Aprendemos la historia en compartimentos: Historia de España, Historia de América, Historia Universal, Historia del Arte, de la Literatura, de la Filosofía, del Derecho… El motivo es, desde luego, didáctico, tratar de acotar un poco y hacer accesible algo que, de otro modo, resultaría inabarcable y difícil de asimilar, pero eso hace que nuestro conocimiento de los hechos y los momentos históricos sea siempre limitado, porque, muchas veces, es al comparar un madrigal de Palestrina con el Quijote, El Escorial con con las tesis de Lutero o la moda en la corte de los Austrias con las gastronomía en Velázquez cuando comprendes de repente el espíritu de un siglo, las razones de un determinado momento histórico y, tal vez, de paso, las razones del presente. Por eso se agradecen tanto libros como el Tríptico de la infamia, la novela con la que el colombiano Pablo Montoya (uno de los autores, por cierto, que visitarán este curso el Aula de Literatura de Plasencia) ganó hace unos años el prestigioso Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos, libros que ponen en conexión hechos o datos dispares que alberga (a veces sin saberlo) nuestro cerebro haciendo que, de repente, salte en nosotros la tenue chispa de la clarividencia. En Tríptico de la infamia, acercándonos a la biografía de tres pintores menores, Jacques Le Moyne, François Dubois y Theodor de Bry, los tres del siglo dieciséis, los tres protestantes, Pablo Montoya nos acerca a dos hechos históricos en principio tan dispares como la conquista de América y las guerras de religión en Europa, en un libro que parece compuesto por tres novelitas independientes pero que enseguida se van enhebrando en un recio hilo conductor, el de la barbarie, el de la infamia, porque si la primera parte, dedicada a Le Moyne, habla fundamentalmente de la expedición a Florida del francés Laudonnière para tratar de ganar para Francia una porción del pastel americano, y la segunda, la protagonizada por Dubois, se centra sobre todo en los hechos de la terrible Noche de San Bartolomé (que ilustra la portada del libro, un cuadro, precisamente, de Dubois), en la tercera unos y otros hechos (y unos y otros artistas) confluyen hasta desembocar en la descripción de los grabados que el pintor flamenco De Bry realizó para ilustrar su edición de la Brevísima relación de la destrucción de las Indias de fray Bartolomé de Las Casas, con la que, por medio de su tono sobrio y su estilo enormemente rico, Montoya nos hace ver que ambas, la matanza de los indios y las de los hugonotes, son producto de una misma intolerancia, del mismo dogmatismo exacerbado, de la misma falta de humanidad, entonces los de un catolicismo hipócrita y depravado, hoy, los de la defensa, no menos hipócrita, de la democracia, de la seguridad o de la cultura de los pueblos, ocultando siempre por detrás nefandos equilibrios de poder o egoístas intereses económicos. Un libro que, desde la belleza de la pintura y desde el horror, alumbra el siglo dieciséis, las heridas de la Edad Moderna y también, leyendo entre líneas, a fin de cuentas, los desgarros del mundo contemporáneo.
Tríptico de la infamia
Pablo Montoya
Random House Mondadori
17,00 euros
Imagen superior: La masacre de San Bartolomé, de FrançoisDubois
Columna de Juan Ramón Santos publicada el 10 de noviembre de 2023