
El pueblo pacense de Feria en primavera es una explosión de color. Las Cruces de Mayo engalanan ventanas y balcones de una localidad de por sí Conjunto de Interés Histórico-Artístico que está situada en las estribaciones de Sierra Morena en la provincia de Badajoz.
Desde el Castillo de Feria, la panorámica es impresionante y de allí emerge un municipio con mucha historia.
Las Cruces de Mayo engalanan Feria en primavera
Mayo en Feria es toda una fiesta. La fiesta de la Santa Cruz, de origen medieval, en la que las cruces vestidas de forma artesanal por las vecinas en un alarde de creatividad tienen gran protagonismo. Las mujeres son las otras grandes protagonistas y, de hecho, hay en Feria todo un momento a la Mujer Corita, que es el gentilicio del pueblo.

Es una de las fiestas de Interés Turístico de Extremadura que se vive los días 2 y 3 de mayo con una emoción a flor de pie que se contagia. Empieza con una representación teatral por la noche en la Plaza de la Entrega, que escenifica la búsqueda del ‘Lignum Crucis’ por Santa Elena, la madre del emperador romano Constantino. Los actores son los propios vecinos mientras un coro de voces femeninas narra la historia.
La procesión con más trabajo artesanal de Extremadura es la de Feria en primavera
La mañana del 3 de mayo amanece de gala para acompañar la colorida procesión de la Santa Cruz con casi cien cruces de todos los tamaños portadas por las vecinas después de meses de preparación. Es la procesión con más trabajo artesanal de Extremadura y de gran vistosidad por las empinadas calles de Feria, que sigue a la ofrenda floral en el emblemático Rincón de la Cruz, donde se halla una cruz de forja sobre una columna de granito de una antigua ermita digna de visitar.

Son tallas de madera a las que se incorpora un aro metálico, adornado con flores hechas a mano con todo tipo de materiales, campanitas y demás objetos que llevan en andas cuatro personas.
Ya durante los días previos a la fiesta, los coritos muestran sus cruces en pequeños altares improvisados en sus casas para todo el que quiera admirarlas. Es un plan muy recomendable, pero de no poder acudir esos días, existe la opción de descubrir las cruces ganadoras en el Museo de la Cruz.
Las Cruces de Mayo en Feria son una fusión de ritos ancestrales y costumbres paganas vinculadas a la primavera. Se dice que se implantó para celebrar de forma conjunta el cumpleaños de la condesa de Feria, doña Ana Ponce de León, que le tenía mucha devoción a la Santa Cruz. Hoy en día la organiza la Hermandad de la Santa Cruz en colaboración con el ayuntamiento.

El Castillo de Feria, una visita por todo lo alto
Visita imprescindible en Feria es su castillo, uno de los más importantes de Extremadura. Su construcción se adaptó al terreno, por lo que presenta una forma irregular. Destaca la Torre del Homenaje, de planta cuadrada y con cuarenta metros de elevación. Se construyó a partir del siglo XV a las órdenes de Lorenzo Suárez de Figueroa. La torre, en la actualidad, alberga el Museo de Interpretación del Señorío de Feria, que hace un recorrido por la vida y costumbres de la zona.
El Faro de Extremadura
No lejos del Castillo de Feria está el Pico Mirrio a 810 metros de altura, considerado el Faro de Extremadura.
El pueblo destaca en su conjunto. Su fisonomía mantiene los rasgos tradicionales más característicos en muy buen estado de conservación. Las calles, de grandes pendientes, están compuestas por edificaciones encaladas.
En el patrimonio religioso brilla la Ermita de los Mártires, construida siguiendo instrucciones de los Reyes Católicos para proteger a los coritos de la peste. Allí se rinde culto a la Virgen de la Consolación. También la iglesia de San Bartolomé, del siglo XVI, que muestra remates barrocos en la cornisa y una portada del Evangelio de estilo renacentista que merece una visita. Destacan en su Altar Mayor las imágenes de San Bartolomé, el Santísimo Cristo de la Agonía y el Cristo del Descendimiento del siglo XVII. Su estructura y su inmensa torre se divisa desde cualquier punto del pueblo.
Enfrentada se encuentra la Casa del Concejo con soportales de rasgos mudéjares y heráldica del siglo XV.

La magia de las fuentes de Feria
Feria tiene la particularidad de que se dice que el agua de sus fuentes tiene efectos curativos, que mejora el cocinado de los alimentos y es buena para dar de beber a los animales. Son trece, que se pueden visitar en una ruta diseñada por el pueblo. Antiguamente incluso había disputas por conseguir un cántaro lleno del agua de estas fuentes.
La cocina corita
No puede terminarse una visita a Feria sin refrescarse en la Plaza Mayor, porticada con soportales de estilo mudéjar o en la Plaza de la Cruz. Ni tampoco sin probar la cocina local, que ofrece sopas de tomate o de ajo o los llamados bollos de tortilla con arroz además de dulces típicos como las roscas, los pestiños, las flores de miel o las perrunillas. Los vinos también son muy solicitados en este encantador lugar.
Fotos de Baltasar Montaño
Publicado en mayo de 2022

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