El significado de Carnaval es en principio un espacio de tiempo dedicado al divertimiento, que incluye el comer carne para satisfacer la prohibición de comerla, antes de abandonar este placer, carnem-levare, durante los días de Cuaresma a partir del Miércoles de Ceniza.
El Carnaval, además de aprovecharse para comer carne antes de entrar en la Cuaresma, comprende un periodo de fiesta popular marcado por la diversión, buen humor y hasta el descontrol. Ese desahogarse en el comer y beber incluye la tradición de disfrazarse y adoptar formas de vestir y aparentar o satisfacer ciertas veleidades entre los grupos o pandillas de amigos, “comparsas” en plan jarana con coplas muchas veces alusivas al momento.
Aunque entre los años 1940 y1960 estuvieron estas fiestas prohibidas, hoy día todas las poblaciones de la Vera como del resto de España, las celebran de una u otra forma. Una efeméride constituida hoy día por diversas actividades, algunas tradicionales como el Pero Palo de Villanueva, y otras más novedosas, que, aunque continúen con el gozo de sus costumbres ancestrales, cuentan con otras como los típicos desfiles de carrozas y comparsas, por ejemplo. Tal es el caso de Jaraíz que este año ha cursado el expediente para que su Carnaval sea declarado Fiesta de Interés Turístico Regional y se disfrute así el año próximo.
El Carnaval fue prohibido apenas comenzar la guerra Civil española, debido al calamitoso estado del país. La razón de esta prohibición, que continuó después de la Guerra Civil española hasta la década de 1960, se basaba en que su contenido comprendía un conjunto de jolgorios y algarabías con disfraces, donde era fácil el equívoco o que surgiera una posible crítica al poder, aunque esa crítica fuera festiva.
Además, el Carnaval tenía ese componente pagano que demonizaba la Iglesia franquista, pero también de subversión del orden establecido durante unos días. Sin embargo, de manera más o menos velada, en Jaraíz, como en otras poblaciones, el Carnaval fue más permisivo con manifestaciones divertidas en el ámbito rural o agrícola, “fiesta de los agricultores”.
En su haber, la población jaraiceña, aparte de potenciar sus tradicionales festejos carnavaleros, comprendía otras actividades: la celebración del Domingo Gordo (precedente al Miércoles de Ceniza) que integraba el disfraz de Carnaval jaraiceño con la exhibición ritual de los trajes extremeños entre los que destacaban las mujeres con el mantón de Manila, la falda tachona y las gargantillas y pendientes de oro; la recogida de chorizos y huevos, antiguamente acompañados de la típica burra engalanada y la garrafa de vino de la que bebían los pedigüeños y daban a beber a los que correspondían ofreciéndoles ambos productos, chorizos y huevos, que después les servían para una cuchipanda, o las rondas callejeras, antes dominadas por el tambor y la flauta, y después con sus instrumentos (guitarra, laud y bandurria o mandolina, botella de anís y tenedor, almirez, castañuelas y etc.), tan comunes y frecuentes en la localidad. Terminado el recorrido por las calles de la población, el gentío bullanguero se concentraba en la Plaza Mayor. Allí, entre otras bromas, se soltaba de manera improvisada la vaquilla (dos personas disfrazadas de tal guisa) con el consiguiente susto, griterío y jolgorio de los asistentes. También se organizaba el baile, que en los años que Jaraíz tuvo Banda Municipal de Música interpretaba diversas piezas mientras el público bailaba, bebía y se gastaban bromas con buen humor y aire festivo. Las celebraciones del Carnaval terminaban el Miércoles de Ceniza, con el rito del Entierro de la Sardina. Llanto y dolor con el incienso que siempre contaban con el gracioso que añadía al incensario pimentón picante…
Hoy día el Carnaval de Jaraíz dispone de un excelente programa de fiestas que recoge sus tradiciones y ha añadido otras novedosas, entre ellas, la representación de la Boda Extremeña o los desfiles carnavaleros llenos de colorido, bailes y música.
Estamos seguros que D. Miguel Unamuno, de la misma forma que se sorprendió ante la visión del Carnaval jaraiceño, en el primer cuarto del siglo XX, como manifiesta textualmente en su libro “Andanzas y visiones españolas” (1920): “El lunes de Carnaval salimos de Jaraíz para Yuste, haciendo a caballo esta parte del viaje. En el Carnaval callejero de Jaraíz se conocía que el dinero no escaseaba”.
Seguro que nuestro escritor y pensador, D, Miguel de Unamuno, no tendría reparo en repetir hoy día esta frase referente al poder y lujo del Carnaval de Jaraíz, aumentada con más razones por su belleza y sana diversión, razón por la cual merece ser declarado Fiesta de Interés Turístico Regional.
Publicado en febrero de 2024