Mi buen amigo Julián Hernández Mohedano, el que entró, siendo muy joven, como escribiente en el Ayuntamiento de la villa jurdana de El Casar de Palomero, jubilándose en él después de 50 años de servicio, era, sin lugar a dudas, la persona que más sabía sobre los movimientos de la guerrilla antifranquista o maquis por las serranías de Las Hurdes y otras áreas montañosas del Ambroz, Gata y Tierras de Granadilla.

Por su trabajo de auxiliar administrativo, en aquellos años de principios de los 40 del siglo XX, pasaba mucha y sensible documentación.  Su memoria prodigiosa se atiborró de nombres de guerrilleros, enlaces, otros apoyos de diversa índole que recibían, pero también de los guardias civiles y militares que componían el tercio móvil destacado en Casar de Palomero, junto con otra compañía del Ejército de Tierra.  Estos últimos con una única misión: aniquilar la guerrilla antifranquista que se movía por las cordilleras de los septentriones cacereños.  Julián relataba que estas tropas destrozaron la valiosa biblioteca que se atesoraba en el Ayuntamiento de la citada villa, utilizando libros, documentos y otros cartapacios para hacer hogueras, a fin de defenderse de los fríos del crudo invierno.

Gracias a Julián, pude conocer y entrevistar a enlaces y otras personas que apoyaron a aquellos guerrilleros que, con gran valor, peligro y heroísmo, continuaban luchando contra la tiranía franquista una vez acabada la Guerra de Sedición Española, que otros nombran, equivocadamente, como “guerra civil”.  Los que fueron descubiertos, pagaron con torturas y cárceles, o con la propia vida.  Habría para escribir todo un libro.  Mi otro gran amigo Antonio Sevillano Aparicio, abuelo paterno del celebrado cantante Iván Sevillano Pérez, Huecco, natural de Marchagaz (Tierras de Granadilla) y casado en el pueblo jurdano de Ribera Oveja, también me ha relatado infinidad de historias sobre su padre, Justo Sevillano Cervigón, encarcelado en 1936 por republicano y “rojo” en Cáceres y en Hervás.  Antonio era un muchacho entonces, pero fue testigo directo de muchos acontecimientos.  Su padre fue uno de los enlaces más activos del maquis a lo largo y ancho de Las Hurdes, sin que nadie levantara la liebre.  Puede que sospechara algo el todopoderoso don Martiniano Martín Arrojo, el más rico de El Casar de Palomero, para quien trabajaba Justo como mondador de olivos. Pero don Martiniano que, al parecer, había sido simpatizante de Niceto Alcalá Zamora, presidente provisional del Gobierno de la II República Española, le extendía los salvaconductos correspondientes, moviéndose a sus anchas por esos pueblos.  Más tarde, cuando pasé de ejercer mis tareas educativas en Las Hurdes al instituto de Montehermoso, conocí a Gerardo Antón Garrido, Pinto, que llegó a ser jefe de la partida de la 12ª División de la 1ª Agrupación de Guerrilleros de Extremadura entre 1944-1948.  Gerardo pudo escapar a Francia.  Cuando regresó a España en 1977, se reintegró a la lucha política con un ardor y una fe impresionantes.  Le homenajeamos en su pueblo, Aceituna, el día 8 del 8 de 2008, gracias a la iniciativa del alcalde de dicho lugar, mi querido amigo Josafat Clemente Pérez. Una hermosa y emotiva jornada.  La intrigante, entregada y valerosa trayectoria vital de Gerardo fue prosificada por el conocido historiador y responsable de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica en la provincia de Cáceres, del que me honra su amistad, Julián Chaves Palacios: Guerrilla y franquismo: Memoria viva del maquis Gerardo Antón, Pinto.  También mi compañero de instituto y apreciado amigo Aureliano Martín Alcón, alcalde de Montehermoso por I.U. a lo largo de tres legislaturas, le dedicó el libro Pinto, el desván de la memoria.

En recuerdo de todos esos guerrilleros desparramados por los campos de España, que, pasando infinidad de calamidades y con el aliento de los mercenarios de la dictadura aventándoles su veneno día y noche sobre sus nucas, creían en las libertades y pretendían derrocar la tiranía…  En memoria de todos ellos, se celebrarán en el pueblo de El Torno el próximo fin de semana (5 y 6 de octubre) una serie de actos, que se iniciarán el sábado, a las 19,00 horas, en la casa de cultura Dulce Chacón, con la presentación de libro La Cuerda, cuya autora es Paqui Maqueda Fernández, una activista de la Memora Histórica y una de las protagonistas del documental El silencio de los otros (mejor documental en los Premios Goya 2019).  Posteriormente, se proyectará el documental Memoria Viva.  El domingo, a las doce de la mañana y en el paraje torniego donde se encuentra levantado el monumento a la Memoria de los represaliados del franquismo, se celebrará el homenaje a la guerrilla antifranquista, organizado por la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) Cáceres Norte.  Se cerrarán estas jornadas con una comida fraternal al sitio de Las Vaquerizas.

Las jornadas, abiertas a todos los que crean que construir un mundo más Libre, más Justo, más Solidario y más Humano es posible, se enmarcan dentro de la VIII Convivencia del Día del Guerrillero, que, en palabras de los organizadores, es un sincero homenaje a todos aquellos que sacrificaron sus vidas luchando contra el franquismo, manteniéndose firmes en sus ideales de libertad y de justicia social y a los que tenemos presentes en nuestra memoria cada día.  Es un deber ético recordar y conservar el legado de estos luchadores que jamás se rindieron ante la represión totalitaria. Su lucha no fue en balde.

Imagen superior: Partida del maquis por las sierras del norte cacereño (Foto: Archivo J.H.M.)

Texto de Félix Barroso para su columna A Cuerpo Gentil. Las opiniones e imágenes publicadas en esta columna son responsabilidad de su autor.

Publicado el 3 de octubre de 2019