Es difícil regalarme libros. Aunque crea leer con algún método, siguiendo un cierto guion, lo cierto es que al final mi rumbo es errático, y no es fácil saber, en un momento dado, cuáles son los libros y los autores que me interesan. Por eso es tan complicado acertar. Y luego sufro si la gente se equivoca. Pero también me alegra enormemente cuando atinan, no tanto cuando dan con uno de esos nombres o títulos que aguardan turno en mi peregrina lista de propósitos de lectura como cuando me descubren algo que yo jamás habría comprado o tomado en préstamo en la biblioteca y que, sin embargo, al leerlo me entusiasma.
Es lo que me sucedió a principios de año, cuando los Reyes me trajeron, en un un estuche de regalo de la editorial Malpaso, las Prosas reunidas de Wisława Szymborska. Puede que el libro me hubiera llamado la atención de haberlo visto en la librería o en la biblioteca, pues me gusta la poesía de la premio Nobel polaca, y conocer sus trabajos en prosa me hubiera resultado, de entrada, interesante. Pero al hojearlo quizá hubiera pensado que no merecía la pena, porque no contiene, como cabría esperar, cuentos, ni novelas, ni ensayos, ni diarios, ni estudios o reflexiones sobre la obra de grandes autores. Lo que el libro reúne son reseñas, pero no –salvo excepciones– de obras o autores conocidos, sino de libros de lo más diverso y variopinto que probablemente no pueda encontrar nunca el lector en castellano y que, de hacerlo, sería en vete a saber qué ediciones, en rastros o mercadillos, rebuscando en el tenderete de vendedores libros usados o de ocasión.
Si de entrada algo puede llamar menos la atención es una colección de reseñas de libros extravagantes que, además, uno ni siquiera podría leer aunque le apeteciera, y, sin embargo, el de Wisława Szymborska es un libro absolutamente delicioso en el que, además, como bien señala la nota de contraportada, no es difícil reconocer el universo poético de la autora, dedicada durante décadas a reseñar los libros más inesperados, libros alejados de la Literatura o de cualquier main stream –memorias, calendarios de pared, libros de antropología, manuales de bricolaje o guías para turistas a pie– que pudieron ser en su momento best-sellers pero que jamás hubieran imaginado entrar en las páginas de suplementos o de periódicos de no ser por el bendito capricho la Szymborska.
Lo que asombra y maravilla al leerlo es la desenvoltura, el desenfado y la falta de tapujos con las que aborda, en unas pocas líneas, cada libro, y no necesariamente para elogiarlos ni tampoco, desde luego, para ponerlos en ridículo, sino para examinarlos a la luz, más que del sentido común (aunque también, por más que sea, como dicen, el menos común de los sentidos), del lúcido parecer de la escritora, que en ocasiones acaba por hablar más bien poco de la obra y se dedica a divagar sobre las impresiones que ha provocado su lectura, y que es, probablemente, cuando más te hace disfrutar como lector, al compartir contigo su enorme erudición y su forma natural, desinhibida y sin prejuicios de ver el mundo.
Un libro para disfrutar pausadamente, a razón de una, dos o a lo sumo cuatro reseñas por día. Una forma de completar el universo poético de una autora magnífica, o una estupenda plataforma para dar, si aún no se conoce, el salto a su poesía.
Prosas reunidas
Wisława Szymborska
Malpaso Ediciones
24,00 euros
Publicado el 22 de mayo de 2019