La Pitarra del Gordo celebra justo este mes un cumpleaños tan histórico como esta foto de Paco Santos, Alberto Gete y Raúl Paniagua en la terraza del emblemático local de la Plaza Mayor. Este trío se ha convertido en todo un símbolo del confinamiento por el coronavirus en Plasencia y la foto recoge su reencuentro a pie de calle en el mismo mes de mayo en que La Pitarra del Gordo cumple los 26 años. De manera que guardando la distancia de seguridad y con las mascarillas puestas, quisieron inmortalizar el momento en el que se volvieron a ver las caras más allá de las redes sociales donde estuvieron animando el encierro.
Nunca mejor dicho en el caso de Alberto Gete, Su particular recreación de los encierros de San Fermín en el patio de luces, convirtió al 97 de la Ronda del Salvador en la comunidad más virtual de la ciudad mientras su vecino, el propio Paniagua, animaba el otro lado de la calle, la avenida de Sor Valentina Mirón. Después vinieron más shows del 97 de la Ronda del Salvador y las reflexiones nocturnas de Raúl Paniagua cuando sacaba al perro.
Ambos han dado la campanada por su espíritu animoso, que en el caso de Paco Santos era más previsible por su condición de animador profesional aunque nunca imaginó que lo haría encerrado en casa desde su terraza por causa de una pandemia.
La Pitarra del Gordo vuelve a la vida el mes que cumple los 26 años
La fase 1 de la “desescalada” ha devuelvo a la vida a todo un clásico de la hostelería placentina que ha seguido con Raúl Paniagua la estela de su padre. El carismático Vicente Paniagua, alma mater de La Pitarra del Gordo. Otro Raúl, el nieto, un artista en el arte de tirar la cerveza, completa la saga familiar.
La Pitarra del Gordo es parada obligatoria en Plasencia. Su terraza tiene vistas a una de las casas más estrechas de España y linda con la “casa de cuento” de la Plaza Mayor de Plasencia, que es ejemplo de la arquitectura modernista de la primera mitad del siglo XX en la ciudad. Al otro lado de la Plaza Mayor tiene por vecino al emblema de Plasencia, el Abuelo Mayorga que luce en la fachada del ayuntamiento.
Es la tasca por excelencia en la ciudad, donde los parroquianos agradecen el trato familiar y los turistas la hospitalidad y singularidad mientras pueden probar el vino de pitarra acompañado, como decía su primer, primerísimo eslogan publicitario, “de acojonantes tapas de jamón, patatera y quesos del pueblo”. La oferta va mucho más allá y se llevan la palma las carnes y choricillos a la brasa.
Publicado el 29 de mayo de 2020