Una escapada redonda a Valencia de Alcántara pasa por descubrir el Parque Natural y Reserva de la Biosfera Transfronteriza Tajo – Tejo Internacional al que pertence la Sierra de San Pedro y por cruzar La Raya, que es la frontera que el río Tajo traza entre la provincia de Cáceres y Portugal, para descubrir todos sus encantos.
A la Reserva de la Biosfera pertenecen Valencia de Alcántara, Alcántara, Brozas, Cedillo, Carbajo, Herrera de Alcántara, Herreruela, Mata de Alcántara, Membrío, Piedras Albas, Salorino, Santiago de Alcántara, Villa del Rey y Zarza la Mayor. De Portugal, 12 freguesías.
Valencia de Alcántara, es una buena base de operaciones para adentrarse en el territorio y dedicarle algunos días de la agenda viajera.
La mayor judería de Cáceres
Valencia de Alcántara tiene la mayor judería de la provincia de Cáceres, en el Barrio Gótico que es Conjunto Histórico Artístico. Lo forman 19 bonitas callejuelas de puertas y ventanas con dinteles ojivales, como se puede ver en la foto de cabecera. Son testigos del pasado hebreo y conviven con casas palaciegas que lucen en la fachada los blasones del linaje familiar. El videoclip de Soraya Yo brindo tuvo el Barrio Gótico como escenario.
El barrio judío tiene su sinagoga en la calle La Gasca, en la que emocionan las llaves que cuelgan simbólicamente esperando que vuelvan los judíos que tuvieron que dejar todo atrás, casas incluidas, tras la orden de expulsión dictada por los Reyes Católicos. Tiene curiosidades como un panel de fragancias de Sefarad o un interactivo donde escuchar el ladino o judeoespañol, idioma que hablaban los judíos cuando fueron expulsados en 1492 y que aún sigue vivo en comunidades judías de todo el mundo. Para visitar la sinagoga hay que ir al Centro de Interpretación, que se encuentra a unos pasos en la calle Marqués de la Conquista, para avisar y que la abran.
La Boda Regia
El paseo por el Barrio Gótico puede empezar en la iglesia de Nuestra Señora de Rocamador, junto a la que luce precisamente la placa que indica que allí nos encontramos. En este edificio que es Monumento Histórico Artístico, se escenifica el primer fin de semana de agosto la Boda Regia que unió en 1497 a Isabel de Castilla y Manuel de Portugal, El Afortunado. Una efeméride convertida en Fiesta de Interés Turístico de Extremadura, que arranca finales de julio con actividades de recreación histórica que recuperan el ambiente del siglo XV.
Un entrañable Museo Etnográfico
La Boda Regia es una de las fiestas de Valencia de Alcántara, pero hay más. En primavera se celebra una romería de San Isidro Labrador, declarada Fiesta de Interés Turístico de Extremadura, además de las Cruces de Mayo con sus altares de flores en la calle y Los Mayos. Esta última es una simpática tradición que consiste en elaborar muñecos de tela y disponerlos en escenas de la vida cotidiana repartidos por distintos rincones, con carteles sarcásticos de crítica social y política.
En cualquier momento del año Los Mayos se pueden ver en el Museo Etnográfico, entrañable por el mimo y los detalles con los que se han recreado estancias, desde un taller de costura hasta un aula escolar, una alcoba, una cocina o una imprenta.
Rutas por los dólmenes y más
Los fans de la arqueología disfrutarán de lo lindo porque en el entorno de Valencia de Alcántara están 41 de los 148 dólmenes de la Reserva Tajo Tejo Internacional. El conjunto megalítico de la localidad está considerado uno de los más importantes y mejor conservados de Europa y se puede descubrir en rutas bien señalizadas. Algunas parten incluso desde la propia localidad, como las que arrancan del Parque de España frente a la Plaza de Toros y están incluso señalizadas en las farolas.
Hay rutas de los dólmenes que llevan al Monumento Natural del Berrocal de La Data, un paraje ideal para practicar astroturismo y la tan de moda astrofotografía. Eso por la noche, porque este paisaje de rocas graníticas que recuerda a Los Barruecos, otro de los monumentos naturales de Extremadura es por el día un buen sitio para que los aficionados a la ornitología disfruten de las aves.
Un plan cómodo para iniciarse en la observación de dólmenes es acercarse hasta el del Mellizo, en la Aceña de la Borrega a 10 kilómetros de Valencia de Alcántara, porque se alcanza sin complicaciones, su estado de conservación es muy bueno y el telón de fondo es precisamente el Berrocal de La Data.
Un paraíso para el turismo activo
Una escapada redonda a Valencia de Alcántara se puede completar con otras rutas senderistas, como las del contrabando tan propias de las zonas de frontera. Y con turismo activo porque propuestas hay muchas en toda la Reserva de la Biosfera Tajo Tejo Internacional. Hay desde recorridos a caballo hasta en todoterreno, motos y bicicletas o deportes de agua en el embalse de Alcántara. O buceo en la coqueta cantera de Alcántara y cruceros fluviales que salen del embarcadero de Cedillo a localidades de Portugal.
Si se quiere coronar la escapada por todo lo alto, acercarse a la roca cuarcítica de Puerto Roque que es toda una frontera natural en La Raya y un lujo para la escalada.
Son muchas las empresas que ofrecen todo este tipo de actividades en la Reserva. Lo mejor es dejarse guiar por su experiencia y preocuparse solamente de disfrutar.
A Portugal desde Valencia de Alcántara
En Valencia de Alcántara se habla portugués con soltura. No podía ser de otra manera porque la relación con los vecinos lusos es cotidiana. Hay fiestas como la Boda Regia que se celebra junto con Marvao, igual que el Festival Transfronterizo de Cine Periferias, el primer fin de semana de agosto, con proyecciones en espacios abiertos de Marvao, Castelo de Vide y Valencia de Alcántara, entre otros.
Dos visitas muy recomendables dentro del destino Tajo Internacional son Castelo de Vide y Marvaõ, con castillo y llenos de rincones coquetos desde los que extender la vista y empaparse del encanto portugués que está tan presente en Valencia de Alcántara, donde escuchar el idioma hermano es habitual. La distancia a Castelo de Vide es de 31,5 kilómetros y a Marvao de 28,7.
Cocina de caza y dulces
Nada como un buen homenaje gastronómico para coronar una escapada redonda a Valencia de Alcántara, donde bordan los platos de caza y elaboraciones tradicionales como el buche de cerdo, la mondonga, chanfaina o el frite de cordero.
Hay curiosidades gastronómicas como los bacalaitos de El Rincón de Calleja en el Paseo de San Francisco, que son toda una tradición del tapeo y no tienen nada que envidiar a los tan populares de Madrid. Y descubrimientos fantásticos como el horno de leña más de cien años en el que se prepara el pan y los dulces de Panpi, la panadería de Antonio Antonio y María Milagrosa Laínsa, donde la gente aguarda pacientemente su turno mientras huele a bollos de pascua, pastas de almendras, galletas cuadradas o magdalenas.
La cocina de frontera es todo un aliciente en esta zona fronteriza de la provincia de Cáceres. De hecho la Guía Repsol distingue con su famoso Solete tres establecimientos rayanos. Uno de ellos es el Bar Díaz, en la N-521 unos kilómetros antes de adentrarse en Portugal, por su bacalao y arroz de marisco. Otro es La Terraza, un chiringuito en la alquería de La Campiña con delicias como el pulpito a la brasa y un tercero, Al Joleo, en la aldea de Jola, con una carta divertida y sugerente.
Uma escapadinha perfeita em Valência de Alcântara, um destino fronteiriço na província de Cáceres
Publicado en julio de 2022
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