Que las procesiones de la Semana Santa placentina discurren por un casco histórico y muy vivo es uno de sus atractivos porque recorren lugares emblemáticos de la ciudad al paso de bares y terrazas bulliciosas. Estos son algunos de los mejores rincones para ver la Semana Santa placentina por la estampa que ofrecen.
Domingo de Ramos, en la plaza de la Catedral
La plaza de la Catedral en el momento en que sale la procesión es un lugar lleno de encanto para descubrir las caras de expectación de los pequeños cofrades con la fachada plateresca de la Catedral como marco. Es la procesión popularmente conocida como La Borriquita y sale el Domingo de Ramos a mediodía tras la misa.
Lunes Santo, en Las Claras
La calle de Las Claras es un lugar muy especial para ver pasar esta procesión por la perspectiva que se tiene de la Catedral y por la emoción que despierta el momento en que los costaleros voltean a Jesús de la Pasión hacia el convento de las Dominicas para que lo vean las monjas de clausura.
Martes Santo, con el Palacio de Mirabel al fondo
El paso desde Santo Domingo a San Nicolás es un lugar ideal, con el Palacio de Mirabel de fondo, para ver la bajada de jinetes y cofrades vestidos de dorados y blanco al caer la tarde.
Miércoles Santo, con el Nazareno saliendo de la Catedral
La salida del Nazareno, sin duda el paso más venerado por los placentinos en la Catedral, ofrece uno de los momentos más bellos del Miércoles Santo con la magnífica fachada plateresca como telón de fondo de una procesión histórica en Plasencia.
Jueves Santo, en las callejuelas del casco histórico
El Jueves Santo salen dos procesiones una tras otra con apenas hora y media de diferencia, que tienen en las callejuelas del centro excelentes miradores para verlas pasar. La primera, la de la Sagrada Cena, tiene en la calle Ancha un enclave muy especial porque impresiona la grandiosidad del paso titular en una vía que no hace precisamente honor a su nombre.
La Vera Cruz, la segunda procesión de la tarde, puede presumir de ser la cofradía más antigua de Plasencia porque data del siglo XIII y de llevar hasta seis pasos que verlos pasar uno a uno por la calle Blanca, junto a la Catedral, gana en emoción.
Viernes Santo, la única en rincones de madrugada
El Cristo de la Buena Muerte, la única de madrugada, es singular a cada paso porque solo salen 72 cofrades vestidos con hábito franciscano, llevan antorchas, cargan una campana de 75 kilos y hacen altos para cantar el Miserere. Sale de San Esteban, donde el bullicio de las terrazas cesa en ese preciso momento y sobrecoge, pero hay rincones como las calles Esparrillas en las traseras de Santo Domingo o la de Sancho Polo, muy cerca de la plazuela del Salvador, donde tiene un encanto especial.
Viernes Santo, en Santo Domingo
Verla salir al caer la tarde del Viernes Santo desde Santo Domingo es un momento muy apreciado por la habilidad que demuestran los costaleros a la hora de sacar por la puerta el monumental paso del Descendimiento.
Sábado Santo, entre Santo Domingo y el Palacio de Mirabel
El Sepulcro y la urna barroca con el Cristo yacente y la Soledad, una pieza única de la Semana Santa placentina, son dos de los pasos más emblemáticos y hacerlo en el acerado, unos centímetros elevados del trayecto entre Santo Domingo y el Palacio del Marqués de Mirabel, es una buena elección para intentar captar detalles de uno y otro pasos.
Domingo de Resurrección, el Encuentro
El Encuentro es, sin duda, una de las procesiones más emotivas porque escenifica frente a la fachada del Ayuntamiento de Plasencia en la Plaza Mayor, el momento en que se encuentra Jesús resucitado con su madre ante cientos de personas que se congregan para ver el baile de los pasos al son de la música, entre aplausos, pétalos de flores que le lanzan a la Virgen y palomas que sueltan en el preciso momento del Encuentro.
Publicado en marzo de 2018