Ir al Dolmen de Guadalperal en Extremadura no es un plan al uso ni duradero porque este monumento megalítico de más de 4.000 años se ha hecho visible por la sequía y el desembalse de agua a Portugal. Pero lo cierto es que es la primera vez, en décadas, que sale a la luz en su totalidad porque en otras ocasiones en que ha bajado el nivel del agua en el pantano de Valdecañas, han asomando solo las partes más altas de los menhires.
Eso y su falta de conservación hace, no obstante, posible que haya reaparecido por ahora al otro lado de Los Mármoles, los restos romanos que corrieron mejor suerte y se pueden visitar a orillas de embalse en la carretera que une Navalmoral de la Mata con Guadalupe en el término municipal de Bohonar de Ibor. Allí, a unos seis kilómetros de su ubicación primitiva, se reconstruyó piedra a piedra este Pórtico de la Curía de Talavera la Vieja, Talaverilla para los vecinos.
Salvar el Dolmen de Guadalperal vía change.org
Eso es precisamente lo que busca la Asociación Raíces de Peraleda, que ha lanzado una petición en change.org para salvar el Dolmen de Guadalperal trasladándolo a un nuevo emplazamiento a salvo del agua. “Es ahora o nunca” advierte su presidente, Ángel Castaño, en una contrarreloj antes de que el pantano de Valdecañas vuelva a sumergir este monumento megalítico de gran importancia. Lo que calcula que puede volver a ocurrir en el plazo máximo de mes y medio o antes deteriorando aún más el yacimiento.
El conjunto megalítico ha emergido temporalmente como una especie de aviso a navegantes aunque accesible solo es caminando a pleno sol durante hora y media por el perímetro del pantano o en la barca que alquila un vecino de Berrocalejo. No hay ningún punto desde el que pueda observarse con prismáticos.
Publicado en agosto de 2019
Foto de Rubén Ortega Martín cedida por Raíces de Peraleda