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Sobre la exposición de los alumnos de Bellas Artes en Plasencia

Cada año, los alumnos de la Escuela de arte Rodrigo Alemán, seleccionan sus mejores obras realizadas durante el curso con sus profesores Juan Gila en escultura, Juan Pérez en cerámica y Pedro Gamonal en pintura. Cada clase cuenta con 30 o 40 alumnos, lo que nos puede hacer reflexionar sobre la importancia artística y social que estas enseñanzas no regladas tienen  en Plasencia. En nuestra región no contamos con Facultad de Bellas Artes por la proximidad de las de Sevilla y Salamanca, pero estas escuelas se convierten en un puente necesario para cubrir la necesidad de aprendizaje práctico de técnicas artísticas tradicionales. La academia y el aprendizaje del arte vienen de la mano de la práctica, pero también de la investigación, de la lectura, de la observación de los maestros y de la confrontación humilde de tus trabajos con los de sus compañeros.

Autora: Carmen Báez Blázquez
Autora: Josefina Martín Prieto

Este año se celebran los 100 años de la creación de la mayor revolución creativa que cambió los parámetros de la enseñanza en bellas artes, hablo de la Bauhaus. Los impulsores de esta escuela alemana estaban convencidos de que el arte podría dar respuestas reales a las necesidades de la sociedad. Aún hoy muchas propuestas artísticas en el campo de la fotografía, el diseño, la pintura, escultura y arquitectura toman como referencia los prelados de artistas como  Walter Gropius, Ludwig Mies van der Rohe, Paul Klee, Wassily Kandinsky, Oskar Schlemmer y mujeres que, a pesar de encontrar grandes barreras supieron colocarse a la cabeza de la modernidad: pienso en LillY Reich, Marianne Brandt, Anni Albers, Eileen Gray, Albers y Gunta Stölzl, entre otras.

Autora: Josefina Martín Prieto
Autora: Teresa Jiménez Yuste

Allá donde hay creación existe un lugar de entendimiento y  reflexión que los espectadores debemos concebir como un espacio de meditación. El arte que se hace con las manos y la materia no puede surgir de la urgencia fantasmal, apresurada y vacía con la que la vida digital del presente nos acucia. Por eso contemplar y atender con cierta profundidad a estas obras nos reconduce a un plano más humano, sincero y en cierta forma ancestral, pues nos conecta con el tiempo y la dedicación de los artistas. Los espectadores, como es natural, tienen la elección de implicarse, empatizar o preferir  unos estilos y temas a otros, pero de lo que no puede librarse es de cultivarse en el camino, y de hacerse a sí mismos y a la sociedad que habitan mejor y más culta. La sociedad culta, cultivada, es la que más oportunidades de ocio inteligente pone a nuestra disposición, y no la que se lo pone más fácil a quienes venden barato el ocio banal, por desgracia mayoritario, que nos carcome.

Hasta el mes de septiembre podéis visitar esta exposición en el Complejo Cultural Santa María y en el Museo Etnográfico y Textil Pérez Enciso de Plasencia en horario de mañana. Incluso podéis llevaros un cuidado y hermoso catálogo.

Texto y fotos de María Jesús Manzanares para su columna Vuelan Miradas

Publicado el 15 de julio de 2019

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