
Existen pueblos y ciudades cargados de rincones que impresionan solo con pasear por ellos. Eso es lo que ocurre con la parte antigua de Trujillo y con su Plaza Mayor. Un punto en el que se mezclan el ocio, la restauración y la cultura y en el que llaman la atención dos edificios, la Iglesia de San Martín y el Palacio de la Conquista.
Una construcción que ya es imagen de Trujillo
La Iglesia de San Martín comienza a construirse en el siglo XV y hasta mediados del siglo XVI no lograron levantar este imponente edificio. Todavía hoy se conservan puntos destacados de su construcción. Uno de ellos es la torre del campanario que incluso se ve desde algunas calles de la parte antigua.
El rasgo que diferencia a esta Iglesia de otras similares es su extraordinaria fachada principal. Esta parte del edificio se eleva sobre la estatua de Pizarro. En su lado izquierdo sobresale la torre de la campana y el derecho está formado por un chapitel piramidal en el que se encuentra el reloj con una gran campana encima.
En la construcción de la Iglesia de San Martín confluyeron tres estilos, gótico, barroco y renacentista. Además, en su parte derecha todavía se conserva la Puerta de las Limas, construida en la época de los Reyes Católicos y en la que el gobierno local celebraba sus reuniones.
Su interior está formado por una única nave y bóvedas de cruz estrellada. A ambos lados se pueden ver capillas cargadas de sepulcros renacentistas en los que descansan los restos de los nobles más destacados de la ciudad. También destacan el retablo Mayor, las punturas del siglo XV y el órgano del siglo XVIII.
Trujillo y Perú unidos en un edificio
El Palacio de la Conquista es el otro edifico que hay en la Plaza Mayor. Su estilo es renacentista y también fue construido en el siglo XV. Se levantó por orden de Hernando Pizarro y fue el lugar donde vivió con su esposa al regresar de América.

Al igual que ocurre con la Iglesia de San Martín, su fachada es el elemento que más llama la atención. Está formada por arcos de medio punto que descansan sobre grandes pilares. La presencia de la familia Pizarro es constante y se aprecia en las medallas y caras que decoran los hierros que protegen a las ventanas.
Pero el elemento que hace único a este edificio es su cornisa. En la parte superior hay hasta doce estatuas tocando diferentes instrumentos musicales. Justo debajo en la fachada del balcón que hace esquina, se encuentra un imponente escudo cargado de simbología, historias alegóricas y elementos que hacen referencia a los Incas y a Perú.
Imagen superior: Iglesia de San Martín en la Plaza Mayor de Trujillo. Foto de Carlos Díaz
©Carlos Díaz/Planveando Comunicaciones SL
Publicado el 10 de febrero de 2021
1 comentarios
Que grande y bonito Trujillo