
El olor de los bodigos en Todos los Santos se mezclan en Tamurejo con el del pan de toda la vida que elabora La Hermana Antonia, uno de los santuarios del pan artesano en Extremadura. Célebres en La Siberia extremeña, sus bodigos son los reyes indiscutibles de la repostería en estas fechas porque no solo de buñuelos y huesos de santos viven los más golosos.

Los bodigos están en la memoria colectiva de este pequeño pueblo de La Siberia extremeña que linda con Ciudad Real y todavía existe la costumbre de hacerlos en casas donde perdura la receta de las abuelas. Pero digna heredera de la tradición de La Hermana Antonia, Carmen María trabaja estos días a destajo para dar gusto a propios y extraños porque el bodigo es el dulce típico por estas fechas.
Fiesta de la Trasterminancia 2019
Aunque no solo se puede degustar ya en Todos los Santos, sino también en la Fiesta de la Trasterminancia Tamurejo-Siruela que se celebra el 16 de noviembre porque en esta tierra, hospitalaria donde las haya, les gusta compartir sus tradiciones con los cientos de personas que suelen acudir a acompañar al ganado entre estos dos pueblos vecinos que distan nueve kilómetros. Sentirse pastor por un día en La Siberia extremeña es la ocasión de guiar al mayor rebaño de ovejas merinas negras de España por vías pecuarias de una comarca llena de encantos que es ya Reserva de la Biosfera.
Los bodigos, entre otras tradiciones gastronómicas que darán a probar, están elaborados a base de leche condensada, harina, azúcar, manteca y almendras con su toque de vino y matalauva, de grandes propiedades medicinales además.
Un dulce que se une a la chaquetía típica de Herrera del Duque para endulzar el Puente de Todos los Santos en La Sibera extremeña, que ofrece todos estos planes.
Publicado el 30 de octubre de 2019
©Planveando Comunicaciones
1 comentarios
En estas fechas es cuando vivimos la verdadera esencia de La Siberia: pastoreo, gastronomía, convivencia, clima y paisaje, pasado y presente de una tierra que es Reserva de la Biosfera.
!Qué suerte ser siberianos!