Sabemos que Extremadura tiene uno de los cielos más limpios de Europa, lo que facilita la contemplación del cielo estrellado. Desde casi cualquier punto de la región en las noches claras son millones las estrellas que se aprietan en lo alto para mostrarnos su brillo. Tanto en la provincia de Cáceres como en la de Badajoz, Extremadura cuenta con lugares ideales para la observación nocturna.

Sin embargo, hay una característica del campo extremeño que permite disfrutar de las estrellas no solo de noche, sino también de día. Es un fenómeno que ocurre en primavera y que se alarga hasta entrado el verano. En Extremadura podemos ver lienzos de estrellas cuando florecen las jaras sobre los amplios campos.

En las montañas de Las Hurdes y en todas las sierras de la región, la vegetación y las piedras sirven de lienzo oscuro y profundo como la noche, sobre ese fondo se desparraman blancas, redondas y brillantes, miles de flores de jaras.

Son los puntitos blancos que vemos en el campo y en las montañas, a veces se pierden junto a los ríos amarillos de las retamas que suben y bajan por las laderas dibujando líneas de un cuadro figurativo.

El olor meloso de la flor de jara lo inunda todo. La acompaña también los brezos blancos que parecen constelaciones a lo lejos, dibujando nuevas y distintas galaxias.

Un día en el campo extremeño da para mucho, para disfrutar, para descansar, para respirar el aire más puro y para contemplar, al caer la tarde, una película estelar proyectada sobre enormes superficies verdes y profundas como la noche.

Publicado el 22 de abril de 2021

©Planveando Comunicaciones SL