
Las ruinas de la Ermita de Nuestra Señora de la Peña se esconden en uno de los paisajes más especiales de las cumbres de Sierra de Gata. Desde las alturas, lo que fue un templo cristiano, es ahora un paraje lleno de encanto pero también de misterio y de magia.
El paso del tiempo ha hecho mella en el edificio, pero aún se pueden apreciar signos evidentes de la importancia que tuvo este lugar para los serragatinos en tiempos pasados.
Las ruinas se encuentran en la cima conocida popularmente como el Canchal del Burro con vistas a la carretera CC.4-2 que une Cilleros con Hoyos y donde confluyen además tres términos municipales: Perales del Puerto, Cilleros y Hoyos.
Vistas de toda la comarca
Los robles y alcornoques que rodean la iglesia parecen proteger los restos del edificio donde aún se conserva en perfecto estado una gran bóveda de crucería que data probablemente del siglo XVI. La cúpula presenta nervios de granito con una clave central y cuatro claves secundarias que sujetan la cubierta de ladrillo.
En los restos también se aprecia un arco toral de medio punto que da paso al ábside, aunque el resto de la nave está totalmente arruinada. La bóveda se apoya en cuatro contrafuertes de sillería de granito y el muro es de mampostería con un vano en forma de saetera.
A poco más de 500 metros se encuentra un mirador con merenderos y un chozo de piedra de nueva construcción similar a los antiguos zahurdones que sirve de lugar de descanso para aquellos valientes que han llegado a pie hasta lo alto del cerro.
Dos itinerarios de subida
Para acceder a la ermita se puede escoger dos itinerarios: una pista de cemento que sale desde Perales del Puerto y sube por el valle del arroyo Valdelasheras que tiene una distancia de unos cinco kilómetros y un desnivel de unos 300 metros.
Por otra parte, también se puede subir por una pista que sale desde la carretera CC.4-2 que une Hoyos y Cilleros y que termina en el chozo de piedra donde se puede aparcar el vehículo. Este itinerario tiene menos desnivel, unos 100 metros, y el recorrido es de dos kilómetros.
Para los amantes del senderismo deben tener en cuenta que no es un sendero señalizado y no hay ninguna indicación de la ermita, pero se pueden guiar por la geolocalización de Google Maps.
Publicado enero 2020