Hay bancos en Extremadura que nada tienen que envidiar al banco de Ortigueira, del que dicen que es el mejor del mundo por sus vistas al Atlántico. Basta con subir a uno de los miradores celestes de la provincia de Badajoz, el de Galizuela, para contemplar el mar de agua dulce de La Siberia extremeña que rodea al Cerro Masatrigo. Allí en lo alto hay un banco (foto de cabecera) estratégicamente situado que invita a pasarse horas mirando al infinito y a la que es sin duda la rotonda más bonita de España y dicen que más grande de Europa.

Del sur al norte de Extremadura, en Piornal, el pueblo más alto de Extremadura de hecho, hay incluso varios bancos de madera que permiten disfrutar del Valle del Jerte en todo su esplendor. El mirador A ras del cielo se llama.

Son algunos de los bancos con las mejores vistas de Extremadura que ofrecen una ruta diferente por paisajes o monumentos extremeños. Piornal y Galizuela, pedanía de Esparragosa de Lares, son ejemplos de pueblos que han sabido ver el tirón de sus miradores. Miradores donde no falta un banco para sentarse como en el de la Serrana de La Vera en Garganta la Olla con la estatua de la imponente mujer que otea el horizonte.

Allí el paisaje se une a la leyenda como en Magacela a la historia. Incluso a la prehistoria. A un paso de la que fue sede del priorato de la Orden de Alcántara y del Dolmen de Magacela, en la Laguna de los Santos, se puede divisar la inmensa llanura de La Serena y la fortaleza cómodamente sentado. Cuando la laguna está llena, ver además el reflejo del pueblo en el agua es una delicia.

Postales navideñas desde bancos de Extremadura

La provincia de Badajoz está plagada de castillos y al de Herrera del Duque no le falta su banco para admirar las bonitas vistas. Es uno de los que presume La Siberia extremeña, como el de Valdecaballeros, convertido por la espectacular nevada de este año en un banco con vistas de postal navideña.

Al igual que Cerro Gordo, en Segura de León, en cuya cima se halla la ‘piedra del tambor’, una piedra movediza sobre una oquedad. Desde otro banco situado en el camino al parque del Muladar, los atardeceres son simplemente maravillosos. Ambas postales se unen a la habitual por estas fechas de Piornal nevado.

Bancos influencers

También junto al castillo de Belvís de Monroy, en Campo Arañuelo, hay un banco para descansar y en Santibáñez el Alto, que conserva la mayor fortificación de toda la Sierra de Gata en La Raya con Portugal, hay un banco junto al castillo desde el que se ve la Torre de la Almenara de Gata y se aprecia el paisaje mosaico con el que la comarca se protege de los incendios. Un antiguo lavadero de granito de grandes dimensiones completa este preciado rincón de la Sierra de Gata. No menos espectaculares son las vistas desde uno de los bancos de Eljas camino de la piscina natural.

Otro de los bancos fundamentales en miradores de la provincia de Cáceres está en Hervás, junto al Puente de Hierro por donde pasa la Vía Verde del Ambroz, y desde el que se tiene una panorámica del pueblo de cuento. Como impresionante es también la visión de la ciudad monumental de Cáceres desde San Marquino.

Bancos con vistas Patrimonio de la Humanidad

Como en el caso del banco de Ortigueira, en Galicia, el banco de San Marquino es una iniciativa ciudadana que lo hace doblemente entrañable en una ciudad que es Patrimonio de la Humanidad en Extremadura.

Como lo son Mérida, donde puede el viajero sentarse al pie del emblemático Acueducto de los Milagros, y Guadalupe, donde el banco situado junto a la Casa de Cultura permite ver el célebre Monasterio de Guadalupe y, al fondo, el Pico de las Villuercas, el más alto del Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, también Patrimonio Unesco de Extremadura.

El mismo título poseen las Reservas de la Biosfera del Tajo Internacional y de Monfragūe con bancos tan destacables como los que miran al Puente de Alcántara y al Salto del Gitano respectivamente. En realidad en el Parque Nacional de Monfragūe hay bancos en todos los miradores y el icónico Salto del Gitano se puede divisar también cómodamente sentado en el que hay en el Mirador de la Barca de Serradilla.

Cierto es que cualquier piedra puede ser la mejor atalaya en paisajes y rincones espectaculares de Extremadura, pero también que un banco puede darle un aire romántico y evocador como el de Hervás. Aunque para romántico, el banco de Carolina Coronado en Almendralejo, que está justo delante del teatro que lleva el nombre de la poetisa del Romanticismo que allí fue a nacer hace ahora justamente 200 años. Es obra, como tantos, de la empresa Arcoiris. “La verdad es que tenemos plagada de bancos Extremadura entera” dice su gerente, Tomás Tornero. Lo que corrobora Jorge Vega, de Bosque Urbano, artífice de la remodelación del Balcón de Piornal.

Histórico es también el banco del mirador de Sorolla en Plasencia, desde donde se ve el rincón que inmortalizó el pintor en 1917 cuando recorrió el país para pintar sus 14 Visiones de España por encargo de la Hispanic Society de Nueva York. A un lado se ve la Plasencia monumental y al otro pura naturaleza. Es un rincón por descubrir de la provincia de Cáceres de lo más pintoresco.

Badajoz se lleva la palma. Además de que te permiten sentarte al pie de la monumental Puerta de Palmas, en el Paseo San Francisco solo sentarse en los bancos con azulejos de imágenes de conquistadores es en sí mismo un placer similar al de la Plaza de España de Sevilla.

Pero además de estos emblemáticos bancos, hay senderos entre cipreses y pinos en plena Alcazaba de Badajoz que son ideales para ver atardecer. Alguno tiene la mirada puesta justo frente a Elvas, la localidad hermana de Badajoz, y todo Portugal así como el Guadiana en toda su plenitud, los puentes, el Fuerte de San Cristóbal o los pájaros que regresan a los dormidores componen bellísimas postales de la ciudad.

No están todos los bancos, por supuesto, pero todos los que están en esta singular ruta por Extremadura merecen una visita y hasta sentarse en un banco del andén, como Penélope, tiene su aquel en la coqueta estación de Almorchón. Palabra de cronista, de cronista oficial de Esparragosa de Lares y todo un humanista, Víctor Guerrero.

Publicado el 18 de enero de 2021