Arroyo de la Luz es una localidad dinámica y abierta que ofrece sus encantos naturales y patrimoniales al viajero. Su Dehesa de la Luz, los humedales y la red de embalses, las rutas de senderismo y sus calles llenas de historia forman una propuesta redonda para sonreírle a la vida.
El paisaje que rodea a Arroyo presume de ser la primera Dehesa Cultural de Europa con inmensas extensiones de alcornoques y encinas. Sus caminos invitan a dar largos paseos, realizar rutas a caballo, itinerarios en bicicleta y observar un cielo plagado de estrellas.
El entorno acuático local facilita el desarrollo de numerosas especies animales. Las charcas y embalses, dentro de la Red Natura 2000 y Lugar de Interés Comunitario, son un lugar privilegiado para la observación de aves.
#RazonesParaSonreír entre encinas y charcas
Una vez que hemos llenado los pulmones de aire puro con una gran sonrisa paseamos por sus calles para conocer de cerca la historia local. La calle más famosa de Arroyo es La Corredera, por ella cabalgan cada año decenas de jinetes en la famosa fiesta del Día de la Luz. Sus vistosas casas de grandes fachadas con balcones, miradores y ventanas dan un aire burgués a la localidad.
Esta es una de las numerosas #RazonesParaSonreír que gracias a Instituto Dental IOS descubrimos en Arroyo. Lo que nos dejará con la boca abierta por su belleza y magnitud es el retablo mayor de ‘El Divino’ Morales en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, declarado Monumento Histórico Artístico Nacional.
El patrimonio religioso se completa con las iglesias de San Sebastián y San Antonio Abad, las ermitas de la Soledad y de San Bartolomé y San Blas o el convento de San Francisco.
Las calles de Arroyo de la Luz guardan restos de su historia como el castillo de los Herrera, palacios y escudos nobiliarios o el Rollo de la Villa por el cual los Reyes Católicos otorgaron su independencia a la villa en el siglo XVI.
Fotografía de Arroyo de la Luz de Carlos Criado
Publicado en junio de 2019