La huella de Carlos V en Extremadura, donde residió desde febrero de 1557 hasta su muerte el 21 de septiembre de 1558, se ha convertido, hoy por hoy, en un legado que ha trascendido no solo en los lugares en los que vivió, sino en las numerosas actividades culturales y turísticas que llevan su nombre.
El Monasterio de Yuste y el Parador de Jarandilla
No sabemos qué hubiera sido del Monasterio de San Jerónimo de Yuste si el emperador Carlos V no lo hubiese escogido como su residencia final de vida. Incluido entre los Reales Sitios de Patrimonio Nacional, es un lugar cargado de historia y belleza, delicia de extremeños y turistas. No solo el Monasterio merece una visita, la comarca también, con cinco localidades declaradas Conjuntos Históricos Artísticos: Pasarón, Garganta la Olla, Cuacos, Valverde y Villanueva de la Vera.
En la cercana Cuacos residió Jeromín, hijo del emperador que a su muerte pasó a ser Juan de Austria. Una vida que en Pasarón aún se recuerda con la leyenda de Jeromín y Magdalena, un amor juvenil entre el hijo del Emperador y la hija de los señores del Palacio de los Condes de Osorno, un monumento que se muestra imponente a pesar de los años. En Garganta la Olla, separada del Monasterio por una impresionante carretera que serpentea entre rocas y hermosas vistas, hicieron vida muchas de las 50 personas que llegaron como servidumbre del emperador y dejaron su impronta. Como la propia influencia del Monarca que se extiende a través del tiempo.
No hay que olvidar, que el actual Parador de Jarandilla fue en época de Carlos V el Palacio de los Condes de Oropesa. Allí residió el emperador mientras se construía la sala que ocuparía en Yuste. Su patio, los balcones, las torres, los escudos y pinturas que lo decoran son un paseo por la Historia.
Actividades senderistas y deportivas
Seguir los pasos del Emperador es el objetivo de diferentes rutas y actividades que se celebran a lo largo del año en el norte de Extremadura, entre las que destaca, La Ruta del Emperador Carlos V. Declarada Fiesta de Interés Turístico de Extremadura, recorre el trayecto entre Jarandilla y el Monasterio de Yuste cada mes de febrero, andando o a caballo. Sobre puentes y entre cultivos, bordeando arroyos y recorriendo las calles de varias localidades, cientos de senderistas disfrutan del paisaje, junto a los vecinos que participan activamente vistiéndose a la usanza de la época. Hay mercadillos, bailes y diversos encuentros, todos en un ambiente festivo para rememorar y recordar.
Mayor preparación física requiere el recorrido entre Tornavacas, en el Valle del Jerte, y Jarandilla de la Vera, que recuerda el sinuoso y difícil trayecto que tuvo que realizar el monarca para llegar a su primera posada. El Grupo Placentino de Montaña organiza esta travesía cada otoño desde hace más de 30 años y los Dinamizadores Deportivos de la Mancomunidad de la Vera celebran en 2018 la edición número 11. Un trayecto de 25 kilómetros entre hermosos paisajes, que también recorren senderistas y grupos de deportistas y aficionados durante todo el año.
Actividades gastronómicas y culturales
La Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste busca fortalecer los lazos entre Europa e Iberoamérica a través de congresos, encuentros, presentaciones de libros y otros eventos educativos y culturales. Los Conciertos del Emperador, por ejemplo, se celebran a lo largo del año en el Monasterio de Yuste, con la participación de destacados grupos musicales y coros relacionados con la música del siglo XVI. Las becas, y especialmente el Premio Europeo Carlos V, convocan cada año en Extremadura a personalidades y autoridades europeas y españolas.
La ruta enoturística ‘La Mesa del Emperador’ es una de las actividades más recientes en torno a Carlos V. El encuentro propone una obra de teatro y la degustación de varias tapas elaboradas siguiendo las costumbres de la época del monarca. Muchos de los datos gastronómicos han sido difundidos gracias al libro La Mesa del Emperador, de Juan Vicente Serradilla Muñoz.
La presencia del emperador en Extremadura, de apenas poco más de un año, tuvo tanta repercusión que aún se irradia desde el Monasterio de Yuste hasta pequeños rincones extremeños. Cervezas, grupos musicales, casas rurales, restaurantes, platos y hasta una variedad del reconocido pimentón de la Vera llevan el nombre del emperador o de personajes relacionados con él. Un nombre que atrae intelectuales e historiadores, y que congrega también a vecinos y visitantes en torno a esta figura histórica y a toda una época.
O legado do imperador D. Carlos V na Estremadura
Publicado en octubre de 2018