He salido de casa para recorrer las calles que rodean a la Plaza Mayor de Plasencia. Especialmente aquellas donde habitaban los conversos, eso que hoy llamamos el barrio judío. La puerta de una vivienda dice mucho de su interior. A veces se dice: como es adentro es afuera. Y sin duda, las mejores puertas de esta ciudad fueron construidas no para palacios, iglesias o conventos sino para casas en su día habitadas y que hoy en día, en su mayoría, se encuentran deshabitadas y en un lamentable estado de conservación.
Podríamos crear un catálogo de puertas según su forma, color o decoración; puertas de una hoja o de dos, con gatera, con llamador, con vano incluido, con herrajes, con ventana para la ventilación, de madera natural o pintadas. Muchas de las puertas que he encontrado están realizadas en madera de castaño o encina, y por descarte intuyo que la materia prima podría proceder del Valle del Ambroz, con gran tradición de maestros carpinteros, lo que no significa que no hubiera hace 100 o 200 años buenos artesanos de la madera en la ciudad. Sus largueros y travesaños suelen estar machihembrados, lisos y decorados los paneles superiores con formas geométricas o en casos aislados con talla o aplicaciones vegetales. Además del ensamblaje de los tablones para la confección de las puertas hay que destacar el trabajo de los herreros, que a golpe de fuego, yunque y martillo modelaron el hierro dando forma a los pernos, llamadores, pomos, púas, tachuelas y embellecedores, muchos de ellos en forma de rombo o de trébol.
Todas las puertas que os presento son de madera maciza y, como la madera es un material vivo, en invierno se ensanchan con las lluvias y en verano con los calores se contraen. A pesar de las inclemencias del tiempo y de su deterioro visible ahí están, aguantan año tras año el tiempo y el olvido. En otros lugares con menos patrimonio a estas piezas se les habría dado la importancia que merecen. Son piezas muy difíciles de reproducir hoy en día porque el trabajo en serie ha terminado con estos oficios, son piezas únicas que se deberían cuidar y conservar. Estas imágenes son tan solo un ejemplo de las puertas que se pueden encontrar en un agradable paseo por el centro de Plasencia, seguro que ustedes pueden añadir muchas más.
Imagen superior: herrajes en las puertas de las casas de Plasencia
Texto y fotos de María Jesús Manzanares para su columna Vuelan Miradas