
Bien está como título para la columnilla, por el guiño a García Márquez, escritor y también periodista, pero Cosas que no están, el último libro de Diego González (escritor, periodista, guionista y productor de contenidos audiovisuales), publicado en la colección “Lunas de Oriente” de la editorial de la luna libros, es más que la noticia de un secuestro. De entrada, es más que una noticia o que una crónica, es un relato subjetivo, crudo y desgarrado que nos muestra el drama desde dentro, un relato, además, cuidadosamente desordenado en el que el lector va encajando poco a poco las piezas hasta reconstruir del todo la historia que conduce hasta la violenta e intrigante escena que abre el libro. Además, tampoco es solo la historia de un secuestro, por más que el secuestro de dos mujeres en México sea el elemento central, en torno al que se articula el resto del relato. Yo diría que el libro es, más bien, y a pesar de la crudeza y la violencia de sus páginas, una historia de amor o, quizá mejor dicho, una historia sobre el amor, sobre el amor de pareja, sí, roto en la novela por un secuestro cruel y azaroso, pero también sobre las extrañas formas que a veces adopta el amor, capaz de prender y dar fruto en las situaciones más adversas, y así, sobre el relato más o menos convencional de la relación entre la narradora e Itzel, una médico mexicana que aparece de pronto en su vida para amarla y rescatarla y liberarla del peso del pasado, va creciendo la extraña relación de aquella con el Güero y la Reviva, dos de sus captores, una relación de cuidado y protección contradictoria, no exenta de brutalidad y dolor pero tierna, difícil de reducir al tópico casi feliz del síndrome de Estocolmo, una relación que se acaba imponiendo como tema fundamental del libro, al que tampoco son ajenos otros asuntos de peso, como la crueldad, la venganza, el dolor, la ausencia o las perversas trampas del azar. Todo eso en un libro de poco más de sesenta páginas, contado con un lenguaje preciso, ágil, exacto, que no derrocha palabras pero tampoco las escatima, y que se permite, incluso, alguna de esas digresiones, siempre fascinantes a las que Diego nos tiene tan acostumbrados, tanto en sus libros como en la televisión, y que nunca son caprichosas y enriquecen siempre el relato, como la de los sabores del té y la llegada del ferrocarril a Moscú. En definitiva, Cosas que no están es, como Planes para no estar muerto, su anterior libro, una pequeña joya, un pequeño, suculento bocado que no deberían dejar de probar para conocer, o seguir disfrutando, del excelente escritor que es Diego González.
Cosas que no están
Diego González
de la luna libros
12 euros
Publicado el 23 de marzo de 2018
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