En concejo abierto, como se rigieron durante siglos los pueblos de la comarca jurdana, ha sido elegido, como ‘Rey del Entrueju’ o ‘Rey del Carnaval Jurdanu’, el vecino de la alquería de Arrolobos (concejo de Caminomorisco), Felipe Sánchez Martín.  El amigo ‘Gelipi’ nació en dicho pueblo el 24 de octubre de 1949, por lo que peina, en la actualidad, 73 otoños.  La asamblea vecinal ha visto en él las dotes que se requieren, según marca la antiquísima tradición, para alcanzar este puesto: ser un vecino campechano, buena gente, servicial y solidario, empático, alegre, chistoso, participativo y amante de la fiesta, un ‘jurdanu’ de arriba abajo y gran amante de las tradiciones de su tierra.  Felipe se encuentra casado con Juliana Muriel Málaga, una salmantina del pueblo de Colmenar de Montemayor, a la que conoció yendo de fiesta a dicho lugar.  Tienen tres hijos: dos varones y una hembra.

El nuevo ‘Rey del Entrueju’ fue emigrante temporero por el País Vasco, trabajando en la construcción de autopistas.  Como a tantos millones de españoles, le tocó vestirse de caqui y cumplir con el servicio militar.  Realizó el campamento en Cáceres, en el regimiento ‘Argel, nº 3’, siendo destinado, posteriormente, a Madrid.  Aquí, como soldado perteneciente al ‘Regimiento de Zapadores Ferroviarios.  Vías y Obras’, tuvo que agachar de continuo la rabadilla, pues tuvo que desmontar muchas traviesas de maderas de las vías férreas para sustituirlas por otras de cemento.  Asentado definitivamente en su pueblo, se dedicó a sus huertos, olivos, castaños y a su hato de cabras, saliendo fuera de Las Hurdes para emplearse como segador y en la recolección de las lentejas en la provincia de Salamanca.  A cuenta de este último trabajo, nos dice: ‘Tengu las lentejas estirándumu de los reñonis.  No las puedu ni vel; atravesaítas del tó’.  O sea, que de aquellas fatigas acabó por aborrecer a estas legumbres.  No obstante, el resto de las comidas las digiere perfectamente, prefiriendo las patatas con bacalao o con costillas.  Tampoco le hace ascos al cabrito o al cordero asados.

Felipe ha tenido grandes momentos de dicha a lo largo de su vida, como fue su boda y el nacimiento de sus hijos.  El peor día de los años vividos fue la muerte de su padre, un jurdano al que se llevaron con 18 años a la maldita guerra que provocaron los de siempre, gran trabajador y que, desgraciadamente, al poco de rebasar los 60 años, lo fulminó un cáncer.  Se siente un hijo cabal y auténtico de la comarca jurdana y está muy a gusto en su tierra.  Cuando se le pregunta qué es lo que desea para su pueblo y, en general, para su comarca, lo primero que pide es salud, paz y felicidad para todos los jurdanos.  Luego, refiere que no le gustaría morirse sin ver terminada la carretera, que hace ya un montón de años, se inició en el pueblo de Arrolobos, que iba paralela al río ‘Jurdanu’ y que bajaba a la comarca de Tierras de Granadilla, a fin de comunicar con la autovía ‘Ruta de la Plata’.  Las obras, después de la trinchera abierta en la montaña y de los millones invertidos, han quedado paralizadas definitivamente.  Muchos opinan que se jugó, en esta ocasión, de mala manera con los dineros públicos y nadie de los máximos responsables de la carretera dio la cara para explicar la paralización de las obras.  Todo quedó en el aire cuando ya se estaba planificando un puente para cruzar el río Alagón.

Entronización

El próximo día 12 de febrero, Felipe, ataviado de rey, sin que le falte una ristra de ajos por collar, a fin de espantar las brujas de la zona a lo largo de todo un año de reinado, se paseará junto a otros vecinos de su pueblo, que también representarán papeles muy significativos dentro del ‘Carnaval Jurdanu’, por las calles del pueblo de Ahigal.  Recorrerán tales paisanos, acompañados por unos 30 miembros de ‘La Corrobra Estampas Jurdanas’, la que, durante más de 30 años ha venido escenificando los ‘rejuijus’ de este festejo de Interés Turístico, el antiguo y tradicional mercado que se celebra todos los domingos en el citado pueblo.  Pero el plato fuerte será el ‘Sábadu Gordu del Entrueju’ (18 de febrero), cuando el que era un simple ‘pidiol’ será elevado a la categoría de rey; todo un rey republicano, pues fue elegido por aclamación popular, y a los reyes de verdad no los elige el pueblo; de aquí su papel antidemocrático.  Y quiera que no quiera, será subido a los lomos de un burro y toda la concurrencia le aclamará, le lanzarán puñados de paja, como símbolo de la fertilidad, y le dedicarán cantares que se pierden en la noche de los tiempos.

Por la tarde, vestido ya con las indumentarias reales, esperará a ser entronizado.  La tradición ordena y manda que el rey anterior deberá arribar al pueblo para entregarle los correspondientes atributos.  Le corresponde, por lo tanto, al vecino de la alquería de Peroti (en castellano, Pedro Muñoz), Reyes Martín Iglesias, que subió al trono el día 22 de febrero de 2020, último año en que se celebraron los antruejos de Las Hurdes.  A los pocos días, nos confinaron a cuenta de la pandemia.  El rey saliente le colocará la corona, la capa y le entregará, como cetro, un garrote fabricado con una retorcida rama de madroñera, donde se grabará al fuego ‘Rey del Carnaval Jurdanu.  Arrolobos –Las Hurdes-.  18 de Febrero de 2023’.  El ‘Obispu Jurdanu’ le echará la bendición.  Se leerá ‘El Pregón del Entrueju’ y, a continuación, el grupo infantil de danzas del ‘Paleu’ (paloteados), del colegio público ‘Los Ángeles’ (Caminomorisco), dirigidos por Pepi Gómez y bajo el son de la gaita y el tamboril de Efrén Gómez Gómez, chocarán diestramente sus palos en honor del nuevo rey republicano.  Igualmente, le dedicarán algún son propio de las tierras de ‘Las Jurdis’ los tamborileros de la ‘Escuela de El Mesegal’.   Los vecinos de Arrolobos y la ‘Corrobra Estampas Jurdanas’ le homenajearán con sus cánticos ancestrales y sus bailes, finalizándose el acto de la entronización con el paseo en burro de ambos reyes, yendo el nuevo rey montado atrás y al revés, a fin de tener las manos desenvueltas para saludar al público.

 La fiesta continuará con todo su colorido y brío, ya que los vecinos de Arrolobos se han tomado muy a pecho esta edición del ‘Carnaval Jurdanu’ y el pueblo entero está echando el quilo para que todo llegue a buen puerto.  Con vecinos así, se le asegura a este festejo de Interés Turístico una larga vida, siempre fiel a sus raíces, sin intromisiones foráneas ni forzadas copias del carnaval de la ciudad y manteniendo bien alto el espíritu carnavalesco, que nunca estuvo sujeto a concursos ni a premios en metálico, que lo único que han hecho ha sido desvirtuar y despersonalizar muchos de nuestros antiguos carnavales rurales y rendirle culto al explotador capitalismo y a la sociedad de consumo.

Imagen superior: Felipe Sánchez Martín, vecino de la alquería jurdana de Arrolobos (concejo de Caminomorisco), que fue elegido, en concejo abierto, ‘REY DEL CARNAVAL JURDANU-2023’.  Al fondo, alquería de Arrolobos y la amplia vega junto al río Jurde o Jurdanu.  (Foto:  SANDRA GARCÍA DOMÍNGUEZ).

Texto de Félix Barroso para su columna A Cuerpo Gentil, las opiniones e imágenes publicadas en esta columna son responsabilidad de su autor

Publicado el 7 de febrero de 2023