
Tal vez un libro discreto como La belleza de lo pequeño, de Tomás Sánchez Santiago, no se merezca reseñas excesivas. Tal vez baste con decir que lo he leído, y lo he releído, y que una y otra vez me ha emocionado cuando hablaba de los papeles de las magdalenas, de las sartenes renegridas, de los limones cuajados de moho, no digamos de los así llamados seres suaves, esos que “nunca concursaban”, que “se sobresaltaban cuando oían decir su nombre sin avisar”, que “perdieron siempre su turno porque su lugar era la desaparición”. Tal vez baste con decir que en algún momento, al leerlo, conmovido, se me ocurrió que si fuésemos capaces de mirar el mundo con el cariño, con la piedad con que lo hace Tomás Sánchez Santiago, tratando luego de acariciarlo con las palabras, es probable que, entre todos, consiguiésemos hacer de él un lugar mejor. No es mal propósito para comenzar el año: intentar mirar las cosas con piedad, reparando en sus detalles, dispuestos al asombro, abiertos descubrir su maravilla. Como ejercicio, entrenen su mirada leyendo este pequeño volumen plagado de poesía y publicado con mimo por Eolas Ediciones. Seguro que algo aprenden. Corto y cambio. Feliz 2023.
La belleza de lo pequeño
Tomás Sánchez Santiago
Eolas Ediciones
13 euros
Publicado el 30 de diciembre de 2022