
La Navidad en Villar de Rena es auténtica. Tiene el encanto de vivirse en un entorno rural y un toque familiar extra en su original Belén con figuras personalizadas. Las caras suenan, son conocidas para los vecinos porque son ellos mismos los que prestan sus rasgos a los personajes del Nacimiento.
A tamaño natural vemos a la lavandera, al carpintero y al panadero entre muchos otros, pero no sólo representando el papel que pide el Belén, sino el suyo propio. Son sus labores de toda la vida las que están escenificadas en formato de pasta de papel y pintura metálica. Además, la representación está cargada de mensajes solidarios. Una idea que ya es una tradición en esta localidad de las Vegas Altas y que tiene lista de espera entre sus habitantes para transformase en uno de los personajes.

Un sueño hecho realidad
Fue Alfonso González, hijo adoptivo a título póstumo, quien dio rienda suelta a su imaginación. Ideó este modelo de Belén que se ha convertido en su mejor legado para los vecinos de Villar de Rena. Hace cinco años comenzaron a crearse las primeras figuras, que por entonces apenas eran una decena. Hoy son cerca de un centenar entre imágenes de personas y animales.
Ha crecido también el espacio donde se colocan. En esta edición han sumado 400 metros cuadrados al escenario y el Belén ya se extiende hasta las afueras del pueblo, cerca de las faldas de la sierra.
Fiel a la permanencia de las tradiciones
¿ Qué mejor forma de conocer las labores de antaño que viéndolas representadas por los protagonistas? En el belén de Villar de Rena, el panadero es el que ha dedicado su vida a ello; el carpintero lo personifica la figura de quien realiza esa tarea… y así con el resto. Además, al estar modelados con sus caras, las transfiere una realidad creíble. Y son ellos, los vecinos, los que participan en los preparativos y se involucran en que no falte un detalle.
Una idea que, ya no solo asegura la permanencia de las tradiciones, sino que también pone su granito de arena en la continuidad del planeta porque todos los materiales son reciclados. Los villariegos aportan prendas de vestir, complementos e incluso cápsulas de café. La imaginación hace el resto.
Decoración y mensajes relevantes
El primer mensaje del Belén de Villar de Rena es feminista con un Herodes que tiene cuerpo y cara de mujer. Entre sus soldados también hay reclutadas vecinas del pueblo y los demás personajes llevan en sus ropas lazos de colores que simbolizan el apoyo a una causa solidaria. Los tres Reyes Magos reflejan tres religiones: el cristianismo, el islamismo y el budismo. Este año, además, una de las vacas lleva una mancha con la forma del mapa de Extremadura para hacer un guiño al centenario de la obra de Luis Chamizo.

La Nacencia por inspiración de Luis Chamizo
Es precisamente este autor extremeño, Luis Chamizo, quien inspiró el título para el Belén de Villar de Rena. Su poema La Nacencia comparte el epígrafe con este montaje tan peculiar.
¿Y qué hay más extremeño que la acogida que ofrecen los habitantes de un pueblo? La implicación de los vecinos no acaba en la decoración porque también se ofrecen a hacer de guías para que el visitante no se pierda un detalle.
Dicen que el mejor momento del día para pasear por todo el Nacimiento es al atardecer, cuando aún alumbra la última luz del día, para percibir mejor todo el trabajo que hay detrás. Es en este instante cuando también se puede presenciar el encendido de la iluminación navideña, una pincelada extra de magia para este Belén.
Final dulce para la visita
En Villar de Rena nacen también unos manjares que ponen el toque dulce, tan típico en estas fechas navideñas: el bombón de higo. Las higueras son un cultivo en auge en esta localidad y la transformación del fruto en una golosina también se lleva a cabo en este pueblo. Así, el visitante emprende la marcha con un buen sabor de boca.
Publicado el 8 de diciembre de 2021
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