque
El Castillo de Luna es escenario privilegiado de esta celebración. Declarado Monumento Nacional es el icono de Alburquerque, el que marca la foto fija de un destino que envuelve al visitante en un viaje de película.
Porque eso es lo que parece la localidad, un decorado de cine. De ahí que el castillo sea el telón de fondo, no sólo del Festival Medieval, sino también de una sobrecogedora Pasión Viviente cada Viernes Santo.
El Castillo de Luna del siglo XIII es, por tanto, de visita imprescindible. Se trata de una de las fortalezas medievales más importantes y mejor conservadas de la Península Ibérica, con capilla románica y oficina de turismo (teléfono 924 40 12 02) en su patio de armas. Es el lugar perfecto para extender la vista y descubrir no sólo municipios extremeños sino también portugueses, como la bella Marvao.
El castillo abre todos los días de 10.30 a 13.30 y de 17.00 a 19.30. Solamente cierra el viernes y el sábado que coinciden con el Festival Medieval. Las visitas son gratuitas y por libre.
Villa Adentro y Villa Afuera
En Alburquerque hay que perderse por las calles del barrio medieval o barrio gótico judío que se conoce como Villa Adentro. Destacan sus pórticos ojivales, patios de armas, la casa de la Sinagoga en el número 15 de la calle Derecha o la iglesia de Santa María del Mercado.
Se accede al barrio desde la Puerta de la Villa o de Belén. Durante el paseo por este entorno llamará la atención la Puerta de Valencia, con sus dos torres cilíndricas de 13 metros de altura.
En Semana Santa hay una procesión por su entramado de calles que deja imágenes impactantes.
La muralla defensiva separa Villa Adentro de Villa Afuera, que es la parte más moderna. Aquí hay que buscar sus casas solariegas y edificios singulares como las iglesias de San Mateo y San Francisco o el convento de la Madre de Dios con su claustro renacentista.
Los maríos de Alburquerque, dulce placer
Hay que salir también del municipio conocer el entorno de Alburquerque. Lugares como el Risco de San Blas con sus pinturas rupestres de la Edad del Bronce que son Monumento Nacional o el bonito paisaje al pie del río Gévora que enmarca el santuario de Nuestra Señora de Carrión, patrona de Alburquerque.
Y por supuesto hay que sacar tiempo para degustar el queso de Alburquerque, incluido en la Ruta del Queso de Extremadura; los productos derivados del cerdo ibérico y dulces como los bollos de pascual, las empanadas fritas y los maríos hechos con chicharrones de manteca.
* Fotos cedidas por la Oficina de Turismo de Alburquerque
Publicado en agosto de 2024
© Planveando Comunicaciones SL