Me gusta comprar libros cuando viajo o salgo de vacaciones, unas veces simplemente como recuerdo, pero otras, por lo que me puedan contar del lugar que visito, sobre su historia, sus paisajes o sobre el carácter de la gente. Hace unos días, en una breve escapada a Rota, encontré por las calles del centro una librería pequeña pero muy interesante, de esas con identidad propia, Casagato, de la que me traje de vuelta un par de libros del roteño Felipe Benítez Reyes. De uno de ellos, de la novela La conspiración de los conspiranoicos, me gustaría hablarles hoy.
Definida por el autor en una de sus páginas como “un canto de amor a la idiotez”, La conspiración de los conspiranoicos nos enfrenta a un pintoresco grupo de individuos obsesionados con las conspiraciones que encuentran en la epidemia de COVID-19 un auténtico revulsivo para dar rienda suelta a sus paranoias, que les llevan a pensar que todo, desde los famosos chemtrails hasta el propio SARS-CoV-2, son parte de un siempre nebuloso pero terrible complot internacional en el que no faltan nunca George Soros y Bill Gates diseñando en la sombra malintencionadas operaciones cuyo objetivo no es otro que controlarnos a todos con un nivel de vigilancia y obtención de informaciones que ya hubiera querido para sí el terrible Josef Stalin. Narrada por uno de los integrantes del grupo, la novela viene a ser una especie de diario de sesiones que nos da la oportunidad de colarnos de tapadillo en sus disparatadas tertulias, en las que van cambiando de sede, recorriendo distintos bares y cafeterías por miedo a ser localizados, unas tertulias que parten casi siempre de noticias de actualidad de los medios oficiales, a las que contraponen las réplicas oficiosas de personajes tan delirantes como el doctor Ferrán, el periodista Campillos o los presidentes de Ghana y Tanzania, y las propias de los cinco miembros de grupo, que superan con creces las opiniones dejémoslo en dudosas de algunos de protagonistas reales de estos tiempos convulsos, como han venido siendo Miguel Bosé o Íker Jiménez.
La nota de la contraportada define la novela como “una sátira destenillante y demoledora del pensamiento alternativo”. Desternillante es un adjetivo arriesgado, porque promete tanto que puede generar expectativas que luego no se cumplan, y porque hay quien se ríe de cualquier cosa y hay quien no se ríe por nada, pero creo que no exagero ni me equivoco si digo que es una novela fresca, gamberra, divertida y muy inteligente, en la que se mezclan a partes iguales el aire de chirigota con un espíritu liberal e ilustrado menos popular pero no menos gaditano, con la que podemos pasar muy buenos ratos y que puede ayudarnos a desengrasar y digerir la enorme cantidad de estupideces que nos está tocando oír y aguantar a cuenta del dichoso SARS-Cov-2 y sus múltiples, interminables disfraces.
La conspiración de los conspiranoicos
Felipe Benítez Reyes
Editorial Renacimiento
19,90 euros
Texto de Juan Ramón Santos para su columna Con VE de Libro
Publicado el 23 de julio de 2021