Al viejo olmo del Puerto también se le acabó llevando por delante la grafiosis, esa enfermedad que se ha venido cebando con miles de ejemplares en tantos lugares. Su tronco se ha mantenido firme frente al santuario, aunque sin su frondosa copa era difícil encontrar sombra.
Consciente del simbolismo de ese ejemplar en un sitio de tanta referencia para los placentinos, la empresa Bosque Urbano ha tenido un bonito gesto donando a la ciudad un fresno que crece junto al viejo olmo del Puerto. Igual que un nieto al que cuida su abuelo.
Se trata de un ejemplar autóctono y de crecimiento rápido que acabará dando buena sombra.
Bosque Urbano se ha encargado del transporte y la plantación, además de rehacer la jardinera de piedra que rodea a los dos árboles. La Brigada Verde del Ayuntamiento de Plasencia les ha ayudado en esta tarea y de ese trabajo conjunto queda referencia en la placa que se ha colocado junto a los dos ejemplares. En ella se puede leer que “plantar un nuevo árbol no solo es reemplazar lo que se perdió, es sembrar esperanza y renovación en un lugar que nos pertenece a todos”.
Publicado en abril de 2024
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