El Salto del Gitano es el mirador de los miradores del Parque Nacional de Monfragüe. Siempre hay gente contemplándolo a pie de la carretera que atraviesa el parque, la Ex208, pero hay un sendero que permite sentirte frente a frente dando un paseo de lo más accesible de no más de 2,4 kilómetros.
La senda del embalse te lleva de tú a tú al Salto del Gitano en Monfragüe
Es la ruta por la senda del embalse que sale de la Fuente del Francés, que aún yendo en paralelo a la carretera, se adentra por un camino cubierto de vegetación bordeando el río Tajo que transmite calma. Por tramos parece sacado del Señor de los Anillos con sus líquenes de color negro y puede haber zonas de la vereda inundadas, pero se pueden salvar con pequeños rodeos. De hecho cuando el río lleva más agua es cuando este paseo es más bonito.
No obstante, lo recomendable es consultar antes en el Centro de Recepción de Visitantes de Villareal de San Carlos, que está de camino además aún a sabiendas de que el mejor momento para hacer esta pequeña ruta es en primavera y otoño. El personal, no obstante, da todo lujo de detalles con amabilidad y es la ocasión de preguntar también si el Puente del Cardenal está cubierto por el agua o se puede ver. Está a un paso del punto de partida de la senda del embalse.
El coche se puede dejar en el aparcamiento situado frente a la Fuente del Francés y ya a la orilla del río, junto a un merendero, se encuentran los carteles que indican la senda del embalse como uno de los tramos del itinerario rojo del parque. No hay pérdida aunque ya no hay más carteles y el sendero es llano y accesible aunque lo conveniente, como siempre a la hora de emprender una marcha, es llevar calzado adecuado. Además en algún punto aparecen pedreras por donde hay que caminar con más cuidado para salvar las piedras que se van desprendiendo de las laderas.
Según se avanza, las vistas se van abriendo y de repente, aparece el famoso roquedo de Peña Falcón, más conocido como el Salto del Gitano por la leyenda que dice que una de las rocas tiene forma del tricornio del guardia civil que quedó petrificado al ver cómo el gitano al que perseguía se lanzaba por el acantilado y consiguió cruzar el río.
Leyendas aparte, esta mole de cuarcita es morada de buitres leonados y, según épocas, alimoches, buitres, cigüeñas negras… De por sí la visión de los roquedos es impresionante, pero el espectáculo está aseguro con el numeroso número de buitres leonados sobrevolándolo. Lo suyo es llevar prismáticos para verlos en todo su esplendor.
Esta ruta se puede hacer en menos de una hora, pero a buen seguro será más tiempo porque es una gozada sentarse a contemplar el paisaje. Es lineal, salvo que se quiera seguir adelante rumbo al Castillo de Monfragüe hasta el que hay algo menos de tres kilómetros en pendiente y solana, eso sí.
El merendero es una buena propuesta para una paradita, pero también Villareal de San Carlos y no digamos si se va pensando en degustar una rica caldereta de Casa Paqui, donde se oye hablar más alemán e inglés que en serradillano, el habla de Serradilla, que tiene oficina de turismo propia justo enfrente y donde dan información sobre el Barco de Monfragüe.
Publicado en mayo de 2024