En el libro ‘Hernán Pérez: Historia de una villa medieval’, su autor, Telesforo Torres González, nos habla de las ‘Hordenanças Viejas´’, redactadas en el siglo XVI y que estuvieron vigentes prácticamente hasta el siglo XIX. En ellas, concretamente en el capítulo XI, se lee: ‘Otrosí que en tiempo de la montanera los señores de los puercos puedan hacer para sus cochinos çahurdas, con tanto que no corten ramo de más del marco del marco susodicho, con que sea la madera onesta que cortare e que si huviere seca no corte verde’. Por lo que se deduce de esta ordenanza, comprobamos que se cuidaban mucho los antiguos lugareños de proteger a sus cerdos en tiempos de la montanera, con la construcción de ciertas zahúrdas, que, por lo que se deduce, eran de madera. Habitáculos para que los cochinos se guareciesen por las noches en aquellas grandes invernadas de otros tiempos, con mucha agua y mucho hielo. Las zahúrdas para el resto del año, de las que todavía se conserva muchos ejemplares arruinados por nuestros campos, eran construcciones a piedra seca, con algo de barro, y falsa bóveda.
El libro, que hay que ser agradecidos, me lo regaló, en la matanza tradicional de 2020, escasos días antes que nos confinaran por la pandemia, mi buen amigo Pablo Iglesias Ordóñez, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Hernán Pérez. A través de él, se hicieron las gestiones para que la ‘Corrobra Estampas Jurdanas’ pudiera estar animando sus calles, plazas y plazuelas el próximo día 28 de enero. Y así será, porque, a lo largo de toda la jornada, los miembros de dicha ‘Corrobra’ harán sonar sus gaitas y tamboriles, ejecutarán sus antiguas danzas repicando las castañuelas, se escucharán los antiguos romances y otros cantares, muchos de ellos acompañados por el buen hacer de los pandereteros o por las ‘sartenis de rabu largu repicoteas pol un jierru o una llavi vieja’, demostrarán sus destrezas los ‘tocaoris de rollus’… Y, lógicamente, como cuadrilla eminentemente pastoril, no pararán de zamarrear sus cencerros a lo largo de sus pasacalles. Incluso, se escenificarán antiguas creencias de la comarca de Las Hurdes y tierras aledañas, tal que la de ‘El Niñu Quebrau’. Por ser ya tiempo de precarnaval, también se aprovechará, en lo largo de su recorrido por las calles, para representar algunos ensayos de ciertos ‘rejuijus’ (cuadros escénicos de los ‘entruejus’).
Homenaje a las mujeres de Hernán Pérez
Por costumbre tiene la ‘Corrobra Estampas Jurdanas’ allá donde fuere de llevar un precioso ramo de madroñera, adornado con cintas y con ‘jogazas anisás’, el cual será paseado por las calles y, a media tarde, se le entregará a aquella persona o colectivo que el Ayuntamiento de la localidad tenga por bien homenajear. En esta ocasión, en el pabellón municipal, sobre las 17,00 horas, tal y como le ha hecho saber a ‘La Corrobra’ la concejala Marta Barbero Hernández, se llevará a cabo el homenaje a todas las mujeres de Hernán Pérez, que de manera tan voluntariosa participan, año tras año, en los preparativos de la ‘Matanza Conejera’ (lo de ‘conejera’ viene porque los vecinos de dicho pueblo son motejados cariñosamente como ‘conejerus’). Por su buen hacer, su generosa entrega y su contribución a la Cultura Tradicional del pueblo de Hernán Pérez, serán homenajeadas por todo lo alto, ejecutándose en su honor, por parte de los danzarines de ‘La Corrobra’, la danza ceremonial de ‘El Ramu’, así como otros bailes y cantares, al son de la gaita, el tamboril, las panderetas, las castañuelas y los rollos de río.
Otras actividades
Esta edición de la matanza de los ‘Conejerus’ de Hernán Pérez también lleva aparejada la X Ruta Senderista ‘Los Dólmenes’, que se iniciará a las 10,00 horas, al mismo tiempo que se procederá a la apertura del gran mercado artesanal y de productos de la región de Extremadura. A las 11,00 horas, habrá una degustación de migas extremeñas con aguardiente. Y cuando ya se haya hecho la digestión de las migas, vendrá el plato fuerte: las buenas parrilladas del ‘guarrapu’, ‘lichón’, ‘marranchón’, ‘cebón’, ‘gorrinu’…, que todos estos nombres, y algunos más, reciben los hermosos cerdos que se crían en los pueblos de la comunidad extremeña, bien alimentados con las bellotas de la montanera. Una vez echados los sonoros eructos, señal inequívoca de que la comida ha sentado bien, el personal eliminará las grasas bailando al son de acordes verbeneros. Por la noche, a la hora de la cena, se servirán patatas con hueso. La fiesta no parará, pues hay que espantar los fríos del invierno y despedir a esta emblemática matanza con los ‘rejinchus’ de rigor.
Imagen superior: Panorámica del pueblo de Hernán Pérez (Foto: CERESPAIN)
Texto de Félix Barroso para su columna A Cuerpo Gentil, las opiniones e imágenes publicadas en esta columna son responsabilidad de su autor
Publicado el 25 de enero de 2023
