Para mí, leer un libro de Javier Negrete -sobre todo leer alguno de sus libros de divulgación histórica- es siempre un viaje en el tiempo. Y no hablo de un viaje a la Antigüedad clásica, al tiempo de los griegos y los romanos -aunque también-, sino un viaje un cuarto de siglo atrás, cuando tuve la suerte, en el Instituto Gabriel y Galán, de disfrutar de sus clases de griego, de sus magníficas lecciones de historia, de cultura, de mitología, del saber inagotable que demostraba aquel profesor tan joven y de la capacidad extraordinaria que tenía, además, para contar las cosas dejándonos, al acabar la clase, completamente boquiabiertos.
Para contar las cosas de palabra y, como empezó a demostrar enseguida, por escrito, como ya averiguamos entonces con la novela de ciencia ficción La luna quieta, como hizo años más tarde con libros como Roma victoriosa, Roma invicta o La gran aventura de los griegos y como vuelve a hacer ahora con La conquista romana de Hispania, un libro en el que narra las sucesivas campañas militares que, desde los tiempos de la Segunda Guerra Púnica, a finales del siglo III antes de Cristo, hasta los de Octavio Augusto a principios de nuestra era, llevaron a Roma a dominar nuestra península. Y hablo de campañas militares porque, aunque el editor no lo advierta, como Javier contó en su presentación en la Feria del Libro de Plasencia y como señala también en el epílogo, el libro es fundamentalmente eso, un recorrido por las sucesivas campañas militares que llevaron a la conquista de Iberia, dejando fuera -salvo por alguna pincelada muy interesante, como la escuela de Sertorio en Osca o la fundación de ciudades que todavía hoy existen, como nuestra Emérita Augusta- los procesos sociológicos que completaron la romanización del territorio. Hecha esa advertencia, sólo queda disfrutar -igual que disfrutábamos nosotros en aquellas clases de tercero de BUP (siglas que ya suenan, casi, a Antigüedad clásica)- del relato de Javier Negrete, por el que desfilan personajes de la talla de Aníbal, Escipión, Catón, Sempronio, Galba, Viriato, Sertorio, César u Octavio Augusto, en el que se nos detalla con viveza los sitios de Cartago Nova o de Numancia con referencias a textos clásicos como los de Polibio, Tito Livio o Dión Casio sobre los que el autor lleva a cabo una lectura lúcida y crítica que nos abre los ojos y nos permite valorar lo que hay en ellos de cierto y lo que hay de error, exageración o propaganda, dejándonos siempre -como en aquellos tiempos del bachillerato- con ganas de más, con ganas de que se salte las estrictas fronteras de Hispania y nos cuente más de Aníbal, o de Espartaco, o de las luchas de la Guerra Civil entre Pompeyo y César en otros escenarios. Hay que decir, además, que la narración viene acompañada de ilustraciones de la dibujante Sandra Delgado, ilustraciones con un aire antiguo, épico, como de cromos de colección de los tiempos del TBO y de las aventuras de Roberto Alcázar y Pedrín, muy apropiadas y certeras, que nos ayudan a hacer visible, entre otras muchas cosas, cuál era la indumentaria de los guerreros hispanos -una gente, por cierto, mucho menos bárbara de lo que a primera vista podríamos pensar- o la sangrienta forma de apagar el motor de los peligrosos artefactos de combate que eran los impredecibles elefantes de guerra.
En definitiva, un libro concebido para el entretenimiento, el aprendizaje y el disfrute de amantes y no amantes de la historia, de amantes y no amantes de la guerra y las campañas militares, que pone, una vez más, de manifiesto lo buen escritor que es Javier Negrete.
La conquista romana de Hispania
Javier Negrete
La esfera de los libros
24,90 euros
Publicado el 26 de octubre de 2018