El enorme castillo de Belvís de Monroy se alza imponente en un cerro, lo que evidencia su carácter defensivo.
Su origen se remonta al siglo XIII, pero en él pueden verse todos los estilos arquitectónicos de la Historia del Arte a partir de esa fecha,medieval, renacentista, barroco… Las distintas generaciones y los diferentes usos del castillo dejaron huella en esta construcción que sorprende al llegar a Belvís de Monroy, un pequeño pueblo del Campo Arañuelo.
Actualmente el castillo está en fase de consolidación y, además, es propiedad privada. Sin embargo, junto a él encontramos el mirador de Belvís de Monroy, lugar de paseo de los vecinos. Desde allí, al anochecer, pueden verse cómo se van iluminando los pueblos de La Vera decorando la montaña. Puede verse el embalse de Arrocampo, los campos de cultivo, los canales de riego y amplias extensiones de placas solares. Tiene una vista espectacular del Campo Arañuelo, sus bancos de piedra a la sombra de los árboles invitan a la conversación y a la tranquilidad. Mientras, las aves buscan cobijo en las ramas o se las puede ver volando a diferentes alturas.
El castillo es ZEPA de cernícalos primilla y como hemos dicho su historia de remonta al siglo XIII, cuando pertenecía tierras de Plasencia. Luego, por siglos perteneció a los Monroy, que dan nombre a la localidad. Fue abandonado debido a las guerras de Sucesión y de Independencia, pero su grandeza sigue allí en lo alto, vigilando la puerta de entrada al norte de Extremadura.
También recomendamos visitar, en el Campo Arañuelo, la ermita de las Angustias en Casatejada.
Publicado en agosto del 2020
©Planveando Comunicaciones SL