(A la memoria de Germán Martín Mateos, miembro de la Corrobra Estampas Jurdanas)
De su muerte solo supe cuando ví un mensaje dentro de las intrahistorias de las redes sociales, hace escasísimos días. Ya le habían dado tierra en el recogido y serrano camposanto de Nuñomoral, dentro del corazón pizarroso de Las Hurdes. La mil veces maldita parca segó su vida a galope tendido, cuando ya había desparramado sus esputos tóxicos por su entera y siempre recia anatomía.
Se nos fue Germán Martín Mateos, hijo de la alquería jurdana de El Cerezal, sobre el que discrepaba acerca de los parcheos y zancadilleos de la sociopolítica pero al que me unía una gran fraternidad. Amigo de verdad desde los tiempos en que echamos a rodar el Carnaval Jurdanu, removiendo sus cenizas y rescatando del imaginario colectivo de los más mayores lo que, en los años de Maricastaña, debió ser toda una manifestación alocadamente heterodoxa, transgresora y con enormes cargas de profundidad antropológica. No le tocaba morirse ahora, pero los caminos de la Enlutada de la Guadaña son inescrutables.
Sábadu Gordu el 2 de marzo
El próximo marzo nos volveremos a ver en el mismo lugar que nos vimos hace 19 años. Él no estará físicamente con nosotros, pero sí estará su invisible presencia. Aquel marzo del nuevo milenio también celebramos Loh Entruéjuh en la alquería de El Cabezo, tal y como ocurrirá este año el Sábadu Gordu, cuando las carnestolendas de la tierra del brezo y la pizarra vuelvan a resurgir cual Ave Fénix y lleguen con sus cencerros, rejínchuh (jijeos), tamboriles, gaitas, castañuelas, zambombas y otros carnavalescos instrumentos, montando, a la vuelta de cualquier esquina, el correspondiente rejuiju (escenificación propia del antruejo).
Fiesta de Interés Turístico de Extremadura
En el año 2000, un soleado 4 de marzo, efemérides de San Apiano y San Casimiro, nos arremolinamos todos en torno a Gabriel Crespo Crespo, vecino de la alquería de Riomalo de Arriba, elegido asambleariamente, días antes, como Rey de loh Entrujéjuh. Desde Pinofranqueado arribó al concejo de Ladrillar el compañero de Estampas Jurdanas Feliciano Azabal Rodríguez, el que había obtenido el título de rey en el Carnaval Jurdanu de la alquería de Las Erías. Él se encargaría de entronizar al buen amigo Gabriel. Nuestro compañero de bregas antruejiles, Germán Martín Mateos, siempre con el chiste gracioso a flor de labios, cantador de antiguos romances y otras coplas, se divirtió y disfrutó como el primero. Él sería el que, junto con una selecta gavilla de jabalínih (así son conocidos amistosamente los vecinos de El Cerezal), respaldaría incondicionalmente al que garabatea estas líneas para empujar a la nao de los arcaicos, desenfadados, solidarios, espontáneos y libertinos antruejos del territorio jurdano.
Una nao que ya hacía agua por muchas partes y precisaba carenarla y reflotarla. Y los sacamos adelante, pese a las voces de los eternos negativistas y agoreros. Y logramos que, en el otoño de 2017, el Carnaval Jurdanu fuese declarado Fiesta de Interés Turístico por la Junta de Extremadura.
Aviso a los navegantes
Ya contaremos, más a las vísperas, los pormenores de las carnestolendas de hogaño, las que llevaremos a cabo el día 2 de marzo, efemérides de San Troadio y Santa Ceada. Ahora, como colofón final, solo nos queda por mandar un Aviso a los Navegantes. Siempre se tuvo, en la demarcación jurdana, como norma no escrita pero respetada por todos, el abstenerse los Ayuntamientos y otras asociaciones de organizar actos paralelos cuando se llevaba a cabo una fiesta de carácter comarcal, al objeto de fomentar la fraternidad y la cohesión entre los propios jurdanos; hacer comarca, en definitiva.
Pero, lamentablemente, esta norma ha sido transgredida por cierta gente con mando en plaza, programando y vertebrando actividades propias de lo que se conoce como Carnaval de Plástico en la misma jornada que el Carnaval Jurdanu corre desbocado por las calles y rincones de la alquería a la que le toca por riguroso turno. Ese espurio carnaval, que no es tal, sino un concurso de disfraces y copia pobre y burda del carnaval de la gran ciudad, cargado de premios y competitividad, lo que le convierte en un auténtico anticarnaval: no hay nada que atente más contra el espíritu y la esencia de los verdaderos antruejos que imbuirlos de concursos de anacrónica competencia y otorgar premios en metálico a gente disfrazada de sicodélicos, charolados y deslumbrantes disfraces que nada tienen que ver con las raíces carnavalescas y la identidad como pueblo de esta o aquella comunidad. Lógicamente, esto no ocurre en aquellas zonas culturalmente más avanzadas, donde tienen a orgullo el mantener sus carnavales rurales a salvo de falsas e insulsas modernidades. Basta con recorrer, en esos días del Carnaval, los pueblos del País Vasco o Galicia, de Cataluña o Navarra, o de un sinfín de comarcas de Castilla-León, por citar algunas demarcaciones. Lógicamente, si el Carnaval Jurdanu fuese uno de esos anodinos, apócrifos, fraudulentos, adulterinos y metropolitanos acontecimientos que se hacen pasar por carnavales en muchas de nuestras villas y lugares, entonces jamás habría obtenido el título de Fiesta de Interés Turístico.
La Corrobra Estampas Jurdanas, que lleva casi 30 años representando el Carnaval Jurdanu lanza un Aviso a los Navegantes: No naveguéis ese día a contracorriente. Respetad el Sábadu Gordu del Entrueju y sumaros, con el corazón abierto y el espíritu alegre y afectuoso, a los entruéjuh jurdanos, a los auténticos. Contribuid a ensalzar lo que de Cultura, Identidad y Patrimonio conllevan, a levantar y desparramar su médula y su naturaleza antimercantilista (el verdadero carnaval jurdanu es Ocio, mientras que el carnaval urbano es Negocio); su carácter natural, no domesticado, mítico y legendario. Seguro que Germán Martín Mateos, de estar hoy con nosotros, se encargaría de pregonar este Aviso a los cuatro vientos.
Publicado el 28 de enero de 2019