
Extremadura es una región que enamora y la mejor manera de celebrar San Valentín es conocer rincones de leyenda que han sido testigo de apasionantes historias de amor. Te invitamos a descubrir una región cargada de romanticismo y que ha cautivado a viajeros y visitantes durante siglos.
Almendralejo y la ruta del romanticismo
Para disfrutar de un recorrido romántico, que mejor manera que perdernos por Almendralejo, la cuna de los más importantes escritores románticos: Carolina Coronado y José de Espronceda.
Durante la primavera se celebra la Ruta Literaria sobre el Romanticismo, declarada de interés turístico regional, y sirve para recuperar el espíritu romántico del siglo XIX. No obstante, cualquier momento del año es idóneo para perdernos por el romanticismo de la ciudad y pasear por los Jardines de Santa Clara, el antiguo Huerto del Marqués o el Palacio de Monsalud, antigua residencia de los marqueses de Monsalud donde nació José de Espronceda en 1808.
Parada obligada es la plaza de Espronceda donde destacan los bustos de Carolina Coronado y José de Espronceda y recorrer los parques Carolina Coronado y de la Piedad.
La princesa mora de Hervás
Recorrer la judería de Hervás es empaparnos de la historia de amor entre la princesa mora Zoraida y el pastor Arcadio. Cuenta la leyenda que ella se escapaba por unos túneles secretos de la fortaleza, donde hoy se ubica la iglesia de Santa María. Zoraida le llevaba joyas a su amado para que este pudiera pedir su mano con una valiosa dote.
Los Señores de la Torre del Ambroz se percataron del hurto de un collar y acusaron a los padres de Zoraida, que fueron ejecutados. Así terminó esta trágica historia de amor que nos permite perdernos por una de las juderías mejor conservadas y descubrir rincones de ensueño. Durante el verano, Los Conversos son la máxima expresión de las leyendas del municipio.
Badajoz, princesa cautiva en la alcazaba
Los monumentos de la capital pacense guardan muchos secretos entre sus paredes. Una de las historias más románticas tiene como protagonista a Zoraida, hija de un rico mercader, y a Omar, capitán de la guardia, ambientada en una próspera Badajoz en el reino de Taifa. El padre de Zoraida se oponía a la relación y ordenó tapiar las siete ventanas de la torre de la Alcazaba para que su hija no viese a su amador.
La leyenda cuenta que el valiente guerrero consiguió rescatar a la joven y ambos se perdieron en la noche y en la niebla del Guadiana. Existen diferentes finales para la historia, pero cualquiera de ellos es la excusa perfecta para pasear por la Alcazaba.
La bella serrana de La Vera
Isabel de Carvajal, noble placentina, se refugió en la sierra de Tormantos, en Garganta La Olla, huyendo del desamor del sobrino del obispo de Plasencia que la había traicionado. Su dolor se transformó en venganza y gracias a su belleza seducía a los hombres para después acabar con ellos y guardar sus huesos en una cueva.
Su leyenda se refleja en canciones y romances y en la estatua ubicada en la carretera del Monasterio de Yuste a Garganta la Olla. La historia de la serrana de la Vera es una fantástica oportunidad para hacer senderismo por la sierra de Tormantos, descubriendo las posibles cuevas de la serrana.
Mérida y los amores desdichos
Pasear por la Mérida romana y dejarnos atrapar por misterios y leyendas de amoríos es un auténtico plan para San Valentín. Son muchas las historias que se cuentan, entre ellas las de un joven que en el siglo XIX se enamoró de una chica a la que intentó forzar en un escondido rincón.
Ella, en legítima defensa, le arrancó los ojos y lo dejó ciego. Las fábulas que se cuentan en la ciudad dan para mucho, y no es para menos con el pasado milenario de la capital extremeña, desde hombres-lobo, sirenas, tesoros escondidos en las alcantarillas romanas o la reina Marida que comía en vajilla de oro.
La sirena del Tajo de Garrovillas
Siempre es un buen momento para conocer la plaza de Garrovillas de Alconétar, es uno de los ejemplos más representativo de la arquitectura civil de los siglos XV y XVI. Visitando esta bella localidad podemos conocer los detalles de la leyenda de la sirena y como una joven fue condenada por su propia madre a vivir como un pez bajo el agua.
La chica estaba enamorada de un joven que no aceptaba su familia. Desde entonces, cuenta la leyenda que la sirena vive en las aguas del Tajo y seduce a los pescadores que acaban ahogados hechizados por su belleza.
Zafra, leyenda de Leonarda y el mercader
Una trágica historia de amor es la protagonizada por la joven Leonarda, enamorada de Don Alonso. Sus padres tenían apalabrado su casamiento con uno de los más ricos mercaderes de Zafra. Cuando el mercader supo que su futura esposa amaba a otro hombre, quiso matarlo, pero Leonarda se anticipó y mató al comerciante de dos tiros.
La joven huyó disfrazada de hombre e incluso batalló como un soldado más. Cuando regresó a Zafra supo que Don Alonso se había hecho fraile al perder a su amada y ella decidió abandonar el ejército e ingresar como religiosa en el Convento de Santa Clara. Recorrer las calles, plazas y monumentos de Zafra es una espléndida manera de conocer la historia de Leonarda y celebrar San Valentín.
Portezuelo y el castillo de Marmionda
El castillo de Portezuelo es el escenario de la historia de amor de la doncella Marmionda. La joven mora se enamoró de un soldado cristiano apresado por el padre de Marmionda. Cuando le rescataron él juró volver y el día de su regreso el ejército musulmán cargó contra él. Marmionda presenció como el soldado cayó de su caballo y ella se tiró desde el castillo.
El joven cristiano al comprobar que su amada estaba muerta, subió al castillo y se lanzó desde el mismo sitio lugar. La leyenda de Marmionda está presente en Portezuelo especialmente en sus jornadas medievales de primavera. Al subir al castillo podemos apreciar las manchas oscuras de las piedras, que dicen los vecinos que es la sangre de los enamorados.
Publicado febrero 2018