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Visita guiada por la Iglesia de Ahigal y su entorno y otros apuntes

Sabido es que el pueblo de Ahigal, desde que echó a rodar su antiquísimo mercado dominical, no el que recibió el espaldarazo oficial sino el que se venía celebrando sin trabas burocráticas desde “in illo tempore”, se convirtió en el centro cosmopolita del norte cacereño y también de algunas zonas del sur salmantino.  La antigüedad de tal mercado, celebrado en el ejido, que, otrora, era un vasto campo comunal situado a las afueras del pueblo y destinado a funciones agropecuarias, la confirman las palabras de los cercanos habitantes de la comarca de Las Hurdes.   Comentan los jurdanos ya entrados en años que, desde sus abuelos, bisabuelos y de más atrás, ya había la costumbre de “abajal al mercau de La Higal pa mercal el gorrinitu de la matanza.  De paso, si era tiempo de ello, aprovechaban para bajar algunas cargas de cerezas, castañas o miel y arrope en sus mulos y pregonarlas por las calles del lugar.  Luego, en las mismas banastas, se llevaban un par de “guarrapílluh”, que alimentarían con los productos de sus huertos, con el fin de preparar una buena matanza.  También bajaban cargas de carbón de brezo para las fraguas de la población y, de paso, adquirían algunas herramientas propias de los quehaceres agrícolas.

José  María Domínguez Moreno, el investigador en temas etnográficos, históricos y foklóricos que más sabe sobre su pueblo.  (Foto:  F.B.G.)
Cartel anunciador de la visita guiada a la iglesia parroquial de Ahigal y su entorno (Foto: Organización)

La modernidad mal entendida, atiborrada de absurdas burocracias, papeleos que abrumaban a los pequeños ganaderos, no fogueados en cuestiones administrativas y con no mucha instrucción escolar y otras zancadillas que les ponía la Administración acabaron por cargarse los rodeos de ganado y dieron la puntilla a mercados y ferias del mundo rural.  Otra puñalada más a la España vaciada, hundida, desvestida para vestir a otros, saqueada por intermediarios y empresarios agrícolas sin escrúpulos (el caso de la aceituna de mesa es todo un perenne escándalo) y, en definitiva, dejada, como dicen por estos pueblos, “de la manu de Dióh” (no sabemos de cuál de ellos, pues hay una buena ristra).  Las puñaladas duelen y crean numerosos agravios comparativos.  Pero los responsables de estos desaguisados en vez de untar con aceite las heridas, les suelen echar sal, para que sigan abiertas y continúe el saqueo, como los cierres de sucursales bancarias por parte del capitalismo sin alma, sin que las fuerzas vivas y los vecinos se planten y digan: “¡Hasta aquí hemos llegado!”Pueblos envejecidos a los que les están haciendo la vejez más cuesta arriba, pero con sus pagas hacen los bancos sus usureros negocios.

Pero hablábamos del pueblo de Ahigal, una especie de isla en el desierto cultural y con un Ayuntamiento, regido por Luis Fernando García Nicolás, del que oyes hablar casi siempre en positivo, a tenor del enjundioso balance que puede presentar en los años que lleva de mandato.   Pero la marcha sociocultural de Ahigal no podría desbrozar las malezas del camino si no fuese por una gavilla de hombres y mujeres que conforma y viene a ser el motor de la ‘Agrupación Cultural Amigos de Ahigal’, encargada de sacar bimensualmente la ‘Revista Cultural Ahigal’, que dirige con buena mano la maestra Justa Paniagua Cáceres y de cuyo consejo de redacción forman pate Gonzalo Domínguez Panadero, Herminia Lino Antúnez y José María Domínguez Moreno, y en la que colaboran de forma asidua paisanos como Crispín García Paule y Elena Paniagua Cáceres, Jesús Aparicio García y Chonita García García,  Antonio Gil Paniagua y José  María García Plata , Pedro García Gordo y Petry Becedas y otro sinfín de personas que ponen toda su carne en el asador para que la revista siga tan fresca y dando a conocer todo el mundo multicolor en el que se sumerge la  localidad de Ahigal.

Maribel García Paniagua

Cipri Paniagua Paniagua con un verraco mutilado, que se conserva en Ahigal y que pasaría a formar parte de  los fondos del Museo de Identidad.  (Foto: F.B.G.)

No se puede entender la inmensa labor sociocultural que se emprende en el pueblo de Ahigal, que es mucha y todo un modelo a seguir por el resto de los catorce Ayuntamientos que componen la mancomunidad de Trasierra-Tierras de Granadilla, si no se contara con un decidido y sincero apoyo municipal.  Con gran dolor y pesar, tenemos que traer a estas páginas el desconsolado fallecimiento el pasado día 4 de agosto de Maribel García Paniagua, concejala de Cultura, que se nos fue con 37 años.  Toda una mujer joven entregada en cuerpo y alma en dinamizar la vida cultural de Ahigal.  Luchadora hasta la extenuación.  Trabajando calladamente, casi de puntillas, en los muchos proyectos que culminó y en los que se afanaba, cargada de ilusión, en estos momentos.  La vida es tan cruel que, haciendo honor a su carácter veleidoso, llama cuando le da la gana a la muerte, que es su compañera inseparable, y arrebata a gente que está en la flor de la vida, entregada en la defensa cultural de su colectividad, sin tener miramiento alguno.   Su brutalidad inhumana es tan incomprensible que nos descoloca  muchas veces.  Pero está ahí, siempre al acecho y se lleva a los mejores cuando le da la gana.  Y solo nos queda la impotencia recarcomiéndonos las entrañas.  Ojalá se lleve a cabo ese Museo de Identidad’, en el que Maribel tenía puestas muchas ilusiones.  Todo un museo que albergaría diversas secciones, haciendo hincapié en los vestigios arqueológicos que se desparraman por valles y tesos y que están expuestos al pirateo de los que destruyen estratos y comercian con nuestro patrimonio cultural.  Un museo en condiciones, que fuera un centro referencial no solo de la comarca de Tierras de Granadilla, sino de otras demarcaciones aledañas.  Sería todo un importante hito turístico y que contribuiría a revalorizar el pasado de la zona.  En memoria de Maribel, este Museo de Identidad debe salir adelante, destinando un local adecuado y no solo un rincón de algún edificio.  Manos, pues, a la obra, para que la memoria de ella no se pierda.  Por ello, bien podría ser rotulado con su nombre.  No podemos permitir que Ahigal se quede sin ese museo, tal como se quedó sin otros centros educativos en pasados tiempos.

José María Domínguez Moreno

Josemari Domínguez Moreno en su papel del ‘Animeru de l,ehquila’, dentro de los rituales de ‘La Carvochá-Chicharrona’ (El Mesegal, Las Hurdes)

Hablar de José María Domínguez Moreno es sacar a la palestra uno de los investigadores etnográficos y folklóricos más importantes de la región extremeña.  Fruto de ello son los cientos de publicaciones que han aparecido en las más diferentes revistas.  Nadie como él ha exhumado todos los archivos que, haciendo referencia a Ahigal, han caído en sus manos.  El conocimiento de su pueblo es milimétrico, profundo, multicultural y multidisciplinar.  Su labor investigadora no solo proviene de exhumar los archivos, sino de los muchos trabajos de campo que ha realizado, entrevistando a cientos de comarcanos, recogiendo toda la cultura tradicional oralizada que mantenían en sus memorias.   Sobre su pueblo, tiene publicados varios libros: Cancionero de Ahigal”, “Diccionario de Ahigal”, “Cuentos de Ahigal”, “Leyendas de Ahigal” …  Durante un montón de años, también se interesó por los aspectos histórico-arqueológicos de dicho pueblo, dando a la prensa algunos artículos sobre ciertos descubrimientos.  Junto al amigo Cipri Paniagua Paniagua, paisano suyo, han venido aprovechando la época veraniega para llevar a cabo marchas nocturnas, avitualladas por el Ayuntamiento, a fin de dar a conocer el mundo mítico de los itinerarios trazados.  Seguro que sabe más que nadie sobre la iglesia parroquial y las ermitas de su pueblo.  De aquí que no es extraño que el próximo día 18 de los corrientes, jueves, a las 22,00 horas, haya programado toda una visita guiada nocturna por la iglesia y su entorno, dando a conocer un sinfín de curiosidades que harán las delicias y dejarán con la boca abierta los concurrentes cuando se desgranen aspectos curiosos de su historia, de su arte, de sus tradiciones, de sus costumbres y de sus leyendas.  La asistencia está asegurada y queda abierta a todo el mundo.  Josemari está muy ligado a la comarca de Las Hurdes, perteneciendo a la ‘Corrobra Ehtámpah Jurdánah’, desempeñando diversos papeles en los rituales de “La Carvocha-Chicharrona” y en el “Carnaval Jurdanu”.

Portada  del número 90 de la “REVISTA CULTURAL AHIGAL”, referente a los meses de julio-septiembre-2022.  En la imagen, la  vecina  ahigalense Paca Panadero Paniagua.  (Foto: J.M. Domínguez Moreno)

Ahigal, con el montón de actividades y proyectos que se programan y se llevan a cabo, contando con la entusiasta colaboración del Ayuntamiento y de la Agrupación de Amigos de Ahigal y la aportación del grupo de danzas, bailes y cantares “El Jigueral”, sin desmerecer la potente asociación de mujeres, siempre dispuestas a echar una mano en la tradicional “Matanza Paleta”, en el “Domingu Gordu” o en otros eventos que redunden en beneficio del pueblo, es todo un referente no solo comarcal, sino de todo el norte cacereño.  Buena falta haría que su Ayuntamiento rematara la faena con la construcción de una carretera de circunvalación, pues atravesar dicho pueblo es toda una odisea, con estrechamientos de calles y atascos en el área del ejido donde se ubica una superficie comercial y una cooperativa de aceitunas.

Vecinos de  Ahigal en la “Matanza Paleta”  ( a los vecinos de Ahigal se les apoda “Palétuh’ no porque sean zotes y zopencos, sino por razones históricas, , ya que tuvieron que pagar varias “paletáh’ de trigo para el pósito, por haber  apoyado la causa  de ‘La Beltraneja’ frente a los Reyes Católicos,  (Foto:  ‘El Retratista’)

Imagen superior: Maribel García Paniagua, concejal de Cultural del Ayuntamiento de Ahigal, incansable luchadora, se nos fue el pasado 4 de agosto, con 37 años y cuando tenía entre manos varios sugestivos proyectos. (Foto: Archivo F.B.G.)

Publicado en agosto de 2022

Texto de Félix Barroso para su columna A Cuerpo Gentil, las opiniones e imágenes publicadas en esta columna son responsabilidad de su auto

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