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El ‘Carnaval Jurdano’ emprende el camino hacia el pueblo de Cambrón

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Cuenta la vieja leyenda, recogida a los mayores de estas cordilleras pizarrosas de Las Hurdes que la alquería de Cambrón se llamó, en tiempos remotos, Villahermosa.  Pero he aquí que se echaron encima tiempos calamitosos, llenos de tropelías y guerras intestinas, y fueron apresadas (otros dicen que se entregaron voluntariamente al enemigo) las mujeres en edad de merecer de pueblo con tan rimbombante nombre.  Afirma el viejo dicho que ‘cuandu el ríu sona, es polque l,agua atrona’; o lo que es lo mismo, en castellano: ‘cuando el río suena, agua lleva’.  Pero las rumorologías no están exentas de sorna y de cierta crueldad.  Dio en correr la voz que aquellas mujeres, no todas pero sí algunas, dieron en yacer con el enemigo y sus vástagos fundaron el lugar de Cambroncino, que, efectivamente, fue lugar cuando estuvo el Ayuntamiento del concejo de Caminomorisco en este pueblo.  Sin embargo, al traspasar el consistorio a la alquería de Las Calabazas por los años 20 del siglo XX, esta aldea se erigió en lugar y Cambroncino bajó un peldaño y se convirtió en aldea.

Noelia Martín Cervigón, actual alcaldesa de Caminomorisco, luciendo el tipo, en el papel mitológico de “La Chancalera”, con sus pieles y su cabellera rubia, en la edición del CARNAVALJURDANU-2023, en el pueblo de Arrolobos. (Foto: “La Jurdana”9

El que fuera gran amigo e informante nuestro, Julián Sendín Martín, de la alquería de Vegas de Coria, ya fallecido, nos relataba una larga y curiosa ‘Relación de los puebrus de las Jurdis’, que aprendió de su madre, la famosa curandera jurdana ‘Tía María la Sandina’.  La mención a Cambrón patentiza los rumores: ‘Aquel lugá de Cambrón, / que suena a puesta de cuernus, / dicin que fue Villahermosa, / de los rucones en tiempus. / Al vendelsi al enemigu / las mujeris d,esti puebru, / se cambió pol Cambrón / para los sigrus eternus’.  Curiosamente, mientras otros pueblos mudaron su nombre, por resultar cacofónicos, malolientes o guarrindongos, Cambrón, a mucha honra, mantuvo el suyo y no volvió a acordarse de Villahermosa.  Comentan que dicho caserío es el núcleo jurdano donde más naranjos crecen en sus huertos.  Algunos les atribuyen el gentilicio de ‘naranjerus’.  Buena fruta para preparar un plato muy tradicional de estas tierras: ‘El Limón’, donde las rodajas de naranja se llevan la palma, aunque también hay algún gajo de limón; bien revuelto todo ello en aceite de oliva, huevos fritos o cocidos, chorizo pasado por la sartén y unos ajos picados.  Hay quien le añade un chorro de la ‘polienta’ (vino casero y artesanal).  Relatan que ‘El Limón’ es el mejor ‘quitarresacas’ del mundo.  Y quien lo probó, entre los que me cuento, puede poner la mano en el fuego por ello.

Ritual de la “Quema del Morcillu” (pelele mitológico), en la edición del “Carnaval Jurdanu”-2023, en la alquería de Arrolobos. (Foto: “La Corrobra”)

Viejo pueblo es Cambrón.  Huellas de la prehistoria hay en ‘La Peña Simón’.  Se repiten los petroglifos en ‘El Canchu de las Jerraúras’, por los altos pagos de ‘La Güerta de la Sartenejilla’ y ‘El Bonal’.  Selváticos parajes, donde se abarrancan abismalmente sobre las gargantas serranas los angostos valles de ‘La Groria’ y de ‘El Infiernu’.  Y en Cambrón también se encuentra el Centro de Interpretación del Agua y Medio Ambiente de Las Hurdes, levantado sobre un antiguo y rústico lagar de aceite.  Al frente de él, el buen amigo Carlos Manuel Gómez Martín, jurdano de pura cepa, y que vive con intensidad las numerosas actividades que programa y dirige, a lo largo de todo el año, en conexión con los ecosistemas y el mundo natural de Las Hurdes.  Atrás no dejamos, ni mucho menos, la escalofriante puesta en escena de ‘Rejilandu de Mieu’ (temblando de miedo), que todos los veranos, bajo la luz de las estrellas, muestra a toda una serie de personajes mitológicos y del mundo feérico de Las Hurdes, escondidos entre las florestas que rodean al pueblo.  Cientos de personas se arraciman, en esas jornadas, para caminar, con el alma en vilo, por trochas de cabras y otras sendas pedregosas. 

Estación prehistórica del “Bonal de la Sartenejilla’, paraje dentro de los comunales de Cambrón.  Todo un petroglifo de posible factura calcolítica.  (Foto: F.B.G.)

Saturnalias, la Diosa Carna y ‘Otros Cuentus y Barañas’

Hubo consenso y parece ser que nadie lo ha zancadilleado, a fin de que la próxima edición del ‘Carnaval Jurdanu’ se lleve a cabo en la alquería jurdana de Cambrón, en el concejo de Caminomorisco.  Ya están tocando los tamborileros a rebato para que todo el que lo desee participe en alma (si es que presume de ella) y cuerpo en la organización del festejo.  Repetiremos mil veces, y otras mil serán necesarias para los duros de oído, que estas rurales y arcaicas carnestolendas, consideradas por eminentes investigadores de la Cultura Tradicional como unos de los antruejos más importantes e impactantes del mundo ibérico, fueron sacadas de las cenizas por el grupo ‘Estampas Jurdanas’ o ‘Hurdanas’, que para el caso es lo mismo.  Hubo que patearse todos y cada uno de los pueblos de la comarca y extraer, a veces con fórceps, lo que iba quedando en la memoria de los mayores sobre cosmologías, cosmogonías, viejas creencias y lo que algunos llamaban ‘rejuijus’ (representaciones al aire libre del desinhibido, descarado, atropellador, disruptivo, ritualizado, solidario, comunal, heterodoxo, anticompetitivo y perdido en la noche de los tiempos ‘Carnaval Jurdanu’, que los viejos siempre denominaron ‘Entruejus’). Varios investigadores de renombre nacional participaron en la tarea.  Hace más de 30 años. Todavía algunas alquerías representaban flecos de los que debió ser un precioso mantón legendario. Se halló documentación de finales del XIX y principios del XX, cuando estas fiestas y otros rituales precarnavalescos del ciclo invernal todavía mantenían firme el pulso.  Tomás Gómez Bernal, que fuera secretario de diversos Ayuntamientos jurdanos en tales años y un excelente recopilador de las tradiciones de estos pueblos, nos dejó sus ‘Apuntes Jurdanos’, libreto arrumbado entre los escombros librescos en una casa de Cambroncino, donde se hallaban archivos de la sociedad ‘La Esperanza de Las Hurdes’ (1903-1908), totalmente mohosos, descuadernados y comidos por la polilla.  Con todo ello, hubo que vertebrar, hilando fino, el antiquísimo carnaval, salvaguardarlo y echarlo a rodar por las alquerías.  Así durante más de 30 años.  Luego, consiguió el título de ‘Fiesta de Interés Turístico Regional’ y, hoy en día, una pléyade de estudiosos y pertenecientes a diferentes federaciones de defensa del carnaval rural, radicalmente opuesto al importado y desarraigado ‘Carnaval de Plástico’, fruto de la globalización y la sociedad de consumo, aniquiladora de toda diversidad, trabajan para que sea considerado como ‘Fiesta de Interés Turístico Nacional’.

 Carlos Manuel Gómez Martín, coordinador del Centro del Agua y Medio Ambiente de Las Hurdes, ubicado en el antiguo lagar de Cambrón, dirigiéndose a los participantes que actuarán en “Rejilandu de Mieu”.  (Foto:  La Jurdana)

Noelia Martín Cervigón, guapa y desenvuelta alcaldesa de Caminomorisco, ya está removiendo Roma con Santiago para que la edición de este año llegue a buen puerto.  Se rodea de un buen equipo, como los miembros de la asociación ‘El Lagar de Cambrón’ y los propios vecinos de este pueblo, que serán reforzados por paisanos de la alquería de Arrolobos, que participaron activamente en el ‘Carnaval Jurdanu’ del pasado año, celebrado en dicha población.  Y Noelia y otros muchos, entre los que me incluyo, nos preguntamos por los primigenios embriones de estos antruejos.  Demócrito, el filósofo y polímata griego, decía que ‘una vida sin fiestas es como un camino sin posada’.  La condición festiva es inherente al género humano, desde los más remotos tiempos.  Modernamente, el filósofo y ensayista francés Philippe Muray habla de la fiesta, del ‘homus festivus’, como ‘un modo integral de producción y reproducción de lo social; es organización y una manera de eliminar las fracturas y escisiones; es fusión y unificación’.  Pero no nos metamos en arenas movedizas, que podemos hundirnos.  Contentémonos con traer a colación a las ‘Saturnalias’ y ‘Bacanales’ romanas o fiestas de los locos.  Ciertos ‘rejuijus’ de nuestro carnaval nos recuerdan a ellas, como también los rituales en torno a las ceremonias propias de la diosa ‘Carna’, tan rodeada de pantagruélicas comidas; de aquí que fuera conocida como la ‘Diosa de las habas y el tocino’.  ¿Acaso no son propias del ‘Carnaval Jurdanu’ las gastronomías a base de buenos guisos de alubias y repollos con tocino y otros tropezones que se sirven a todos los asistentes a la fiesta?  Antiguamente, se reservaba en muchas casas jurdanas el tocino más gordo de la matanza para comerlo con patatas asadas el martes del carnaval. Antes de Roma, en el antiguo Ejipto y Sumeria, hace unos 5.000 años, ya se tienen noticias de fiestas auténticamente cargadas de rasgos carnavalescos.

Montaje fotográfico de la búsqueda del “Rey del Entrueju” en el ‘Carnaval Jurdanu’-2023, celebrado en el pueblo de Arrolobos.  En la foto, aparece la gatita de ojos azules, que velará para que los antruejos de este año sean toda una catarsis, que espante los males y fríos del invierno y traiga una lozana primavera.  (Montaje:  Enrique González Tena).

Recordando a las Musas

Cartel “Carnaval Jurdanu-2024”  (Montaje: Ayuntamiento de Caminomorisco).

Me contaba en una ocasión Tía Consuelo Domínguez Bravo, de la alquería de El Cabezo, que ‘los cuentos y barañas no son cumo paecen, que escuenden cosas que no las gereamus con lus ojos a simpre vista.’  Mi musa entre las musas, la que nunca ocupó segundo puesto, es, en sí, todo un cuento maravilloso.  ¡Claro que esconde cosas!  Nunca pude descifrárselas cuando radiografié sus añiles ojos.  Ella, carnavalera como la primera, sé que se introduce por mis acequias venosas y me inyecta la fogosidad del ‘homo festus’. Con ella me comunico con códigos que nada tienen que ver con Hammurabi; pero este sistema tiene muchas interferencias.  No me llega el antiguo énfasis con que pronunció mi nombre en alguna ocasión.  Le salió espontáneamente de su laringe.  Con tanta pasión como la que puso Elaine llamando a Ben antes que el cura echara la bendición.  Los dos se fueron al fin del mundo, que es donde mejor se está, alejados de intrigas, prejuicios, habladurías y gente mediocre.  La película gano un Óscar. Puede que, en este próximo ‘Carnaval Jurdanu’, me la encuentre por las calles de Cambrón (dese por invitada). A lo mejor viene ‘entruejá’ de gata, con un hueso en sus manos. Pero yo no desempeño ese día el papel de perro, aunque, si se empeña, tendré que hacerlo y acercarme a la garganta de ‘Arrocambrón’ a buscarle un pez.  Todo sea por las patrias… ¡infantiles!  No creo en otras.

El ‘Carnaval Jurdanu-2024’ ha comenzado a dar sus pasos.  “¡Compañeros de ‘Estampas Jurdanas’ (con ‘j’ o con ‘h’; da lo mismo), a poned toda la carne en el asador para que estos antruejos brillen con todo esplendor!  Hemos dado muchas patadas, y las seguimos dando, para llevar los valores de la comarca jurdana a muchos puntos geográficos, con valentía y honradez.  Lo seguiremos haciendo y, si por el camino hay peligrosos cánidos, de recios colmillos, que ladran a deshora, diremos como dicen que le dijo don Quijote a Sancho cuando cruzaban las llanuras de La Mancha: – ‘Ladran, amigo Sancho.  Señal es de que cabalgamos.  Sigamos adelante’.

No podemos emprender el camino hacia Cambrón sin escuchar a nuestro poeta, Lupe Lope de la Ópera.  También él, no sé si virtualmente o en persona, anduvo trotando en alguna pasada edición de la fiesta carnavalera.  Traemos la primera parte de su poema ‘Antruejos’.  Del poemario: ‘Con la soga al cuello’.

I

Con mil amores férvidos,

me pasaste al provenzal un texto en castellano,

que de holgorio se vestía en los carnavales.

Y, al oír Martilandrán,

te dio la risa y dijiste: – ¡Qué nombre tan extraño!

Ignorabas que era aldea del país de los jurdanos.

Preciosa pedanía donde viven los garguéñuh.

Sierras colosales y liliputienses valles.

Garganta de La Sierpe

y río Marvillíu con sus churriguerescos meandros.

Por noviembre, te emplacé al Catorce de Febrero.

¡Chitón!  Reinó el silencio.

Martilandrán tiraba la casa por la ventana.

Gente de ‘Estampas Jurdanas’ daban el do de pecho.

También era casual

que coincidiera con chipirifláutica fecha:

invento del bastardo

consumismo, que jamás tuvo un gesto solidario.

No supe que callos te salieran en la lengua

por hablar a destiempo.

Conmigo, ni en tiempo estival ni en puro invierno.

Mudez más que patética.

¿Resabio?  ¿Indecisión? ¿Miedo al naufragio?  ¿En contra el viento…?

¡O yo qué sé!  Tu procesión caminaría por dentro.

Difícil conocerte si ponías piedra en mi sendero.

Todo era intuición pura

y me valía de mil ardides para meter enchufe

en tus coanas.

Siempre amé lo difícil y metas cada vez más altas

me puse y ni caso al tiempo, que no avisa.  A tientas, como los ciegos.  

Foto superior:  Presentación del “Carnaval Jurdanu-2023” en el pueblo de Ahigal.  En la foto, compañeros de la ‘Corrobra Estampas Jurdanas’ y vecinos de Arrolobos. (Foto: “La Corrobra”)

Texto de Félix Barroso para su columna A Cuerpo Gentil, las opiniones e imágenes publicadas en esta columna son responsabilidad de su autor

Publicado en enero de 2024

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