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Garganta la Olla, el pueblo de La Vera que sedujo a Cervantes

Garganta la Olla es uno de los rincones de La Vera que tanto seducen al turista de hoy en día, como dicen en el pueblo que inspiró a Cervantes cuando escribió La Gitanilla. La razón hay que buscarla en que la danza que el escritor situó en Madrid en la primera de sus Novelas Ejemplares, parece sacada del Baile de las Italianas que sólo se celebra aquí cada 1 y 2 de julio durante las fiestas de la Visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel.

El Baile de las Italianas, fiesta única en Extremadura

Como las mozas de Garganta la Olla, La Gitanilla bailaba en grupo. Todas ‘bien aderezadas, escribió Cervantes, al son del tamboril y castañetas y con un gitano, gran bailarín, que las guiaba’. También ‘las italianas’ lucen sus mejores galas mientras bailan a la Virgen en un ir y venir calle arriba y calle abajo al ritmo de las castañuelas en compañía del maestro y el tamborilero. Así es que existe la creencia popular, alimentada por el folklorista García Matos y manuscritos de la parroquia del siglo XVII, de que eran danzas gitanas que acabaron denominándose italianas por azares de la fonética y de las que habría tenido noticia Cervantes cuando el pueblo cobró fama como parada y fonda de la soldadesca que acompañó a Carlos V en su retiro al cercano Monasterio de Yuste.

Detalle de una de las mozas el día grande del Baile de las Italianas. Andy Solé

Si es una fantasía o la trajeron los soldados garganteños de los Tercios Españoles como cuenta también la tradición, es un misterio, pero que verlas es un espectáculo no hay duda. El 1 de julio al caer la tarde, siempre ocho doncellas que solo podrán repetir hasta que se casen, inician el baile. La mañana siguiente van de blanco impoluto y adornadas con el pañuelo de seda de colores al hombro, cintas de colores sobre las enaguas, un clavel hacia abajo si tienen novio y un curioso gorro con un pajarito en lo alto y un espejo.

El tamboril va anunciando su recorrido por las calles y el momento más solemne se vive cuando acuden en busca de la Virgen a la iglesia para acompañarla en la procesión sin darle ya nunca la espalda en señal de respeto. Por la tarde, llega la parte más lúdica con el ofertorio y la rifa de las roscas, donde toda mujer es bienvenida a sumarse al baile. Los hombres en esta fiesta solo pueden ser mayordomos o diputados mientras que el 13 y 14 de septiembre protagonizan la Danza de los Palitroques.

Todo un clásico el charco de Las Pilatillas con sus refrescantes pozas en la carretera que va a Yuste.

El irresistible Charco de Las Pilatillas

El Baile de las Italianas es una fiesta única en Extremadura y la ocasión de inaugurar la temporada de baños en el Charco de Las Pilatillas, cuyas pozas son como irresistibles jacuzzi naturales y sus enormes piedras de granito como auténticos solarios. Es el primer charco que se encuentra en la carretera a Yuste y uno de los más grandes de la coqueta Garganta Mayor a la que pertenecen también las Pilatillas de Arriba y el Calderón.

Ruta Garganta Mayor, un paseo al fresco

Hay más charcos, pero estos son los más populares y por todos ellos transcurre la ruta senderista Garganta Mayor, que es más bien un paseo circular de no más de 2,5 kilómetros de gran frescor y abundante vegetación en verano.

El mirador de Garganta la Olla que domina la escultura de La Serrana de la Vera en la carretera a Yuste. Andy Solé

El Mirador de la Serrana y el Mirador Emperador Carlos V, imprescindibles

A un kilómetro en coche de Las Pilatillas por la carretera de Yuste queda el Mirador de la Serrana, un clásico tanto por sus vistas del pueblo como por la leyenda a la que está ligado el nombre de Garganta la Olla, la Serrana de la Vera, representada aquí por la escultura de la mujer que seducía, emborrachaba y daba muerte a los hombres por despecho. Cuentan que era Isabel de Carvajal, que abandonada por el sobrino del Obispo de Plasencia con el que se iba a casar, se lanzó a la sierra y que en conmemoración de sus víctimas se erigió una cruz en lo alto de la torre de la iglesia de San Lorenzo que domina la panorámica.

El más reciente mirador de Garganta la Olla, el del Emperador Carlos V, en la carretera a Piornal. Andy Solé

Otra visión privilegiada del pueblo se tiene desde el Mirador Emperador Carlos V, más reciente en la red de miradores de la provincia de Cáceres habilitados por la diputación, pero ya también imprescindible para observar cómo la Sierra de Tormantos acuna Garganta la Olla. Está situado en el desvío hacia el depósito de agua potable en la carretera a Piornal.

Por estos lares campó a sus anchas La Serrana de la Vera, inmortalizada por Lope de Vega o Vélez de Guevara, cantada por Acetre y con fiesta propia el primer fin de semana de agosto, que ofrece representaciones teatrales a cargo de los propios vecinos o ruta senderista a la cueva de la serrana.

Rutas a la Cueva de La Serrana, el Monasterio de Yuste y al Canchal Negro

Para quien quiera caminar hasta la Cueva de la Serrana por cuenta propia, puede consultar el track de la Ruta al Puente Pivilla en la web de Turismo de Garganta la Olla. También la ruta al Monasterio de Yuste, circular de unos 14 kilómetros de dificultad moderada, y la Ruta al Canchal Negro, que la Fexme organiza en primavera a elegir entre ruta larga de 22 kilómetros y dificultad alta y ruta corta de 14 y más llevadera.

Garganta la Olla, un pueblo donde perderse

Garganta de la Olla es también un pueblo para perderse por sus calles. Nada más entrar, llama la atención la Ermita del Santísimo Cristo del Humilladero aunque lo más interesante está en su interior: el altar de azulejos de Talavera del siglo XVI. Lo mejor es aparcar en sus alrededores e ir descubriendo paso a paso por qué es Conjunto Histórico Artístico y uno de los pueblos más turísticos de la comarca. De lo que da fe la coqueta puerta azul que aparece a la izquierda enfilando la calle Chorrillo que termina en la Plaza del 10 de mayo, la Plaza Mayor, con sus animadas terrazas y tiendas de souvenirs y productos típicos.

La Casa de Postas de Garganta la Olla, posada en tiempos de Felipe II.

La Casa de Postas, histórica posada

Enseguida en esta calle por donde corren los toros en las fiestas de julio hasta la plaza, aparece a la derecha una casa con porche de madera, columna de granito y fachada con la inscripción de Ave Maria Purissima. Es la Casa de Postas, posada de viajeros en tiempos de Felipe II, el hijo del Emperador que tuvo por última morada el Monasterio de Yuste, el cual queda a un cuarto de hora en coche de Garganta la Olla.

A su lado está la Casa de Félix Mesón Gómez, en cuyo dintel se aprecia una de las primeras estrellas de seis puntas que abundan en el pueblo como símbolo protector o directamente la estrella de David, señala Javier, el técnico de la oficina de Turismo que abre al público, junto al ayuntamiento, de miércoles a domingo por la mañana.

La Casa Azul de Garganta la Olla, lupanar en tiempos de Carlos V. Andy Solé

La célebre Casa de las Muñecas o la Casa Azul de Garganta la Olla

La muñeca del dintel de la fachada que indica que fue una Casa de las Muñecas. Andy Solé

Más adelante sobresale la Casa de las Muñecas, de azul añil, balcones de madera, la muñeca en la piedra y también en miniatura en la cerradura como señal del lupanar que fue en tiempos de Carlos V. A estas alturas el visitante ya habrá disparado un montón de fotos y a buen seguro habrá cargado con pimentón de La Vera, quesos, los típicos tasajos y demás productos extremeños o imanes de La Serrana de la Vera o Carlos V que despacha con desparpajo Mario Fagúndez, de Tu rincón, heredero de la Casa de las Muñecas en cuestión.

El Museo de la Inquisición en la casa que fue Tribunal del Santo Oficio durante más de 200 años. Andy Solé.

El inquietante Museo de la Inquisición

Está casi en la esquina con la plaza porticada del 10 de mayo con su típico pilón, a cuya izquierda aguarda la visita más escalofriante de Garganta la Olla, el Museo de la Inquisición. Es cruzar el umbral de esta edificación sostenida por una columna granítica que fue durante más de 200 años sede del Tribunal del Santo Oficio y sentir el peso de la historia más siniestra recorriendo las salas de juicios y torturas. Es de gestión privada.

Es el mejor ejemplo de arquitectura tradicional verata con sus casas invertidas. Andy Solé

El icónico Barrio de la Huerta de Garganta la Olla

De vuelta a la plaza mayor, a la izquierda se llega enseguida al Barrio de la Huerta, popularmente barrio judío donde más estrellas de seis puntas se encuentran. Es un entramado de soportales con vigas de madera y el mejor ejemplo de arquitectura tradicional con casas donde la vida se hace en la primera planta. Entre ellas se encuentra la Casa de la Seda, que fue ocasionalmente residencia veraniega de los Duques de Alba.

Casa de Carvajal, en busca de la Serrana de la Vera

Muy cerca se halla la Casa Carvajal, la única del pueblo con escudo nobiliario un balcón de madera con vigas labradas. Cuenta la tradición que la Serrana de la Vera era descendiente de esta poderosa familia.

La Casa de la Peña forma parte hasta del escudo de Garganta la Olla. Andy Solé

La Casa de la Peña, alarde arquitectónico

Entre las fotos que pide a gritos Garganta la Olla está la Casa de la Peña, la llamativa casa de la calle Llana donde el peso de la habitación aérea, conocida como ‘la solana’, y sus tres vigas de madera descansan sobre la peña. Todo un alarde de aprovechamiento del espacio urbano que forma parte del escudo del pueblo.

Justo enfrente hay una típica casa de adobe, madera y piedra de cuyos balcones cuelgan montones de calabazas.

La torre de la iglesia de San Lorenzo que domina toda panorámica de Garganta la Olla. Andy Solé

La iglesia de la torre vigía de Garganta la Olla y su órgano barroco

Si no se tiene la suerte de coincidir con el curioso toque de sus campanas que conducen hasta la iglesia de San Lorenzo Mártir, solo hay que buscar la torre campanario de más de 30 metros que dibuja el sky line del pueblo desde sus miradores. Esta iglesia data de la época de los Reyes Católicos alberga uno de los pocos órganos barrocos de España.

Garganta la Olla, a aldeia de La Vera que seduziu Cervantes

Publicado en junio de 2024

© Planveando Comunicaciones SL

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