Guadalupe es un destino imprescindible en Extremadura. La localidad cacereña es la capital del Geoparque Villuercas Ibores Jara, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco, la misma distinción que tiene su magnánimo Monasterio de Guadalupe desde el año 1993. Dos joyas con empaque de sobra para llenar un mismo cofre.
El sello Unesco avala la importancia de Guadalupe y su entorno. Un destino en el que se mezclan paisajes desbordantes, un patrimonio cultural y espiritual excepcionales e interesantes retazos de historia.
La Puebla de Guadalupe, Monumento Histórico Artístico con mucho encanto
La Puebla de Guadalupe es Monumento Histórico Artístico desde 1943. Además, ha recibido reconocimientos populares de lo más merecidos, como los de ser maravilla rural o uno de los pueblos más bonitos de España.
Calles empedradas y flanqueadas por soportales, balcones decorados con flores y fuentes que dejan escuchar el caer del agua, son tesoros que disfrutar en un paseo por el municipio.
La iglesia barroca de la Santísima Trinidad y el Parador de Turismo conformado por el colegio de Infantes y el hospital de San Juan Bautista son también puntos de interés en Guadalupe. Lo son, además, su judería con la calle Veneno, y el arco del Chorro Gordo.
El Monasterio de Guadalupe, buque insignia
El Monasterio de Guadalupe con su imponente fachada es su buque insignia y el lugar en el que vive la Virgen de Guadalupe, patrona de Extremadura y de La Hispanidad. Es el segundo sitio de peregrinación en importancia tras Santiago de Compostela, al que acuden devotos de todo el mundo en busca de la imagen de la Virgen morena a la que se encomendó Cristóbal Colón antes de partir a América.
Lo hizo en presencia de los Reyes Católicos. La reina Isabel da nombre una ruta con su nombre en el Geoparque Villuercas Ibores Jara, entre Cañamero y Guadalupe.
No es la única con nombre regio porque está también la de Alfonso Onceno, entre Navezuelas y Guadalupe, que recuerda que Alfonso XI gustaba de cazar osos por allí.
Dos fechas clave en Guadalupe: 8 de septiembre y 12 de octubre
Centro espiritual de primer orden, el Monasterio de Guadalupe tiene dos momentos clave a lo largo del año. Se trata del 8 de septiembre, Día de Extremadura, en el que la Virgen es llevada en procesión por el claustro y la basílica, acompañada por cientos de devotos que en muchas ocasiones deciden hacer el recorrido de rodillas. La otra es el 12 de octubre, Fiesta de la Hispanidad, en la que sorprende la cantidad de jinetes a caballo que acuden a visitar a la Patrona y el sonido emblemático de sus cascos recorriendo las calles.
Desde el punto de vista patrimonial y cultural, el monasterio guadalupense es uno de los más importantes de España junto con el de Yuste. Data del siglo XIV y es un prodigio de estilos gótico, mudéjar, renacentista, barroco y neoclásico. El camarín de la Virgen, el claustro y el templete son partes especialmente admiradas, además de los cuadros de Zurbarán, El Greco, Goya o Luca Giordano.
Morcillas, queso y miel
En una visita a Guadalupe no se puede pasar por alto su gastronomía, liderada por las famosas morcillas. Solas o con salsa de tomate, son un bocado único que se encuentra en los bares y se pueden incluso comprar para llevar a casa. Como mejor saben, en cualquier caso, es in situ y si puede ser mirando a la fachada del Real Monasterio, mejor que mejor.
El Queso de los Ibores y la Miel Villuercas Ibores Jara, dos de las Denominaciones de Origen Protegida de Extremadura, son también bocados gastronómicos de la zona en este destino imprescindible de Extremadura.
Un recuerdo que llevarse en el paladar y en la maleta, igual que los muchos que se pueden adquirir en las tiendas que rodean al monasterio.
Publicado en septiembre de 2023
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